Parece que la Obra Social de Empleados Públicos tiene una deuda de 3.000 millones de pesos, lo que hace pensar que el neoliberalismo (y las mentiras ésta) no sirve para nada desde el punto de vista de lo que deberíamos esperar de un Gobierno, además se evidencia que poco importa a Suarez lo que necesitamos. Así de brutal es el asunto y de ese modo tenemos que verlo.
En este caso concreto se evidencian también los maltratos, las faltas de respeto y consideración a los afiliados, que suelen ser maleta de loco de la improvisación y la burocracia. Lo que dijo ese funcionario, además que no es cierto demuestra también lo que piensan las autoridades. Mejor dicho, lo que dan a conocer para no hacerse cargo de los desmanejos de semejante y añosa institución.
La indolencia es típica de gestiones que no tienen en el centro de sus objetivos resolverle los problemas a los mendocinos. Suarez lo sabe y es la frutilla de una torta que les sienta bien a todos los arribistas de su gobierno, listos siempre para hacer negociados y destruir los bienes públicos. Total, que importan los afiliados, si el paga Dios del Estado se hará cargo, a pesar de todo lo que ocurre.
“Crisis en OSEP
““Los discapacitados nos están desfinanciando la obra social”, la repudiable respuesta de un funcionario de OSEP
“El testimonio de una madre muestra, una vez más, las falencias de la OSEP en la atención a sus afiliados. Demoras, burocracia y maltrato se han convertido en una constante. El testimonio de una madre muestra, una vez más, las falencias de la OSEP en la atención a sus afiliados. Demoras, burocracia y maltrato se han convertido en una constante.
“Elina Scott es la mamá de Román, ambos son afiliados a OSEP y su relato sobre los maltratos recibidos en la obra social estremecen a quien los escucha. En diálogo con Babel, Elina contó cómo han sido los últimos meses de peregrinación entre las distintas oficinas de la Obra Social.
“Los malos tratos por parte de funcionarios y la burocracia llevaron a esta madre a la guardia a ser atendida. Conozcamos su relato:
“Román tiene un tipo de epilepsia refractaria que exige que él deba realizar una dieta cetogénica –como la que realizan los celíacos- y debe medirse los niveles de glucosa en sangre, para lo que necesita las tiras reactivas –como los diabéticos- y a raíz de que también es una enfermedad que depende mucho del estado de ánimo de la persona y cómo este afecta al paciente, se sugiere que lleve un acompañamiento terapéutico de manera constante.
“Según cuenta Elina, “hace más de un mes que estoy pidiendo dieta cetogénica. Primero no la recibían porque no es celíaco y es epiléptico. Finalmente, me mandaban de una oficina a otra. Me mandaban de Luján a Discapacidad en el centro. Me dicen que ahí no era, me mandan a mesa de entradas a iniciar un trámite”.
“Tras iniciar el trámite, Elina fue derivada finalmente a Discapacidad, sin embargo, lejos de encontrar una respuesta, ahí le dijeron que “lo están evaluando, hace un mes que lo tienen y no cambian”.
“En cuanto a las tiras reactivas para medir el azúcar, Elina encontró una respuesta similar. “Me dicen que no porque no es diabético. Todo lo contestan oral, nada me dan por escrito. Tiene el expediente tal doctor y no me dicen nada, entonces ni siquiera se puede iniciar un reclamo”, explica.
“La madre de Román explica que no tiene abogado ni fondos para contratar uno, por ese motivo no ha iniciado acciones legales. “Además, me han recetado una droga y no me la cubren, entonces la doctora me está dando muestras gratis, pero ya se me acaban”, señala.
“Todos estos trámites se realizan en oficinas diferentes, sin un expediente unificado para el paciente en cuestión.
“En relación al Acompañante Terapéutico, la obra social terceriza la prestación y se desliga de los mismos, señalando que “no hay relación laboral con ellos”. Según relata la mamá de Román, “la epilepsia refractaria precisa de un acompañante terapéutico. No me lo cubren, me dan un subsidio que es una parte del pago total”.
