Tal como habíamos anunciado (1), este martes pasado dio comienzo el seminario sobre el documento de 33 páginas que emitió Cristina recientemente. La primera clase fue presencial en un teatro de la CABA y paralelamente una transmisión por zoom a aproximadamente 420 inscriptos de todo el país (al menos contabilizamos 20 provincias), de los cuales sólo pudimos identificar a dos mendocinos, lo cual ya de por sí habla del estado de desmovilización mental y de la otra que hay en nuestra provincia, donde la militancia, por ejemplo, no sabe quién fue Alberto Martínez Baca. Los dirigentes no se lo enseñaron… Algunos, como Guillermo Carmona, se enojan cuando se lo nombra.
A propósito de esto, mientras se redactan estas líneas los noticieros dan cuenta que un grupo de salvajes libertarios (otrora unitarios, parece que rima) había agredido a una militante de derechos humanos en la CABA, lo que nos lleva a pensar que, tarde o temprano, la militancia “light” de la post-dictadura tendrá que rever seriamente sus buenos modales y cortarla con eso de que “el amor vence al odio”.
A los viejos nos toca la tarea de explicar a los que vienen detrás y pasan al frente, que no es lo mismo haber leído el NUNCA MAS que haber soportado que un helicóptero sobrevuele tu casa en horas de la noche o que desaparezcan compañeros y amigos y nunca más volver a verlos, o despedirlos cuando se iban al exilio forzoso. No sirve esa militancia que canta consignas al compás de Bad Moon Rising, sin saber siquiera que esa música es de Credence Clearwater Revival, de los años ’60. ¿Somos militantes o somos autómatas?
Sin embargo, parece ser que el éxito de ese seminario se debe a que hay una militancia que empieza a entender “por qué” se debe militar. Y el episodio de la militante maltratada y amenazada por los libertarios es algo así como un trabajo práctico para que, además de formarnos ideológicamente, debamos prepararnos para otras formas de lucha, además de aprender a hacer autocrítica y dejar de echarle la culpa de todo a Clarín, porque es lo mismo que hacen ellos, que se la pasan echándole la culpa de todo a Cristina (¿qué tal si empezamos no pareciéndonos a ellos?).
Si limitamos la “militancia” a la repartija de cargos y candidaturas a escondidas (Mendoza es un caso, en TODOS los departamentos), los resultados seguirán siendo los mismos. “No alcanza con resistir, hay que contraatacar”, decía John William Cooke, y eso supone volver a aquello de que la política es la guerra, pero con otros métodos. Ahora bien, ¿sabe la militancia actual quién fue Cooke?. Hay que ver también que ya no hay códigos republicanos como los que practicaron Perón, Balbín, Alfonsín o Cafiero. O incluso el propio Menem, con perdón de la palabra. Esos códigos ya no existen. Han vuelto los códigos de la dictadura, pero sin militares, y los razonamientos no funcionan con los psicópatas que se adueñaron de nuestras vidas con violencia, prepotencia, caprichos, insultos… lo único que tienen para ofrecer.
La primera charla tuvo como disertantes al conocido periodista, historiador y analista político Hernán Brienza, como asimismo a la historiadora y concejala del partido de Moreno, Provincia de Buenos Aires, Araceli Bellota, con la moderación de Lola Galarza, de La Cámpora.
Arrancó, como lo hace siempre, Oscar Parrilli, presidente del Instituto Patria (IP), asistido por la diputada Claudia Bernazza y la artista Teresa Parodi. El neuquino dijo cosas en tono autocrítico: “Si Milei fracasa, el próximo puede ser un cura o un deportista. No alcanza con que se vaya Milei. Hay que tener en cuenta que en 2019 sacamos más votos que en 2023, lo que indica que no supimos contener a nuestros votantes. Nosotros le regalamos la bandera de la libertad a Milei, tenemos olvidado a Alberdi. Donde hay una necesidad hay un derecho, pero también un deber, nos olvidamos de eso”.
La diputada provincial neuquina Lorena Parrili tuvo a su cargo la coordinación entre los que estaban presentes en el teatro y quienes estábamos en el Zoom.
Justamente la clase fue titulada “Alberdi no es Milei”, y estuvo dedicada a la cita de Cristina al principio de su documento, cita que reprodujimos en la nota anterior (1). Objetivo: dejar en evidencia que Milei nunca leyó al inspirador de nuestra Constitución Nacional, a pesar que se llena la boca invocando su nombre.
Brienza disparó conceptos que, con nuestras propias palabras, así resumimos:
“La Historia nos lleva al pasado para hacerle decir cosas al presente. Todos hacemos hablar al pasado desde nuestro contexto, pero algunos lo hacen de manera fraudulenta. Hay que preguntarse por qué Milei hace hablar a Alberdi, al Alberdi que es previo a la Constitución Nacional, al Estado Nacional; no hace hablar al Alberdi posterior-a, porque ese Alberdi ya fue otro. Lo de Milei es una forma de invalidar al Estado-Nación; por eso el DNU se llama “Las Bases…”. Fue la interna federal (N.del A.: hoy diríamos peronista) de esa época la que terminó con el rosismo, no los unitarios. Pero hay varios “alberdis”: uno que en 1837 se enfrentó con Rosas sosteniendo que debía construirse un pensamiento argentino. Pero Alberdi también dijo que “los liberales argentinos adoran a una deidad que no conocen: la libertad” (sic) y que si no hay autocontrol no hay liberalismo. Luego Alberdi también cuestionó a Mitre y su política contra los caudillos. “El caudillo es el favorito de la democracia, los caudillos SON la democracia” (sic), agregó”.
