El 25 de mayo pasado dijimos que la dictadura había generado, en la población, una lobotomía colectiva, que aún perdura.
Pero los que en ese tiempo estuvieron en la cárcel o en el exilio (exterior o interior) no sufrieron tal lobotomía. Sus mentes siguieron trabajando, En algunos casos, los ideales de la Generación del ’73 estuvieron en estado de latencia. Habría que esperar veinte años más para que pasáramos de la latencia a la acción
En aquella época todavía los pensantes no afectados por el lavaje de cerebro escuchaban Radio Colonia, como hoy RT o Telesur, para saber qué está pasando en la Argentina.
En nuestra entrega anterior estuvimos en los umbrales del relato de la vida de Chaves cuando volvió la Democracia.
Por momentos nuestro hombre confunde cuando va de lo general a lo particular, de lo nacional a lo local, de lo social a lo personal: “Yo siempre le digo a mis amigos que me recibí de dirigente otra vez gracias a Alfonsín, y que pude dormir tranquilo porque ganó Alfonsín. Yo voté por Luder. Ninguno de los que perdieron hubieran podido sacar la cabeza después de esa derrota. Si yo no soy un dirigente político de importancia en Mendoza no es por culpa de los demás, sino por culpa mía. Me fui de Alvear cuando había sido nuevamente la persona más conocida del pueblo. Me fui con mis hijos. Entendía que tenía una deuda con ellos, muy grande: había tres que vivían con la madre en Mendoza y al varón me lo echaron de la escuela, así que me tuve que ir a la fuerza”.
Cuando le piden precisiones sobre “el recorrido político posterior fue “muy sinuoso” (sonríe)… “voté por Luder, ganó Alfonsín por suerte, luego voté por Menem en la interna contra Cafiero, sabiendo quién era Cafiero, que jamás fue santo de mi devoción… era el mal menor, para mí. El hombrecito de La Rioja, por otra parte, no era una garantía porque sabía que había sido el vocero de Isabel hasta el final y que se la daba de montonero un poco de tiempo antes. Sabía que era un mercenario. Sabía que era un mercenario, jamás hubiera votado por él, pero voté por él, ¡por disciplina peronista! (golpea la mesa). Por supuesto que después que voté por él, partí del PJ, me fui. De modo que he estado disponible hasta que el Chacho Álvarez decidió hacer la carpa y yo soy de los iniciadores del Frente Grande. Y después anduve por todas esas experiencias frustrantes, supuestamente democráticas, que han demostrado que eran más de lo mismo”.
“¿Como viste el juicio a las Juntas?” dispara la periodista y Chaves hace una exclamación de placer, vuelve a golpear la mesa: “compraba el diarito de Las Madres todos los días. El NUNCA MAS lo tenía subrayado y anotado en los costados”, pero no hace muchas precisiones sobre el juicio en sí, como si fuera suficiente manifestar su apoyo para reforzar su sentimiento de alivio con el alfonsinismo.
Chaves no declaró en la CONADEP, pero su legajo está allí, afirma. “Pero he seguido cuanta cosa se escribió sobre el tema, sobre todo Paoletti, que sigue siendo aún hoy fundamental. Lamentablemente murió de cáncer en el ’86; lo han reeditado las Madres al libro… El militaba con las Madres; de ahí su lucidez. Yo he estado preso con el hermano de él, con Alfieri, con gente de La Rioja sobre la que uno se preguntaba “¿y éste qué pudo haber hecho?”. Tenía muchos riojanos compañeros en la cárcel. Lo estaban buscando al Gordo (¿?) y no lo encontraron, y como después lo tuvieron que boletear a Angelelli, se llevaron a cualquier militante de origen cristiano que no tenía nada que ver con nada, que eran buena gente; militantes sociales y punto. Los presos riojanos fueron realmente mártires… sólo comparables con los llanistas del Chacho Peñaloza”.
Respecto de cómo veía (en 2008) la sociedad mendocina sobre la última dictadura (recordar, la nota se hizo en 2008): “Es posible que yo no pueda ser objetivo, pero es bastante similar a la Córdoba en la que Menéndez era el dueño de casa. Sin embargo, nosotros con Martínez Baca habíamos tenido un discurso MUY inactual para la época y sacamos más del 50% de los votos. Es mentira que Mendoza sea conservadora. Posiblemente los nadies, los que no salen en los medios ni en ninguna parte, no lo sean; yo tengo la experiencia personal de que es así”. Mantiene entonces su optimismo, y la prueba de ello está en que sólo dos años después conseguía, junto a otros militantes, la realización de los primeros juicios por crímenes de lesa humanidad en la provincia (San Rafael). El día 16 de noviembre de 2010 se leía la sentencia en la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria y al día siguiente comenzaban los primeros juicios en la capital provincial, con cobertura directa de una de las mejores periodistas del país, Sandra Russo, por entonces columnista del inolvidable 6-7-8.
