Hace días una amiga me envió este material, que tengo semi procesado pero recién hoy me animé a leer, para poder hacer estas líneas de presentación, usuales en el desarrollo de mi diario. Es tanto el dolor y la vergüenza -por estos elementos que forman parte de la condición humana- que sufría una resistencia que me fue difícil de vencer. Finalmente lo pongo a tu consideración, sin más.
De fondo están los delitos por los que los curas católicos Nicola Corradi y Horacio Corbacho recibieron condenas de 42 y 45 años de prisión, respectivamente, y toda la información que terminó de ventilarse, de lo que ocurría en el Instituto Provolo, en Luján de Cuyo. Nada que no sepamos de diversos rincones del planeta y por parte de la misma institución religiosa, una verdadera gangrena social.
Lo que ocurre en Mendoza, de cara al segundo juicio, también es de la vieja carta de procedimientos de las máximas autoridades del catolicismo, por ello es imperioso darlo a conocer con pelos y señales. Las máximas autoridades protegen a parte de la curia, y unos y otros son cómplices de muchas de estas atrocidades desde hace años. Vaya una oración por todas las víctimas, que reclaman se haga justicia.
«La Iglesia Católica persigue y revictimiza
«Desde Xumek y el Colectivo para la Restitución de Derechos a Sobrevivientes del Próvolo Mendoza, junto a las organizaciones abajo firmantes denunciamos que la Iglesia Católica, a través de sus abogados, revictimiza, censura y persigue tanto a sobrevivientes del Próvolo como a periodistas y otros actores fundamentales en este proceso.
«La causa se inició en noviembre del año 2016 cuando el primer testimonio de los abusos salió a la luz y comenzó una investigación que reveló el horror que sufrían los niños, niñas y adolescentes (NNA) sordxs e hipoacúsicxs y que fue encubierto en el Instituto Antonio Próvolo durante décadas.
«Luego de un largo y difícil camino, en noviembre de 2019, el primer juicio llegó a su fin. Los principales responsables, los curas católicos Nicola Corradi y Horacio Corbacho, recibieron condenas de 42 y 45 años de prisión respectivamente. Meses después, un grupo de sobrevivientes junto a los abogados de Xumek, miembros del Colectivo y de ECA (Ending Clergy Abuse) viajaron a Suiza e Italia para denunciar el caso ante Naciones Unidas y la Santa Sede.
«Sin embargo, la lucha continúa
«Desde el 3 de mayo de 2021 se desarrolla el segundo juicio, que tiene como imputadas a dos monjas junto a otras autoridades y empleadas del Instituto.
«Más de un año y seis meses tuvieron que pasar para que se diera inicio a esta segunda causa que determinará la responsabilidad penal de la monja japonesa Kumiko Kosaka, por los delitos de abuso sexual agravado y corrupción de menores, de Graciela Pascual por su intervención en la impunidad de los hechos ya condenados y de la monja Asunción Martínez, la psicóloga Cecilia Raffo, la cocinera Noemí Paz y a las ex directoras del Instituto Gladys Pinacca, Valeska Quintana, Cristina Leguiza y Laura Gaetán por su participación criminal por omisión. Es decir, teniendo la posibilidad de haber reaccionado contra estos delitos, ya que tenían conocimiento de los mismos, decidieron no hacerlo, permitiendo así que siguieran existiendo cuando podrían haberse evitado.
«Sin embargo, un procedimiento que tendría que devolverle sus derechos a los sobrevivientes revictimiza y daña su integridad psicofísica y la de sus familias, dados los constantes ataques de los representantes de la Iglesia que son tolerados por el nuevo tribunal.
«Detallamos a continuación, punto por punto, cómo se impide que se haga justicia en este nuevo juicio:
«Revictimización de sobrevivientes
«La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH)1 ha advertido que las NNA víctimas, en particular de violencia sexual, pueden sufrir graves consecuencias físicas, psicológicas y emocionales a causa de que sus derechos han sido violados, así como también pueden caer en una nueva victimización a manos del Estado a través de su participación en un proceso penal.
