¿Usted sabe cómo influye la tecnología en su vida y además qué poco conocemos de ella? Veamos algunos ejemplos de su aplicación en esta nota.
1 – En noviembre de 1972, la revista Playboy se convirtió en la más vendida de la historia, con la friolera de 7.161.561 ejemplares. La playmate de aquella tirada era una muchacha de 21 años, nacida en Suecia, de nombre artístico Lenna Sjooblom (en realidad, Lena Soderberg).
Su relación con la informática es que precisamente fue el póster central de esa revista la que se utilizó para las primeras pruebas de procesamiento de imágenes digitales sobre Arpanet (previa a Internet), en la University of Southern California. Aún hoy día dicha imagen (”Lena”) muestra su cara y su hombro descubierto (en el original, aparece desnuda), y continúa siendo un estándar para probar los algoritmos de compresión.
Tanta fue la repercusión, que incluso Playboy autorizó su publicación en el ámbito científico, no denunciando a la revista Optical Engineering que utilizó la imagen de la modelo. Curiosamente, ella no fue consciente de que su rostro representaba la investigación de imágenes digitales hasta que en 1998 fue entrevistada por una publicación informática sueca. Se sorprendió agradablemente.
En mayo de 1997, fue invitada a la 50th Annual Conference of the Society for Imaging Science in Technology, como parte de de la historia de la imagen digital. “Deben estar ya hartos de mí… observando siempre la misma imagen durante estos años”. Por entonces, vivía en Estocolmo, donde ayudaba a discapacitados a trabajar con ordenadores (no conectados a Internet).
2 – En la Universidad de Tokushima, en Japón, se está trabajando en el almacenamiento de información personal en las uñas humanas mediante escritura láser. Posteriormente, sería posible leer estos datos a través de un microscopio con luz fluorescente, puesto que un bit ocuparía un círculo de 3.1 micras (la millonésima parte de un metro) de diámetro.
Esto serviría para atender accidentes o reconocer cuerpos cadavéricos Sin embargo, aún no se ha resuelto el problema de que el propio crecimiento natural de la uña pueda eliminar la información, por lo que ésta debe volver a escribirse cada seis meses.
Otros problemas serían: imposibilidad de pintarse las uñas, o mordérselas, o hacer trabajos que pudieran estropearlas. Además, el robo de información sería mucho más doloroso que lo imaginable.
Columnista invitado
Jorge Andrés Barale Álvarez
(Montevideo, 7 de octubre de 1956) es un humorista, periodista, guionista y escritor uruguayo. Es hijo del dramaturgo uruguayo Washington Barale, quien por razones políticas debió emigrar con su familia desde su país natal a la Argentina en el año 1975. Comenzó su carrera de lingüista en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1976, egresando en 1983. Desde el año 1980 comenzó a publicar en diversos medios gráficos, entre los cuales se destaca El Porteño, con dirección de Gabriel Levinas (donde tuvo como compañeros a los periodistas Eduardo Aliverti y a Jorge Lanata, entre otros) y en 1981 publicó su primera nota en la prestigiosa revista Humor, de Ediciones de la Urraca y dirigida por Andrés Cascioli. En esta revista escribió diversos guiones ilustrados por las plumas de Alfredo Grondona White, Tabaré, Maicas, Ceo y otros artistas. En el año 1989, junto a Aquiles Fabregat (Fabre) y Julio Parissi dirigió un suplemento de humor llamado BERP! para el matutino uruguayo La República, dirigido por Federico Fassano. En 1997 se hizo cargo de la revista SexHumor, bajo su dirección editorial. También se desempeñó como libretista del programa televisivo HiperHumor junto con Andrés Redondo, Julio Parissi y Eduardo D´Angelo. Fue fundador de varios emprendimientos y publicaciones de humor como Pingüinos (2004), HumorSA (2003) y otras. También creó y dio forma a la Agencia del Humor, única agencia de noticias de contenidos humorísticos conocida. Actualmente dirige publicaciones en De pe a Pa Editora y también es docente en Lengua y Literatura, Historia y Filosofía. Barale es partidario de un nuevo concepto educativo donde propone agregar dos elementos: el uso pedagógico del humor y la utilización del celular en clase como herramienta de aprendizaje. En la actividad docente ha desarrollado varios programas informáticos con la lengua castellana que aún no han sido probados en la actividad de la enseñanza, como Lector Doctor (un lector inteligente que interpreta textos automáticamente) y Corrector Juvenil (un programa para redactar textos desde cero).