Circulan versiones acerca del manejo displicente y enfermizo de la conducción de los destinos de este sector del Estado. Me reuní con una persona hace más de un año, con la intención de dar a conocer desde negociados hasta malos tratos, pasando por crueldades ejercidas por los responsables a cargo, en un lugar tan sensible como ese. Sólo recibo anónimos que son un termómetro del miedo a represalias.
Se trata de niños y niñas que viven en dependencias estatales, ya que sus familias han defeccionado por alguna causa. Vulnerables al extremo son parte de los barrios marginales. Vienen con una carga muy importante de violencia intrafamiliar, malos tratos y otras situaciones traumáticas. Algunos han sido rescatados de las calles. Es decir, se trata de un combo de violencia que torna todo vulnerable.
He visto fotografías de comida en mal estado y otras igual de escabrosas. En todos los casos el precepto es el estigma y el miedo, a punto tal que como castigo se hace dormir a algunos chicos a la interperie. Aún no logro obtener testimonios de primera mano. Supongo que es mucha la persecución ejercida sobre los operadores y operadoras. Se trata de una olla a presión presta a meter mucha bulla.
De las redes sociales
“Es terrible lo que esta pasando con los hogares de la ex-DINAF desde que estan los radicales en la gobernacion, concretamente en el hogar Vivencias Compartidas de Lunlunta, su fundador e historico responsable, fue desplazado de su función y reemplazado por gente sin formación, sin experiencia y lo peor sin vocación. Las victimas, como siempre, los menores vulnerados”.


