El acontecer económico y político
Desde hace años el método político del poder económico está siendo la confrontación, fomentando la inestabilidad económica y la polarización política. La grieta, la demonización del otro son sus mecanismos políticos predilectos, alimentar la fuga de capitales y el fetichismo argentino por el dólar es su mecanismo económico para desestabilizar gobiernos.
Aún resuenan las posibilidades de una escalada en la violencia política de haber sido exitoso el atentado a la líder del peronismo. Aún es un interrogante quiénes fueron sus organizadores, su autoría intelectual, logística, y su financiamiento, aunque las pistas apuntan hacia los halcones del PRO.
Alimentando esa hipótesis el diario La Nación de la capital editorializa “¿Atentado?: demasiados interrogantes y sospechas “, acusando CFK de auto atentado. Considera que “estamos ante un montaje inventado por el kirchnerismo para victimizarse” e inventa una “guardia pretoriana paraestatal, conformada por integrantes de La Cámpora, que se superpondría con las fuerzas del orden”. Siguiendo los consejos de Goebbels el medio siempre repite las mismas mentiras, incluso recordaron a su mártir, el suicidado Nisman. Tal el nivel de violencia de la fábula macrista, que transforma a una agrupación política del tercer milenio, que hace política pública y legal, en una fuerza armada paraestatal.
La agresión provocó una inusual respuesta: el Partido Justicialista emitió un comunicado específicamente para repudiar el editorial. Cabe recordar que, pese a las quejas de Esmeralda Mitre, legitima dueña por herencia, Macri controla el diario y su línea editorial. Razonablemente la heredera se queja del cambio de la línea editorial, por partidización y pérdida de objetividad como medio informativo, que lo terminarán perjudicando como negocio.
Indudablemente los “halcones” del PRO, particularmente el ex presidente Macri, dueño de uno de los principales grupos económicos del país, luego de despreciar el llamado al dialogo alimenta la confrontación política directa. Su propia existencia política se basa en la grieta y un ferviente antiperonismo
Dólar e inflación
La designación Massa como primer ministro partió del intento de controlar una corrida cambiaria que amenazaba incluso con disparar una hiperinflación. En el último trimestre hay fuertes vencimientos con el FMI, lo que sumaba a ese escenario el temor a un incumplimiento, que complicaría aún más la situación.
El beneficio de soja sin retenciones finalizó el viernes 30, ingresaron de U$S 8.123 millones, y el BCRA compró U$S 5.000 millones. Se utilizarán para cumplir con el FMI. Se abonaron al FMI US$ 2.590 millones en setiembre, y hasta fin de año están programados otros US$ 2.700 millones.
Los anuncios de Massa en su asunción sobre conseguir fondos mediante negociaciones con bancos internacionales, a través de “Repos” (préstamos con garantía en bonos) quedaron en la nada. La búsqueda de fondos sigue, el primer ministro planea repetir el súper dólar a otros sectores exportadores: como economía del conocimiento y minería. Mas privilegios a los más ricos.
El fuerte ingreso de divisas no fue capaz de controlar los tipos de cambio no oficiales. El valor del dólar fuga alcanzó $ 350 en el pico de la corrida cambiaria, pero sigue promediando los $ 300. Duplican el cambio oficial, una brecha del 100%, lo que particularmente en la ciudad porteña de Buenos Aires, nacida del contrabando, alimenta diversos mecanismos especulativos.
Esta cierta estabilidad del tipo de cambio no se tradujo en mayor estabilidad de los precios, septiembre terminará con un alza de precios en el orden del 7% por tercer mes consecutivo. En el gobierno reconocen que es necesaria una fuerte decisión ante los formadores de precios para detener las injustificadas remarcaciones.
Columna: Hugo Castro Pueyrredón, economista y docente de la UBA, 1 de octubre de 2022
Desde los costos nada justifica los aumentos en los alimentos, que ya generan preocupación política por su contrapartida: la caída del salario real. El mismo vice ministro de economía Rubinstein, consultor economico de conocido pensamiento libremercadista, coincidió con Cristina Kirchner sobre el fuerte aumento de la rentabilidad de las empresas alimenticias.
La Secretaría de Comercio debería encargarse de este problema. Las gestiones de Moreno y Costa fueron muy criticadas, justamente por controlar a los formadores de precios, El actual gobierno no muestra disposición a hacerlo, y de allí la renuncia del anterior secretario Roberto Feletti. El actual, Tombolini, parece tener en claro su lugar, de allí que se dedique a las figuritas y no a los alimentos.
Como si esto fuera poco a partir del 1 de noviembre se aplicará el postergado aumento del impuesto a los combustibles. Implica una suba del 4%, que lógicamente se trasladará a todo el transporte, alimentando la inflación.
Equidad social y salarios
En los primeros siete meses del año, el índice de salarios cerró con un alza del promedio del 41,8 %, contra una inflación del 46,2 %. Los asalariados en conjunto perdieron un 4.4%. Los trabajaros estatales, que esperaban recuperar pérdidas de 2021, perdieron otro 1,1%. Mientras que trabajadores privados en blanco, los mejor pagos, perdieron 2,9%. Los trabajadores no registrados, el ultimo orejón del tarro, obtuvieron un magro 31,7%, perdiendo 14,5%, los pobres cada día mas pobres.