«En el segundo juicio, luego de 6 meses, sólo han podido declarar tres sobrevivientes. Esto se debe a los constantes entorpecimientos que provoca la defensa de las acusadas, y además, gracias a que el tribunal tolera esta situación al ignorar el grave daño que esto ocasiona en las víctimas.
«En el presente juicio se ha considerado conveniente que los/as sobrevivientes de abusos sexuales sufridos en el Instituto Próvolo de Mendoza vuelvan a acercarse al sistema de justicia para prestar declaración sobre los hechos ya mencionados, pese a que han declarado en numerosas oportunidades durante la instrucción y en el primer juicio. Lo más grave de dicha situación es que las nuevas declaraciones provocaron que en algunas ocasiones las sobrevivientes tuvieran que ser asistidas por médicos del Tribunal o ser llevadas a la guardia hospitalaria por la revictimización que sufren.
«1 Corte IDH. Caso V.R.P., V.P.C. y otros Vs. Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 350. Párr. 163.
«Para evitar que el daño sufrido por el delito sea mayor EXIGIMOS que se adopten medidas para garantizar la pronta resolución judicial con la correcta observación de interrogatorios que respeten la perspectiva de género, diversidad y de discapacidad, para que cumplan con los derechos humanos de los/as sobrevivientes y el acceso a intérpretes.
«A su vez, por las particularidades que presentan los/as sobrevivientes de esta causa y sus familias, es que solicitamos que se les brinde un trato adecuado en un entorno seguro y tranquilo, donde las víctimas cuenten con contención psicológica y tengan acceso a interpretación de LSA, como también asistencia alimentaria y soporte económico para asistir a las reiteradas instancias jurídicas que prevé el desarrollo de este segundo juicio.
«También pedimos que se tomen medidas de acercamiento a los servicios del sistema de justicia ya que algunas de las personas que deben acudir a declarar residimos en lugares geográficamente lejanos o sufrimos dificultades de comunicación. Para que esto se solucione, requerimos que sea garantizada la movilidad desde nuestros hogares hasta los tribunales.
«Violación del derecho a la libertad de expresión
«En este segundo juicio, la Iglesia actúa a través de dos mecanismos de persecución y acallamiento:
- «a) la publicación de las actividades que realizan en las redes sociales las víctimas; y b) la persecución a los intérpretes de confianza y periodistas que informan el estado de la causa.
- «a) La defensa de las religiosas ofreció como prueba para este debate una investigación privada realizada en todas las redes sociales de las víctimas. Se pretendía usar un informe sobre las publicaciones, principalmente de Facebook, que ocurrieron después de los hechos que se investigan en este juicio. Con esta maniobra, los representantes de la Iglesia logran callar a las víctimas y limitar su derecho a la libre expresión. Es importante mencionar que, teniendo en cuenta la discapacidad de les sobrevivientes, sus redes sociales son una de las formas más igualitarias de comunicación que tienen para expresarse libremente.
«El derecho a la libertad de expresión es un principio único que cumple una función fundamental en el desarrollo de la capacidad que tienen los NNA de pensar por sí mismes los asuntos que los afectan, y de ver el mundo desde su propia perspectiva.
- «b) Según la Iglesia Católica, los intérpretes oficiales tergiversan las declaraciones de las víctimas en perjuicio de las monjas, esto hizo que fueran denunciados penalmente y apartados del segundo juicio.
«Entonces, perseguir a los intérpretes que vienen participando desde el inicio de la causa a través de una denuncia penal y sacarlos de la causa en el segundo juicio obliga a las víctimas a conocer a un intérprete nuevo, a quien no le tienen confianza. Esta situación es un ataque hacia las víctimas, porque las personas sordas o hipoacúsicas necesitan tener un vínculo de confianza con sus intérpretes, ya que ellos son su canal de comunicación con las personas oyentes. Además, si no se pudiese crear un vínculo seguro entre ambos, nuevamente las víctimas decidirían callar y los abusadores gozarían de su injusta impunidad.
