Comenzó contando que le sacaron la denuncia, a Vidal, Ritondo y otros por la connivencia que mantenían, con comisarios por droga.
Comentaba la jueza Arroyo Salgado, que era la primera vez que le quitaban un caso (pese a la gran colaboración, luego de suicidar a su ex marido, junto a Patricia Bullrich, Laura Alonso y alguna acosadora mas, celular en mano, obligándolo a quitarse la vida (atribulado, por sus propias viles argucias).
Dijo tener pruebas suficientes (no como las inexistentes de “Lucky” Luciani y Sergio Mola, además del juez Giménez Uriburu, apoyados por el vergonzoso Tribunal de Casación) sobre el narcotráfico, en la provincia, durante el narcoestado de María Eugenia Vidal “Heydi”, para que se los procesara. El rey de “la frula”, dueño del país y la justicia, como testaferro del imperio, se interpuso, desde las sombras.
La Nación + mafiosa, le abrió las puertas, pero, para desviar esa -su denuncia-, girando la brújula, hacia la burda imitación del miserable juez Moro, que dijo que un departamento que nunca fue de Lula, era de Lula, enviándolo a la cárcel y proscribiéndolo. EE. UU. se sacó el gusto, mas, el sufrido pueblo brasileño, cayó bajo sus garras, en la persona de un déspota corrupto y denigrante, Bolsonaro, su runfla de delincuentes y el mayor de ellos, su hijo.
Cabe señalar que el padrino, o el “diávolo”, Éttore y sus 400 medios, crearon el clima, con sus denuncias, para que se volviera a juzgar a los juzgados y absueltos, de cargo alguno. El atropello al derecho y a la constitución, durante el régimen cuatrienal anterior (en algunos casos, continúa ese secuestro, o privación ilegítima de la libertad demostrando la sumisión, al poder de las rayas y las estrellas, por lo cual, decía, pasamos de una suerte de dictadura macrista, a un estado de excepción) no encuentra antecedentes de tal magnitud, en un país donde se derrocaron gobiernos democráticos con la anuencia de CSJN, que crearon un poder de facto legal, como Irurzun creó la teoría de que “todos somos culpables, hasta que se demuestre lo contrario”, o sea que debemos demostrar nuestra inocencia, en contrario imperio con el derecho consagrado, en el mundo.
Estos mal paridos (por lo menos), no encuentran parangón, en el planeta. cuántas personas de bien (lo cual no manifiesta una situación social, sino una condición humana), padecieron cárcel y tormento, por años, por esa, la actitud de “los arrastrados del mundo”.
Cipayos, mercenarios, sicarios y mafiosos, abundan, hoy, en la Argentina. Nada nos puede asombrar; mas allá de que no debamos naturalizarlo, pues somos otra cosa, aunque “los que bajaron de los barcos”, trajeran tantas plagas y genocidio. Lo que ahora intentan hacer, los del equipo de fútbol del “Liverpool” -entre los que se destacan los que “aman” a los chicos de inferiores, de los cuales, el dueño de casa es abanderado-, es de una perversión que raya en el ridículo.
Decía, el entrañable Eduardo Galeano, que la justicia es como las serpientes, pica a los que andan descalzos (los mas pobres); este no es el caso, pero se asemeja, al liberar a los corruptos con mil causas y procesos, tratando de malversar acusaciones, contra los mas probos. En este clima, de amenazas, intentos y juicios vergonzantes, el pueblo debe hacer tronar el escarmiento.
Quien mata, o intenta hacerlo, no merece vivir. Todo este andamiaje jurídico perverso, que intenta sepultar al derecho, debe cesar, o el pueblo y el “buen sentido”, que es mas que el sentido común, decía Ortega y Gasset-, debe borrarlo de la faz de la tierra.
19 de setiembre de 2022 (Es todo, todo, tan brutal, que ha dejado sin sentido a la palabra)
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.