Dictadura monárquica, vesánica, extranjera y genocida.
No es mi deseo reiterar -decía-. Pero la contundencia de los votos, por maniobras aleatorias; por fraudes, o legales y ciertas, no otorga derecho, permitiendo hacer cualquier cosa, hambreando a un pueblo, declarándole la guerra al 80 % del mundo, anticipando la muerte de un pueblo, o yendo, sin reparo alguno, a la disolución nacional, que puede ser lo mismo.
Desde que el energúmeno ganó las elecciones (sin superar el 29 % original, pero con todo el agregado de las mentes lavadas por los medios y la mafia judicial), recibí llamados de apreciados amigos, latinoamericanos y del mundo, azorados por el ascenso al poder de una especie subhumana, de tal nivel.
Desde Edilia Camargo (UNESCO, panameña y filósofa, hasta Renata Baghatin, de Italia, pasando por García Seca y otros -de España- y -a la vez-, de portugueses, franceses y de otros lares), me decían, ¿cómo puede ser, Argentina?. Ellos -también- eran víctimas, de esa peste ideológica, difundida, como el virus, por el Eje del Mal.
Lo de nuestro país, está a la vista; no lo ve, quien no quiere ver, o pertenece a esa masa amorfa de los ignorantes de la realidad por sus cerebros lavados, o porque se niegan a pensar y luego sufren y lloran; pero ya es tarde. La maniobra de las mafias mediática y judicial, viene de lejos y está dirigidas contra las y los políticos que concretaron la utopía, dando un estado de bienestar, al pueblo todo y alcanzando el mayor avance de la historia en materia de Seguridad Social.
Mientras nosotros vivíamos doce años y medio de justicia social y el peronismo lograba avances -una vez mas-, ellos se conjuraban -respaldados por sus amos del Eje del Mal-, ya que se les podía terminar el Estado, para enriquecerse y llevar a cabo mil trapisondas; porque -todos ellos-, amasaron fortunas robándole al Estado. En tanto, quienes gobernaron para el pueblo -jamás robaron nada- y eso era muy grave para ellos, ya que podía marcar su final.
Sin una prueba, ni la certeza de nada, comenzaron con la trágica farsa, a través de miles de mentiras, agravios, calumnias e injurias; Clarín era la nave insignia y los miserables jueces y fiscales extranjeros, de la justicia argentina, se complotaban, inventando mil causas, sin prueba alguna y movilizando al país, gastando miles de millones de dólares.
Las maquinarias excavaban y destrozaban parte de la Patagonia, buscando presuntos tesoros, inexistentes, en tanto muchos honestos y brillantes políticos y no políticos, pagaban -con cárcel- y sin prueba alguna, su relevante servicio, al pueblo y a la nación argentina.
La Presidenta que era quien mas dañaba, a las mafias y al crimen organizado, brindando amor y calidad de vida, era el blanco de sus miserabilidades patéticas, dado que -por si y sin componenda alguna- había cosechado casi el 55 % de los sufragios en primera vuelta. Si luego de eso, se hubiera convocado a asamblea constituyente, para reimplantar la Constitución del ’49, con las modificaciones correspondientes, podría cumplir el tercer mandato y la historia sería otra, ya que era insustituible y poseía un nivel de estadista mundial, como lo destacaban los mayores estadistas del planeta y porque la única verdad es la realidad.
Toda la extranjería -dependiente del departamento de Estado-, se dio -entonces-, a la tarea ímproba de inventar causas, sin basamento, fundamentos, ni prueba alguna; la mas grande canallada, contra el pueblo y la nación. Se la procesó y condenó, de la manera mas escandalosa -ante el asombro mundial-, todo el macrismo a través de los Caputo, que contrató y pagó, a un grupo menor de delincuentes-, para que la mataran -pues continuaba siendo la líder de millones de argentinos- y fracasó el magnicidio.
La última e infame maniobra fue condenarla (por una causa de la que había sido ya declarada su inocencia, porque, en esta Argentina te juzgan varias veces, por lo mismo, contra el Derecho y la justicia). Conclusión: la proscribieron de por vida; en realidad, proscribieron a todos los argentinos;
no porque todos la hubieran votado, pero la mayoría si, porque es invencible, en comicios libres y auténticos; sino no la hubieran proscripto -no nos hubieran proscripto-, como a Perón, en el ’55. Proscripta ella, el departamento de Estado expresó “autorizo a cuatro; ahora elijan” y nos condenó a esto, sellando nuestro destino.
29 de abril de 2024
Ahora si: gracias a 140 miserables y viles infames traidores a la Patria somos -oficialmente- el mas grande enclave colonial del planeta, ahora sí. Se debe convocar a un plebiscito popular.
Se violaron: la Constitución, el derecho y la voluntad popular. Los “representantes”, dejaron de serlo y Dios y la Patria se lo demandan. Por ello, la representación vuelve al pueblo y el pueblo tiene la potestad de votar ¿qué va a ser de su destino?. Hoy -mas que nunca-, es el pueblo quien debe salvar a la Patria; “solo el pueblo salvará al pueblo” y nadie puede, ni debe dudar.
La situación a que hemos sido arrastrados, por el DNU 70/23 y esta ley de desguace del país y de la disolución nacional, obliga a actuar -de inmediato-, pues está en juego la propia vida y la conversión, a la luz del día (pese a que se maniobró y se votó, entre gallos y media noche); hoy, 140 miserables, de la extranjería, nos han convertido en esclavos.
Durante la dictadura macrista (de los robos y los presos políticos y sociales), sufrí cuatro ACV; previendo este desenlace, estoy anticoagulado e hice un esfuerzo para esperar -muy relajado-, el duro golpe, lo cual no mengua mi decisión de morir de pie, como los árboles. Llevo tiempo preconizando la vital necesidad de conformar un Frente de Unidad Nacional, con los peronistas; los radicales-radicales, que responden a Alem -quien dijo “somos la
causa de los desamparados”-.
Junto a ellos, deben alinearse los socialistas, comunistas, progresistas; todos quienes sean ajenos a la “infame traición a la Patria”, que tiene como abanderados a los menemistas, al PRO -nutrido de detestables narcotraficantes y de los delitos habidos y por haber-; a estos mileístas y sus aliados; todos al servicio del Eje del Mal; que odian al país y nos odian.
A esta altura del partido, se trata de proceder con la mayor de las urgencias y con la decisión de que, si hay que luchar, lucharemos y a brazo partido. Las fuerzas de seguridad, se han convertido en cipayos y sicarios -aunque sus familias corren nuestra misma suerte y no les alcanzan sus ingresos-, mas, las FF. AA. deben reaccionar, porque esta ocupación es el prólogo de la invasión extrajera a la Patria. Su misión es defender a la Patria y no tomar el poder político; respaldar al pueblo, que debe hacerse cargo de la situación; normalizar el país y llamar a elecciones, en vista de la deserción cómplice de una justicia mafiosa, que beneficia al crimen organizado y castiga inocentes -sin fundamento ni causa alguna-.
Quienes opten por la esclavitud y la vuelta al colonialismo salvaje, deben ser iluminados y si es necesario hacerlo parte de nuestra lucha -por lo menos, hasta un límite-, porque los argentinos-argentinos, somos sanmartinianos y nacimos para ser libres. HOY, LA DISYUNTIVA ES UNA SOLA: LA EXTRANJERÍA O LOS NACIONALES Y POPULARES.
30 de abril de 2024 (ya hemos perdido 4 meses)
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.