Acorde con estos datos, el INDEC informa del descenso de la pobreza, del 37,3 % al 36,5%, a la par de un aumento en la indigencia del 8,2 % al 8,8%, al primer semestre del 2022. La pobreza e incluso la indigencia superan ampliamente al 6,9 % de desocupación. La sola existencia de trabajadores pobres, es un cambio en el sentido común argentino, donde trabajador y pobre debieran ser contrarios
Los datos de salarios y de pobreza muestran el impacto del fuerte aumento en los precios de los alimentos, así como la creciente desigualdad social: aumentan las ganancias empresarias, caen los salarios reales, y caen mucho más los de los trabajadores en negro, los peor pagos.
Durante meses los movimientos sociales pidieron un salario básico universal, con el objetivo que alcanzara al conjunto de los pobres. Un sector del oficialismo, encabezado por la propia vicepresidenta, apoyó la medida. Finalmente se negoció un subsidio alimentario, pero solo para los indigentes. Así que los beneficiarios se redujeron del 36.5% (los pobres) al 8.8% de la población (los indigentes), según la última estadística oficial.
La caída de los ingresos de los asalariados empuja al aumento de la conflictividad social, con marchas de los excluidos y cada vez conflictos sindicales de mayor tamaño y duración.
Los medios publican como noticia que se analiza un bono para sectores vulnerables, pero no hay noticia alguna. La medida del 5 de setiembre pasado está incluida en el mismo decreto que otorgó el gran beneficio de anular las retenciones a los sojeros. Se aprobó el otorgamiento de “una prestación monetaria extraordinaria no contributiva y de alcance nacional que asegure una adecuada alimentación para las personas en situación de extrema vulnerabilidad”.
El ya mencionado decreto que otorgó un dólar a $ 200 a los sojeros, donde tras las retenciones queda un cambio equivalente al dólar oficial, Massa reconoció que con esto “el Estado pagó de más”. El monto recaudado aún no se ha informado, pero son cientos de miles de millones. Deberá utilizarse para el mencionado subsidio alimentario, y para estímulo a pymes y economías regionales. Aunque la medida no especifica las proporciones, ya se anunció que el monto de la ayuda social será de $ 75 mil millones.
Presupuesto 2023
Massa, que acostumbra ya ocupar lugar de primer ministro, esta semana debió ocuparse de las tareas del ministro de economía, y presentar el presupuesto 2023. Por indicaciones expresas del FMI su discurso incluyó el pedido de revisión del gasto tributario. Esa generalidad no discriminada por el ministro incluye la exención a las ganancias de los jueces, junto con el IVA a los alimentos.
En presupuesto supone una inflación del 95% 2022 y un optimista 60% en 2023, además la política cambiaria es devaluar según inflación. Las estimaciones del presupuesto se terminaron de elaborar en julio. En los meses posteriores la inflación escaló al 7% mensual, con lo que los cálculos oficiales de inflación y tipo de cambio ya están desactualizados, salvo que el gobierno sea capaz de reducirla a un 3% mensual en el último trimestre.
La estimación de crecimiento para 2023, es un escaso 2%. Las políticas monetaria y fiscal de enfriamiento de la economía, de contracción del gasto público, y tasa real positiva, empiezan a surtir efecto. El crecimiento previsto para el 2023, se explica en la puesta en marcha de Vaca Muerta, que permitiría no solo reducir importaciones sino además una explosión de las exportaciones gasíferas.
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) mostró nula variación respecto de junio pasado, en la medición desestacionalizada. La actividad económica se estancó en julio evidenciando el mencionado enfriamiento de la economía.,
A modo de cierre
El poder económico no cesa en su embate inflacionario y su expresión política alimenta la grieta, promoviendo claramente la conflictividad. El gobierno hace hasta lo indebido para cumplir con el FMI, y acaba de presentar un proyecto de presupuesto de ajuste, donde deja en claro que su objetivo no es la dinamización del mercado interno, y por tanto del nivel de vida de los trabajadores, sino el de las exportaciones, para pagar la deuda. Vaca Muerta es la gran esperanza del gobierno.
Los pocos miles de sojeros ya se vieron beneficiados, pero los indigentes, esos a los que nos les alcanza para la comida, siguen esperando. Esta semana la vice presidenta reclamó públicamente al ministro de Economía que implemente “un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia”, como establece el mencionado decreto que benefició a los que el primer ministro decidió.
Según afirman la razón de la actitud de CFK es su convicción de no ser como Alvarez ni como Cobos, de no romper políticamente con su compañero de fórmula presidencial, cuestión que se torna compleja ante la política económica oficial.
El próximo presidente de Brasil le dio un claro consejo al gobierno argentino: no se puede estar en el medio, hay que saber para qué lado se gobierna. Las elecciones se acercan y el líder brasilero observa que así el peronismo va a perder.
El divorcio entre la política economía del gobierno y su compromiso electoral no es sostenible. Como quedó en claro en las últimas elecciones si no se prioriza el compromiso con la inclusión social, el frente político gobernante va al fracaso. El ajuste y los beneficios a los ricos no es lo que votamos y para el ajuste están los otros.
Columnista invitado
Hugo Castro Pueyrredón
Licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1993. Trabaja en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación desde 2004 como asesor en temas económicos del Frente de Todos. Especializado en el rol del Estado en la economía, finanzas públicas y análisis presupuestario. Participa en la evaluación de diversos proyectos de inversión. Además, ejerce la docencia universitaria en la UBA desde los años ’90.


