Su padre fue el popular e inolvidable Eduardo Falú, cantautor imprescindible de nuestro folcore. Su hijo Juan, con una dilatada carrera en la música no le va en saga a la vez que abrazó la causa de los derechos humanos también a partir de la desaparición de un hermano. Pero da mucha bronca que todavía hablemos de los atrasos que emergen en el largo camino de lucha por memoria, verdad y justicia.
Hace 38 años que recuperamos la Democracia y, a pesar de altibajos y pasos de avance y retroceso, supimos preservar la libertad y a las instituciones de la república en funcionamiento. Desde el trazo grueso el balance es positivo, ya que vivimos en un Estado de derecho. Por ello también son pertinentes las palabras del músico, que hace uso del que le asiste de peticionar ante las autoridades.
Venimos muy de atrás, porque si bien se sigue adelante en la tarea judicial en torno a lo que dejó la larga noche de la dictadura cívico eclesiástico militar, durante los cuatro años de gestión del Presidente Mauricio Macri se redujo a su mínima expresión. Quizás haya que subrayar aquello de “Macri basura, vos sos la dictadura” como escuchamos cantar en las calles. Pero hay que apurar el tranco.
“Juan Falú: “Bussi le dio un tiro en la cabeza a Lucho, mi hermano”
“El reconocido artista tucumano, a semanas de partir de gira por Europa, se pronunció sobre la falta de pago de honorarios a los peritos del Pozo de Vargas, lugar en donde encontraron el cuerpo de su hermano en el 2016.
“La noticia que delataba el atraso en el pago de honorarios por un tiempo de dos años a los peritos del Pozo de Vargas, sin duda alguna impactó fuertemente en muchas personas que no estaban anoticiadas del destrato hacia los profesionales que lleva a cabo una tarea tan fuerte como la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
“Una de las personas que demostraron su indignación fue el reconocido artista tucumano Juan Falú, quien desde Buenos Aires no pierde el vínculo con su provincia natal y mucho menos olvida lo que significa este lugar tan significativo como doloroso para su familia: “Para todas las personas que fuimos testigos del horror de la dictadura militar el Pozo es un símbolo muy fuerte de esa tragedia porque muestra el grado de crueldad de la represión en mi provincia. Fue escalofriante lo que hicieron allí con los vivos y con los muertos. Me da mucha tristeza la situación en la que se encuentran los investigadores y las tareas porque sé de su trabajo abnegado y comprometido” reflexionó para el periodista David Correa, de eldiario.ar. hasta la fecha se identificaron 116 detenidos desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. Entre ellos, los restos de su hermano Luis, secuestrado por un grupo de tareas el 14 de setiembre de 1976, cuando tenía 25 años, a metros de la casa en donde vivía con su familia, en Lamadrid al 600.
“Luis, “Lucho”, como prefieren llamarlo Juan y su hermana, trabajaba en Gas del Estado y estudiaba Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de UNT, lugar en donde militaba en el Integralismo, un espacio del peronismo revolucionario universitario. Luego de su secuestro, su familia Jamás tuvo noticias de su destino hasta que comenzaron los juicios por crímenes cometidos durante la dictadura.
“”Mi primera reacción al enterarme por las noticias de la situación actual en el Pozo de Vargas fue llamar a familiares de detenidos desaparecidos. Hablé con Josefina Molina, hija de Dardo Molina, vicegobernador tucumano, secuestrado y cuyos restos también fueron identificados allí, para ponerme a disposición. Es necesario reparar urgente esa situacion de honorarios pero también resolver lo relacionado con la continuidad de las investigaciones. Hay que llegar hasta el último metro de la fosa para desentrañar todo lo que hay en el fondo”, sostuvo.
“Y algo que quizás muchos ya han olvidado es que una de las condenas a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura contra el ex gobernador Antonio Domingo Bussi fue en la causa Luis Falú, causa en la cual fue clave el testimonio del ex gendarme Omar Torres. Gracias a él se conoció que Falú fue llevado a ex Arsaneles y fue sometido a torturas.
“Las ejecuciones desde el mando del Operativo Independencia llevado a cabo por el exgobernador, ocurrían cada veinte días y participaba activamente en ellos, ya que era quien hacía la primera ejecución para darle valor a los demás a perpetrar los asesinatos. Omar Torres recordó que desde unos seis o siete metros mató de un tiro en la sien a Falú, a quien identificaba porque en una ocasión recogieron leña juntos y se le grabó el apellido por ser sobrino del folclorista Eduardo Falú.
“Se sabe que casi todos los cuerpos eran arrojados a una fosa en los ex Arsenales, se les tiraban cubiertas de vehículos encima, combustible y se prendía fuego. Otras veces, los restos eran cargados en camiones para un destino incierto, y fue precisamente este macabro destino el del cuerpo de Falú. Torres dio su testimonio ante la Conadep, la Comisión Bicameral Investigadora de las Violaciones a los Derechos Humanos de Tucumán, ante el juez español Baltasar Garzón y luego en las causas judiciales.
“”Empecé a ir al Pozo de Vargas cuando comenzaron las investigaciones, después de 2002. En una ocasión miré hacia lo más profundo, me quedé en silencio e imaginé que mi hermano estaba ahí, cuando aún no teníamos ni una pista de que ese podría haber sido su destino. Ese lugar está asociado a Bussi porque él le dio un tiro en la cabeza a Lucho, mientras estaba arrodillado, con los ojos vendados y las manos atadas atrás”, narró el guitarrista. El 7de junio de 2016 supo con certeza que no estaba errado.
“”Fue impactante porque fueron muchos años de espera y de búsqueda. Se lo contamos a mi madre Esther, de 99 años, que estaba muy enferma pero con momentos de lucidez. Dudamos porque sabíamos de lo duro que sería para ella pero era una noticia largamente esperada, necesaria. A las pocas horas murió, su reacción fue yéndose, en paz, antes de cumplir sus 100”, rememoró.
“”Hace unos días imaginé el itinerario del cuerpo de mi hermano, ese muy escalofriante viaje nocturno desde los ex Arsenales hasta el Pozo de Vargas. Camiones cargados con cadáveres para ocultarlos, un segundo ocultamiento para no dejar rastros pero la historia desnudó esa atrocidad. Aunque sé que no toda la sociedad está unida antes estos hechos, en algún momento se reconocerá el compromiso, la lucha de los familiares de desaparecidos, los organismos y los peritos e investigadores. Mientras tanto, el Estado no puede abandonar esta noble y necesaria de reparación histórica, los pueblos y estados no pueden permitirse el olvido”, reflexionó Falú.
“”Hubo un relato de la historia que caló hondo y es la teoría de los dos demonios, asociar el compromiso revolucionario de una generación a la misma altura de la represión, como si se tratara de una lucha igual. Esa teoría terminó identificando las ideas, los sueños sin especulaciones de una generación con la violencia. A esto se sumó el ‘algo habrán hecho’. Eso no me banco, hay que levantar bien altas las banderas de esos jóvenes, sin arrepentimientos, sin vergüenza, sí con sentido autocrítico pero otra cosa es arrear las banderas. El Pozo de Vargas es la luz de los que están ahí abajo”.
“David Correa para Tiempo Argentino
“Eltucumano.com
“5 de febrero de 2022”.