“La OSEP la derivó a Salud Mental, “ellos se comunicaron con la acompañante terapéutica para decirles que la empleadora soy yo. Entonces soy yo la que la tiene que registrar, que no tienen vínculo con ellos. Y si lo que ellos me subsidian no alcanza para la prestación, arreglamos en que yo les pago la diferencia o que vengan menos días de los recetados”.
“Además, según explica Elina Scott, “me pareció horrible y para dármela me hicieron firmar un papel donde dice que, si yo no le pago en tiempo y forma a esta persona, OSEP tiene derecho a descontar de mi salario el pago de esta persona”.
“Tras algunas idas y vueltas, Elina concurrió al “defensor del paciente”, quien la puso en contacto con la doctora Sottano, quien la atendió y la asesoró sobre cómo solicitar las distintas prestaciones, entre ellas el propio aceite de cannabis para el tratamiento de su hijo.
““Después, en OSEP no le cubren la consulta neurológica en una clínica. No le dan cobertura y pese a la resolución de ANMAT dicen que es un ‘tratamiento alternativo’ y que no están obligados a darlo. Todos los meses tengo que llevar la receta, todos los meses tengo que ir al neurólogo, todos los meses tengo que pagar”, apunta la madre de Román, lamentando la situación.
“Presentación de notas y respuestas
“Tras idas y vueltas, Elina Scott decidió presentar notas por Mesa de Entradas de OSEP, se trata de tres reclamos discintos. “Estas notas van vinculadas al modo de cubrir el acompañante terapéutico, por los medicamentos y las tiras que no me están cubriendo y por el tema de la dieta cetogénica”, explicó.
“En ese contexto, Elina concurre con su hijo Román a realizarle estudios de sangre, ya que su hijo tiene cierto “acostumbramiento” a los medicamentos y hay que hacerle cambios constantes. “Se los va a hacer y necesitaba una autorización especial. Yo ya sé que voy al laboratorio y tengo que hacer eso. Ahora ni siquiera es con eso, hay una nueva comunicación, se cubre hasta 11 análisis y los demás los tenés que pagar”, relató la madre.
“Ya no basta con autorización especial, incluso siendo una persona con una discapacidad y cuyo plan supuestamente cubriría el 100% de las prestaciones. “Me hacen recorrer distintas oficinas, y ahí me hacen ir a Laboratorio y me atiende un señor que se identifica como el director. Yo ya iba llorando”, cuenta Elina.
“Para ese momento, la madre de Román había recorrido varias oficinas sin encontrar respuesta a su reclamo. “Llego, me siento y trato de hablar porque no tengo ni voz. Entonces le empiezo a contar lo que pasaba con mi hijo que es discapacitado y lo demás”, relata Elina.
“Tras eso, se encuentra con una cruel e inesperada respuesta: “El hombre me dice ‘usted no se imagina como nos están desfinanciando la obra social los discapacitados’. No sé el nombre del hombre, porque no se identificó, pero es el Director de Laboratorio de OSEP”.
“En ese momento, Elina estalló en llanto y algunas mujeres que estaban en la sala –compañeras del director en cuestión- sugirieron que otra persona la atendiera. “Terminé en la guardia porque se me bajo la presión”, contó la mamá de Román.
“Entonces, la atendió un médico y le pidió que haga reposo ya que se encontraba con la presión muy baja debido a un elevado stress. “¿Cómo hago reposo si me tengo que seguir dirigiendo a cada lugar por el trámite con lo de mi hijo?”, se pregunta esta madre.
“Luego, lejos de terminar la pesadilla que había vivido, Elina recibió una llamada por parte de la obra social. “Me llamó un neurólogo, me trató muy mal y me hizo explicar nuevamente los medicamentos que toma mi hijo, aunque no me dijo ni para qué. En relación a mis notas, nadie me llamó, no me han aclarado como vamos a seguir con las notas que presenté”, finalizó Elina.
“El caso de Elina Scott y su hijo Román es otra muestra más del mal presente de OSEP. Faltas de prestaciones, burocracias, ajuste y malos tratos. Mientras tanto, los empleados públicos de la Provincia de Mendoza no pueden optar por irse de OSEP, si bien podrían contratar una Obra Social Privada, el descuento lo seguirían percibiendo.
“Bbl.com
“Juan Manuel Lucero
“22 de octubre de 2021”.