Pero además Brienza no le esquivó el culo a la jeringa de la autocrítica:
“Ellos leyeron mal la Historia, pero nosotros también lo hicimos. Alberdi habla de los derechos y los deberes de todos y criticó el monopolio del poder por parte de un sector, por lo tanto está a la izquierda de los liberales modernos. “Sin fraternidad no puede haber igualdad y sin igualdad no puede haber libertad” había sentenciado Esteban Echeverría. Si traemos ese pensamiento liberal de un contemporáneo de Alberdi, hoy diríamos que no hay liberalismo si no podemos llegar a fin de mes”.
Brienza redefine las cuatro crisis liberales desde 1981, siguiendo a Cristina, obvio, y luego define la 4º de Milei como “liberalismo farabute” (2) y sostiene que “debemos volver a armar un pacto social. No somos liberales, pero hay que rescatar algunas cosas de los primeros liberales, tenemos que repensarnos desde cero”.
A su turno, la historiadora Bellota dijo lo suyo, con mayor contundencia aún: “Milei no leyó a Alberdi, o ha decidido contradecirlo. Si Alberdi viviera estaría en la vereda de enfrente de Milei. Alberdi no criticaba a Rosas por su federalismo, sino por su centralismo porteño. Observó que Buenos Aires estaba cometiendo el mismo error que España y la Ley de Aduana de Rosas (3) de 1835, si bien protegía a las industrias del interior, no coparticipaba esos ingresos con las provincias. Alberdi se peleó con Sarmiento al decir que “no hay que excluir ni aún a los malos, porque ellos son parte de la familia” (4)(5). Milei se parece más a Sarmiento que a Alberdi. Milei no entiende que nuestro federalismo es mixto y que en 1865 Alberdi se opuso a la Guerra contra el Paraguay, dado que destruir y endeudar al Paraguay era el principal objetivo de Inglaterra, que inspiró esa guerra. Si Milei hubiera leído a Alberdi no estaría buscando tomar deuda”, y leyó el párrafo que encabeza el documento de Cristina y que reprodujimos en la la primera parte (1).
Al momento de responder preguntas, Bellota criticó el uso de la palabra “balcanización” al referirse a la actualidad argentina, en tanto hace referencia a la Guerra de los Balcanes (1912-13), que ocurrió en Europa. Ante la insistencia de un asistente sobre que la creación del estado uruguayo hace 200 años fue “balcanización”, hizo un pequeño popurrí de vocablos que deberíamos repensar, como las categorías de “izquierda” o “derecha”, que provienen de Europa. Obviamente no participamos de esa visión, en tanto la obra de Alberdi es hija de los ideales de la Revolución Francesa. “Inventemos otras palabras… ´fascismo´ es una expresión europea”, insistió, y rescatamos que es un excelente disparador para el debate aunque no estemos del todo de acuerdo.
Comentarios personales necesarios
Es cierto, aunque, a nuestro entender, así seguimos en la superficie de los problemas.
Pero además, cuando Bellota se burla del “Mendoexit” de Cornejo diciendo que “es absurdo, es ridículo pensar en una independencia de una provincia que no tiene salida al mar”, pasando por alto dos cosas:
1) Una es una probable fantasía que está circulando, según la cual Argentina podría quedar dividida en cuatro. A las cacareadas “Provincias Unidas del Sur”, que lanzaron un video con el logo de la DAIA, o sea la Estrella de David, se sumaría un supuesto segundo país formado por Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Entre Rios, por lo que sí tendría salida al mar a través de los puertos santafesinos, por donde hoy sale todo el contrabando de drogas, minerales de nuestra cordillera, soja, etc. etc. No hay que subestimar al Estado Narco en serio que se está gestando en la provincia de Santa Fe.
2) No hay que subestimar al Cornejo que anunció, desde Canadá, la invasión de mineras extranjeras que recalarán en Malargüe (si el pueblo mendocino y de las provincias aguas abajo lo permiten, obvio) y que se está hablando que finalmente “van a entregar las tierras a El Azufre de Beccar Varela & Co.”, recordando que allí hay diseñada ya una pista de aterrizaje y que es muy difícil el acceso por tierra. Es un chileno radicado en Malargüe quien más empuja a favor del proyecto. Luego, no es necesaria una salida al mar, ¿no?. Suiza, Austria, Bolivia, no tienen salida al mar…
3) No hay que dejar de lado que Argentina forma parte de la Nueva Ruta de la Seda (7), que nacerá en China y terminará en China, y que tiene cuatro andariveles y dos de ellos pasan por Sudamérica. De los dos sudamericanos, un andarivel pasaría por Mendoza y atravesaría Chile. El derechista presidente Piñera, recientemente fallecido, adhirió con entusiasmo a ese proyecto. Alberto Fernández también lo hizo. Luego, el concepto de “salida al mar” no tiene mucho que ver con la soberanía política de un país.