Respecto de los vÍnculos actuales con el mundo de la política: “Yo soy ahora apoderado de Compromiso Popular que es un partido que nos cuesta mucho armar… todos los vicios del individualismo están en Mendoza; los vicios de la mediación y de la medianía también; los militantes viejos estamos desencantados. Posiblemente con otra mística, con otro empuje, con otra vitalidad, lo hacemos en una semana, como hicimos el LUCHE Y VUELVE. Pero ahora no es lo mismo. Tan es así que Cobos ha pasado a ser una estrella. Yo te diría que es una estrella como Blumberg, pero en una de esas me equivoco. O como De Ángelis. ¿quién podía vaticinar la vigencia de esos liderazgos?. De Blumberg podríamos hablar porque ya pasó, ¿pero éstos?” (se refiere a “los del campo” que en esos días tenían en vilo al país).
Compromiso Popular estaba comandado por Jorge “Pampa” Alvaro, a quien se recuerda por sus encendidos discursos de ese mismo año 2008 contra los jerarcas “del campo”. Espacio político provincial, ayudó a Raúl Rodríguez, ex intendente de Malargüe que buscaba volver a su lugar de intendente (usurpado por José Antonio Agulles, luego senador), José Muñoz (luego diputado) y otras lacras que ni siquiera ya viven en Malargüe pero que usaron a Malargüe como factoría). El 29 de mayo de 2011 Raúl perdió la interna en el PJ, pero insistió y fue por afuera con ayuda del “Pampa”. Sólo alcanzó a meter dos concejales, y él mismo debió volver a su trabajo docente. Compromiso Popular no duraría mucho tiempo más”.
¿Quién fue Paoletti?
Alipio “Tito” Paoletti fue fundador, en 1971, del diario riojano El Independiente, primer diario cooperativo de Argentina. Murió el 1 de diciembre de 1986, luego de haber luchado toda la vida por los derechos humanos, muy cerca de Monseñor Angelelli. Los militares le quitaron su diario y a su hermano, que penó cárcel junto a Chaves.
El diario en realidad había nacido en 1959, como parte de la Resistencia, pero a los 23 años Paoletti lo convirtió en cooperativa de 71 miembros.
El 23 de marzo de 1976, El Independiente fue atacado por el Ejército y varios redactores fueron detenidos. Paoletti no estaba en La Rioja. Permaneció en el país hasta mediados de 1977, cuando emigró a España. Volvió en 1983.
Guillermo Alfieri dice que “la dictadura censuró El Independiente, intervino la cooperativa editora, introdujo la metamorfosis en su composición, con nombramientos, abolladuras de conciencias y más bajas forzadas con la amenaza de ampliar la represión. Ya en retirada, el poder militar advirtió el riesgo de no cumplir con el propósito de eliminar la arraigada línea periodística del diario”. En el mismo año ’83, Paoletti fue echado de su propio diario, por faltar a su trabajo (sic). Según Alfieri, “fue “culpable” de siete años de inasistencias en grado de voluntarias. No es casual que por el mismo motivo, se despidiera a Agustín Tosco de la Empresa Provincial de la Energía de Córdoba, al igual que La Rioja en jurisdicción del Tercer Cuerpo de Ejército, comandada por el feroz general Luciano Benjamín Menéndez. La medida no fue modificada, ni siquiera cuando Tito se presentó en la cooperativa en agosto de 1984. Entonces denunció la defraudación y la falsificación de documento público, en la justicia provincial. Las trabas a la ley se manifestaron en la renuencia de peritos calígrafos a realizar la tarea encomendada por el magistrado actuante. Tito y su familia debieron instalarse en Buenos Aires, para ganarse la vida con el oficio que honró y la expectativa de romper la telaraña de la perversidad. Se enfermaron sus vías respiratorias y se amargó por la estafa de confianza perpetrada por algunos de los que trató como compañeros. Murió el 1 de diciembre de 1986, a los 50 años de edad”.
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, docente jubilado y presidente de la Federación Argentina de Espeleología. Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Director del quincenario Sin Pelos en la Lengua. Agrupación Luis Barahona, Biblioteca de la Memoria Jaime De Nevares, Malargüe.