La mirada de quienes escriben siempre ilustra. No tan sólo por dar a conocer su punto de vista acerca de “la realidad”, aún sea en términos poéticos sino y -fundamentalmente- porque nace desde el más profundo estadío humano. Cada palabra, cada símbolo, cada silencio; cumplen una función en la comunicación de las almas.
Cuando termines de leer este hermoso poema de Liana habrás sido llevado a una historia de la que, sin darte cuenta, ya formarás parte. Sobrevendrán entonces las ganas de saber más, de seguir “mirando” a esa criatura tan sabiamente tallada a fuerza de giros, palabras sencillas, verdades del vivir.
Te anticipo un vacío, que también seguirá a la lectura, pero que sospecho desearás llenar a la brevedad con otras obras de la autora. Cuando nos encontramos con una excelente creación literaria, se entorna la puerta grande a la creación. Solo depende de nosotros mantenerla abierta en nuestro corazón.
Mujer que ríe
He decidido volver a lo cotidiano, a lo monótono.
El amor ya no me habla
ni escucho aquella música
mientras alimento a mi gato.
Parece que me ahogaré en la pecera.
Empiezan a sonar a lo lejos los cuencos
las piedras arden en los senderos
las flores abren los ojos del césped
los ruegos corren como choiques
en el llano.
Y todo golpea mi puerta.
Me arrastro hacia ella
mi mano se paraliza en el picaporte
pasan los sueños por las falanges
y huyen por mis uñas espantados.
Nunca me sentaron bien los dolores
son vestidos con los ruedos descosidos
y alguna mancha de salsa justo sobre el pecho.
Abro por fin la puerta y salgo al campo.
Aquí el dolor no usa vestido ni capa
aquí una mujer
puede de a poco aprender a reír.
Columnista invitada
Liana Castaño
Maestra, integrante del taller de poesía “Más allá de las palabras”, publicó en las antologías: “Fuego en las manos”; “Mujeres de palabra”, “Luz de luna” (IV Concurso Internacional de Poesía, España). Su más reciente publicación “Más allá de los poemas”, poemario colectivo del Grupo de Poesía “Más allá de las palabras” que coordina Diana Starkman, será presentado en la Feria del Libro de Mendoza 2020
Foto: Adriana Martinetti