No es tan absurdo lo de Cornejo, y no es un problema menor que las autoridades peronistas de los gobiernos municipales del sur mendocino hayan adherido recientemente a proyectos mineros que el pueblo no conoce, lo que es violatorio del artículo 41 de la Constitución Nacional, y potencialmente violatorio de las leyes de presupuestos mínimos 25.675 y 27.566, este último adhiriendo al Tratado de Escazú. Los funcionarios ambientales no saben de qué se tratan esas leyes (literalmente, damos fe).
La sistemática y deliberada omisión de lo dicho en estas leyes en todos los proyectos mineros y petroleros de Mendoza es otro indicador (y van…) que “Mendoza está en otra” desde hace mucho tiempo. Si usted visita Malargüe y conversa con la gente, verá que hay una tradición según la cual “las leyes argentinas no rigen acá”. Desde la falsa “licencia social” a la minería se define como ecoterroristas a los ambientalistas y se los acusa de “no conocer Malargüe, que es distinta del resto del mundo”.
Después de todo, Cuyo empezó siendo, en tiempos pre-independentistas, parte de la Capitanía General de Chile. Quizás lo siga siendo en el inconsciente colectivo menduco. Eso explica muchas cosas: por qué las familias patricias mendocinas le negaban a San Martín entregar a sus hijos para la guerra independentista y a cambio ofrecían a sus esclavos negros.
Hay que recordar también que fue Cornejo el antecesor del actual código de seguridad en las calles de Patricia Bullrich. El código contravencional, que contó con el apoyo del PJ, prohíbe a los “trapitos”, a quienes hacen asado en la vereda y hay ambientalistas procesados por abrazar a la Legislatura, considerado por el Gobernador como “secuestro de los legisladores”. Es un código para sancionar a los pobres por portación de cara, por ejemplo. Digámoslo sencillamente: Mendoza también es precursora moderna en eso de que el Poder Ejecutivo avance sobre las atribuciones del Judicial.
Fue el tándem Cornejo Suárez quien trajo a Mendoza a Mekorot, empresa israelí que administra el agua en Tierra Santa y que está masacrando al pueblo palestino. Esa empresa va de la mano, aquí, con el desembarco de las grandes mineras anunciado con bombos y platillos, desafiando la voluntad del pueblo expresada en la ley provincial 7722/2007.
Volviendo a la compañera Bellota, el Mendoexit de Cornejo no es un delirio para tomarlo en broma. El pueblo mendocino volvió a votarlo y la oposición no se le opone. De hecho, reitero, entre los 420 asistentes virtuales a la primera clase del seminario, sólo había dos mendocinos, uno no nativo. Y eso dice mucho.
Columnista invitado
Carlos Benedetto
Museólogo, espeleólogo, docente jubilado y presidente de la Federación Argentina de Espeleología (FAdE). Escritor y periodista. Miembro de la Comisión de Ambiente del Instituto Patria. Director del quincenario Sin Pelos en la Lengua. Fundador del Frente Opositor al Servicio Militar Obligatorio (FOSMO, 1982). Co-fundador de la Biblioteca de la Memoria Jaime De Nevares (2007) y de la Agrupación Luis Barahona (2018).
Notas
1) https://marcelosapunar.com/2024/03/16/la-patria-en-peligro-argentina-en-su-tercera-crisis-de-deuda-1-por-carlos-benedetto/
2) https://www.diccionarioargentino.com/term/Farabute: FARABUTE es una variante de fanfarrón, pícaro, generalmente de mal vivir. La palabra es de origen italiano “farabutti” que significa ostentoso, pero también deviene del castellano “faraute” que significa mensajero, intérprete y en germanía equivale a alcahuete. El tipo es un farabute. Es un fanfa, garca
3) Recordar que en su primer gobierno Rosas tuvo facultades extraordinarias (ejecutivas y legislativas), pero en el segundo gobierno tuvo Suma del Poder Público (los tres poderes reunidos en su persona) y que, por lo tanto, Milei “es” más Rosas que Alberdi (N.del A.)
4) https://marcelosapunar.com/2023/11/08/como-llegamos-a-esto-por-carlos-benedetto/
5) https://marcelosapunar.com/2024/03/05/conoci-a-benegas-lynch-el-aplaudidor-que-no-sabe-de-economia-por-carlos-benedetto/
6) https://marcelosapunar.com/2024/03/20/jaque-mineria-y-la-pregunta-del-millon-malargue-es-una-zona-de-sacrificio/
7) https://chequeado.com/el-explicador/la-argentina-adhirio-a-la-nueva-ruta-de-la-seda-que-implica-y-que-resta-por-conocer/


