Los reclamos comenzaron a oírse más fuertemente al otro día de las PASO. Llegan desde todos los sectores y de las personas que tienen responsabilidades sociales y públicas en general, a la vez que una inclinación en la defensa de los que menos tienen y más necesitan. Junto con ellos acechan las dudas respecto de hasta qué punto se podrá.
Me refiero a… dar vuelta ese resultado adverso durante las generales de noviembre. Pero también me refiero hasta qué punto se podrá lograr que el Presidente profundice su gestión y haga en tiempo récord las reformas necesarias para que resuelva la situación de emergencia de las grandes mayorías. Hay hambre, faltan techos, no hay tierra.
Los laburantes, que conforman el conjunto más importante de habitantes de nuestro país, han visto perder poder adquisitivo desde las tan horribles como regresivas políticas neoliberales del macriradicalismo. Hay mucho por remontar a la vez que uno sospecha que debería ser sencillo hacerlo, pues hay un Gobierno Popular en Casa Rosada.
“Presidente, queda poco tiempo
“El arzobispo de La Plata, de extrema confianza del papa Francisco, hizo llegar a LA NACION una crítica columna sobre las políticas sociales del gobierno de Alberto Fernández, el manejo de la pandemia y las elecciones primarias
“Por amor a esta Patria herida, muchos esperamos que el Presidente pueda revisar a tiempo su agenda de prioridades, para evitar una debacle que terminaría dañando todavía más a nuestro pueblo.
“Lo hemos visto muy entretenido con el aborto, la marihuana y hasta la eutanasia, mientras los pobres y la clase media tenían otras hondas angustias que no obtenían respuesta. En los últimos meses se vio una potente avanzada para imponer un lenguaje “no binario” que en las inmensas barriadas a nadie parece interesarle. Quizás se quiere copiar la agenda del socialismo español, olvidando que aquí estamos en América Latina. Y para colmo en plena pandemia, donde las circunstancias reclaman ocuparse de otros asuntos más imperiosos. A fines del año pasado, mientras los países vecinos estaban comprando vacunas, aquí el Ministerio de Salud se apasionaba en plena campaña por el aborto. Al menos hay que reconocer que no era el momento justo ni era esa la necesidad más imperiosa.
“Lo hemos visto muy entretenido con el aborto, la marihuana y hasta la eutanasia, mientras los pobres y la clase media tenían otras hondas angustias que no obtenían respuesta
“Muchas mujeres, a las que el gobierno creía responder, estaban viviendo al día, con sus familias despedazadas, sus hijos que habían abandonado el colegio y habían caído en la droga y la delincuencia, y con la plata valiendo cada día menos.
“De este modo, la agenda social que podría haber caracterizado a este gobierno, quedó desdibujada, y así se dilapidó una gran oportunidad. No debería llamar la atención la fuerte abstención de gente que no se siente representada por otras opciones políticas pero que está demasiado indignada como para ir a votar. Es muy elocuente que en muchos barrios pobres la abstención llegó al 40%, aunque en realidad esta campaña con pocas propuestas reales y mucho eslogan no entusiasmó a nadie.
“El presidente todavía está a tiempo de dar prioridad a los grandes problemas sociales y de enfocarse mejor en la producción y en el trabajo, que es lo que uno puede escuchar como reclamos genuinos si está cerca del pueblo. Le conviene recordar que en las anteriores elecciones Mauricio Macri pudo recuperar en las generales muchos puntos que había perdido en las PASO. No lo logró por cautivar con propuestas inteligentes, sino por algo muy sencillo: un enorme esfuerzo de acercarse más a la gente y al menos escuchar los verdaderos reclamos.
“¿Quiénes no le perdonarían al Señor Presidente el mal paso de la fiestita de Olivos si lo hubieran sentido más cerca de sus reales problemas?
“De un estratega se espera la capacidad de leer en el momento histórico actual cuales son los verdaderos y más grandes reclamos del pueblo, al margen de los propios gustos. Pero a veces la política se confunde cuando cree que hablando de determinados temas responde a las expectativas de la sociedad, y en realidad solo está halagando a sectores minoritarios que tiene cerca. Eso no es el pueblo argentino, y los votos parecen demostrarlo. Sin embargo, algunos miembros del propio gobierno parecen pensar que la solución está en radicalizarse más, sin ver que eso sería acercarse más al abismo.
“¿Quiénes no le perdonarían al Señor Presidente el mal paso de la fiestita de Olivos si lo hubieran sentido más cerca de sus reales problemas? El asunto es que trataba de “imbéciles” a quienes hacían lo mismo que él, así como cuando pedía un debate respetuoso sobre el aborto mientras llamaba “hipócritas” a los que pensaban distinto. Esa no es la imagen que muchos tenían cuando lo votaron. La mayoría lo votó por todo lo contrario, y la gente es demasiado sensible a ciertas cosas.
“Pero nuestro pueblo es generoso y es capaz de dar otra oportunidad a los que saben volver tras sus pasos y retomar el rumbo. Ojalá que así sea, para que se pueda reconstruir una economía que lleva varios años dañada y empecemos a resolver las dificultades de las grandes mayorías sufrientes. Ya hay mucha gente cansada de esperar.
“Lanación.com.ar
“Víctor Manuel Fernández
“Arzobispo de La Plata, Iglesia Católica
“16 de setiembre de 2021”.