«Por último, la Iglesia hace abuso de su poder silenciando a los periodistas que se animan a informar lo sucedido dentro del Instituto Provolo. Esto lo logran a través de sus abogados, quienes solicitaron al Tribunal del segundo juicio que se prohibiera a las partes dar información sobre lo que sucedía dentro de la sala de debate. Dicha táctica significa una injusticia porque cuando se trata de causas en la que se encuentran involucrados NNA puede ordenarse que, para proteger la intimidad de las víctimas, estos sean a “puerta cerrada”. Es decir, son medidas que buscan cuidar la intimidad de las víctimas, nunca la intimidad de los o las imputadas, las partes o el tribunal.
«Los denunciantes saben que esas medidas son contrarias a la Constitución, pero las usan para silenciar a todas aquellas personas que se animen a enfrentar el poder de la Iglesia, provocando que otros periodistas eviten dar a conocer los avances del juicio, y que, incluso, hasta la Secretaría de Información Pública del Poder Judicial de Mendoza presente un escrito mediante la cual comunica que dejará de brindar información sobre el nuevo debate.
«Denuncia a abogados de sobrevivientes
«Otra de las estrategias de la Iglesia Católica a través de los defensores de las religiosas es la de denunciar a los abogados que venimos representando a las víctimas en todas las instancias donde se han presentado sus reclamos.
«La Iglesia Católica denunció al Dr. Lucas Lecour, presidente de Xumek por dar información a la prensa sobre las situaciones de revictimización en la que se encuentran las sobrevivientes que prestaron declaración en el segundo debate.
«Dos caras de una misma Iglesia
«Las Relatorías Especiales sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición; Derechos de las personas con discapacidad; Venta y explotación sexual de niños, incluida la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía y otros contenidos que describan abusos sexuales de niños; y Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes de Naciones Unidas publicaron el Informe 1/21 y le dieron un plazo a la Santa Sede para que presente un informe sobre las investigaciones.
«Pero lo cierto es que la Iglesia Católica argentina lejos está de cumplir con estas acciones de colaboración. Todavía esperamos respuestas a los pedidos de informes que se han realizado desde la Fiscalía al Arzobispado, lo que permite la impunidad de otros delitos ocurridos en el Instituto Próvolo, se sigue luchando por el cumplimiento de la sentencia firme del primer juicio. En conclusión, no se ha logrado avanzar en las reparaciones, gracias al entorpecimiento permanente que llevan adelante la Iglesia Católica y su representante Alberto Bochatey en la justicia civil.
«Según ECA (Ending Clergy Abuse) existen alrededor de 100.000 víctimas de abuso eclesiástico en el mundo, e incluso la misma Iglesia Católica recibe alrededor de 600 denuncias al año. No se trata sólo de quienes hoy están luchando, sino también de todas las víctimas de abuso sexual eclesiástico del mundo que aún no han podido denunciar por diversos motivos: no queremos más impunidad.
«Creemos que es tiempo de que las instituciones religiosas y quienes trabajan para éstas dejen de interferir en la obtención de justicia y restitución de derechos de quienes lograron sobrevivir a estas vejaciones.
«NO MÁS ABUSO SEXUAL ECLESIÁSTICO
«RESTITUCIÓN DE DERECHOS PARA LES SOBREVIVIENTES
«Firman:
«Xumek
«Colectivo para la Restitución de Derechos a Sobrevivientes del Próvolo- Mendoza».
De las redes sociales
«Este 24 de noviembre a las 11hs, Radio Comunitaria Cuyum fue convocada por el Colectivo de restitución de derechos de los sobrevivientes del Próvolo. En el transcurso de este segundo juicio, el colectivo denuncia persecución a periodistas y sobrevivientes del Próvolo, y la falta de perspectiva de discapacidad y género en el juicio.
«Es por ello que dialogamos con Julia Morcos sobre este tema».
«Entrevista a cargo de Roberto Pino».


