La actitud sanmartiniana de la totalidad de las instituciones ante el peligro que corre la Patria. La población debe seguir esa senda.
En 1958, desde los púlpitos católicos se instó a los fieles a votar por Frondizi. Yo estuve en rebeldía, porque conocía, sobremanera, al supuestamente claudicante, quien retiró -de las librerías-, su libro sobre petróleo y política, con que embaucó a miles de esperanzados votantes.
Pese a mi conocida posición política, jamás voté negativamente. Jamás pensé que “cuando peor, mejor”, aun sabiendo que hay situaciones sociales y políticas, para lo cual esa posición es correcta, especialmente cuando regímenes de fuerza y antipueblo tienen el poder y resulta menester el exceso, para provocar la reacción de un pueblo en pos de su liberación.
Creo ser claro, desde 1958 a la fecha, jamás deje de votar y de hacerlo positivamente, aunque alguna vez debí optar por el menos malo. Donde algunas veces, debí votar proscripto, porque mi opción democrática y positiva, estuviera proscripta por el poder internacional, al cual responde nuestra justicia; especialmente por el Departamento de Estado.
Esto -también- está claro. Hoy, la Patria está en peligro -sin margen de duda-, debiendo actuar nosotros en consecuencia. Hasta en esto, el Libertador de libertadores y Padre augusto de la Patria, nos indica desde la historia -que gestó como nadie-, cual es el camino. El resto, corre por nuestra cuenta.
Debemos ejercer el duro oficio de pensar, no de divagar. Para eso somos la especie distinta, aunque los otros animales obren bien, aun a falta de nuestra inteligencia. Así como -en 1958- voté en disidencia, pero positivamente (ni en blanco, ni anulado), hoy me siento honrado por las instituciones, que entienden la gravedad de esta circunstancia trágica -en ciernes-, que puede vivir la Argentina (Latinoamérica y el mundo), si estas combinaciones tóxicas y mortales, siguen avanzando.
El mas grande delincuente mafioso del planeta (según los medios internacionales), que con mas de doscientas causas gravísimas, continúa en libertad y haciendo gala de la impunidad a que somos sometidos, ha tomado las riendas de un engendro perverso que glorifica a la tortura, la persecución, la muerte y -finalmente-, el vaciamiento, la disolución nacional y el colonialismo salvaje.
Si yo fuera un descerebrado -con los 86 años que cargo, sobre el lomo, de cuero duro-, me haría a un costado, aguardando mi propia partida, que mas pronto que tarde habrá de producirse. Pero yo no soy yo, aunque desde lo mas profundo de mi ser, soy yo mismo.
Yo soy el otro; soy mi pueblo y mi gente. Soy el viejo abuelo de todos los nietos del país aunque solo tenga tres -a las que adoro, con toda mi alma- y soy el padre y el hermano, del otro, que es la Patria. Son 86 años de sentir solo amor, por todos; como ese amor que recibo y he recibido, siempre.
La vida es amor, aunque haya momentos de zozobra, de dolor y de pena. Al superarlos, reina el amor, porque es la única manera de vivir. El odio envilece y la venganza enferma al que la ejerce. Hoy me enorgullezco, dije, porque no solo las personas, sino que las instituciones, religiosas, políticas, sociales, económicas, gremiales, de DD. HH.; los grandes clubes, de fútbol y de deportes, en general; los clubes de barrio que tanto bien hicieron y hacen; ese universo de actividades y de inclinaciones y distintas vertientes, ante el peligro, se manifiestan.
Y lo hacen por Unión por la Patria. Porque no podemos inmovilizarnos ante la adversidad; lo demás, vendrá por añadidura. El futuro será nuestro y deberemos respaldar, pero luchando por la Patria y por todos, porque los argentinos; que es decir los integrantes de una república plurinacional; una familia, que debe marchar junta y unida, con sus divergencias y puntos de vista, pero unida, para ser mejor, como especie, basada en ese amor por el otro, que hará posible que la Argentina Potencia sea una realidad, para siempre. Gracias por la decisión y el coraje. Porque si el 19 triunfa la Patria, triunfamos todos y tendremos porvenir; para nosotros (aunque ya no esté) y para quienes nos sucedan. Los abrazo fraternal y estrechamente, corazón a corazón.
12 de noviembre de 2023 (el triunfo está a la vuelta de la esquina)
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.