Desde hace unos años se viene observando un deterioro significativo de los espacios verdes y arboledas de Mendoza.
En forma tanto increíble como inexplicable, funcionarios del gobierno provincial como de los municipios, disponen la realización de talas indiscriminadas de árboles que en su mayoría tienen 100 años o más.
Para llevar a cabo semejante depredación:
– NO respetan lo reglamentado en la ley de arbolado de Mendoza, la 7478;
– NO se realiza la Declaración de Impacto Ambiental para llevar a cabo obras en plazas y parques;
– No tienen en cuenta lo sugerido por entidades ambientalistas ni por profesionales interesados en salvaguardar un patrimonio arbóreo de los mendocinos;
– No tienen en cuenta los reclamos de muchos vecinos que han visto con tristeza como arrancan sin escrúpulos, árboles que fueron plantados por nuestros abuelos y dejan secar una gran cantidad;
– No riegan, es decir no se distribuye el agua que viene en las acequias y canales porque con el argumento” de bajar el presupuesto se dejó sin efecto el personal destinado al riego (hoy no existen las cuadrillas de riego del parque General San Martín ni en las plazas, ni los tomeros, que distribuían el agua en las acequias de la ciudad;
– La Fiscalía de Estado NO RESPONDE ante las denuncias realizadas por concejales, diputados y ciudadanos por la situación de abandono del parque General San Martín, parque Cívico, Cerro de la Gloria, Zoológico, parque O´Higgins entre otros tan bellos como necesarios espacios verdes.
Los beneficios indiscutibles que nos proporcionan los árboles fueron tenidos en cuenta por funcionarios de principios del siglo pasado: el impacto directo en la salud de la población, la humidificación del aire, la regulación de la temperatura, la retención de partículas contaminantes mejorando la belleza y estética que hizo de nuestra ciudad un símbolo, admirada por turistas del país y el mundo, llegando a ser llamada la “ciudad bosque”. Hoy las autoridades desconocen absolutamente estos aspectos, o para ellos no tienen importancia o hay otras motivaciones que no conocemos…
Para poder realizar esta tala generalizada utilizan argumentos que no son verdaderos:
1) Para demostrar que se hacen obras “realizan numerosas remodelaciones” de plazas, paseos y parques aumentando en forma constante y sistemática la superficie hormigonada construyendo senderos y/o plataformas y estructuras varias, para lo cual se talan árboles y se elimina el césped. Estas obras que no son imprescindibles como lo serían hospitales, escuelas, barrios, etc.; instalan en la población una sensación de eficiencia de la gestión, pero inevitablemente conllevan la reducción sistemática de los espacios verdes.
2) Eliminan las cuadrillas de riego argumentando que es necesaria la reducción presupuestaria pero por otra parte contratan los trabajos de mantenimiento con empresas privadas a las que pagan sumas millonarias. Ejemplo reciente es la contratación de la empresa Santa Elena para el mantenimiento del parque General San Martín, el cerro de la Gloria y el parque Cívico, por 16 millones de pesos mensuales y por los próximos 10 años.
3) Desde hace varios años las autoridades insisten que hay déficit hídrico y lo utilizan como argumento para no regar o hacer un riego insuficiente. Todos sabemos que se evidencia una disminución del caudal del río Mendoza que tiene que ver con la retracción de los glaciares por el calentamiento global. Justamente para atenuar las fluctuaciones estacionales e interanuales del río se construyó el dique Potrerillos.
Lo que no dicen las autoridades es que más del 82% del agua que consume el oasis norte va destinada a los cultivos y que de ese volumen solo se aprovecha un máximo del 50%, ¡el resto se pierde! Tampoco dicen que las pérdidas de agua por conducción (problemas de la red) en la ciudad son prácticamente equivalentes al consumo de la población.
En conclusión: como para los funcionarios no alcanza el presupuesto y hay déficit hídrico, los árboles deben ser eliminados o reemplazados por especies autóctonas; o sea volver al desierto de antes de 1900. Todo lo que hicieron nuestros antepasados con inteligencia, responsabilidad y amor, pensando en el bienestar de los habitantes y en la belleza de la ciudad de Mendoza, para las autoridades de los últimos tiempos no son aspectos de importancia y aprovechando la indiferencia de la población, van destruyendo poco a poco 100 años de historia.
Columnista invitado
Arnaldo Roatta
Ingeniero agrónomo, título otorgado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo. Desempeño profesional: Técnico en Paseos Públicos y Arbolado de la Municipalidad de Mendoza. Técnico en la ex Dirección Agropecuaria para la elaboración de la carta edáfica de la Provincia de Mendoza. Jefe del Vivero Forestal de la Dirección de Recursos Naturales Renovables. Técnico de la Administración de Parques y Zoológico de Mendoza. Proyecto y ejecución de mejoras en el bosque del Cerro de la Gloria y Zoológico.


