“Megaminería en Uspallata.
“Alerta por el río Mendoza: un estudio técnico advierte sobre graves errores en cálculos hídricos de San Jorge
“Un informe incorporado al expediente por San Jorge advierte que las cuencas subterráneas están conectadas. Si hay contaminación, puede llegar al río Mendoza.
“A un mes de la audiencia pública del proyecto minero San Jorge, una nueva evaluación técnica fue incorporada al expediente esta semana y alerta por el riesgo de que la contaminación generada por la extracción de cobre (y eventualmente oro) en el río Mendoza.
“Se trata del documento titulado Evaluación de Cuencas Superficiales y Subterráneas del Proyecto San Jorge, que realizó José María Cortés —doctor en Ciencias Geológicas, investigador del CONICET y profesor retirado de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA— quien plantea objeciones demoledoras al modo en que la empresa presentó su estudio de impacto ambiental (IIA).
“Desde delimitaciones arbitrarias hasta divisorias invisibles, pasando por la cuestionada validez de los métodos electromagnéticos utilizados, el trabajo del geólogo desmonta los supuestos que permitirían afirmar que la mina no afectará los cursos de agua de los que depende la población de Uspallata y, eventualmente, la ciudad de Mendoza.
““Esta contribución pretende ser un aporte sustentado en la información disponible y experiencia laboral del autor, quien trabajó durante décadas en el valle de Uspallata y en la Precordillera”, señala Cortés en la introducción del informe. Su trayectoria incluye tareas en el levantamiento de Hojas Geológicas en el SEGEMAR (Uspallata, Yalguaráz y Aconcagua), así como investigaciones en Geología Regional, Estructural y Geoeléctrica aplicada a la Neotectónica.
“El verdadero alcance del impacto en el río Mendoza
“El eje de la crítica radica en los mapas elaborados por la empresa y sus consultoras para delimitar lo que llaman “área de impacto directo”. Para el proyecto, este límite excluiría a la ciénaga de Yalguaraz y al arroyo Uspallata. Pero según Cortés, esa afirmación carece de sustento: el mapa está construido sobre una división de subcuencas mal delimitadas, que extienden límites de montaña hacia sectores aluviales del valle donde geomorfológicamente no existen tales divisorias.
““El examen del piso del valle ha demostrado que la demarcación de esas divisorias o altos topográficos ha sido arbitraria y no ha surgido de la observación, ya que coinciden con zonas bajas aluviales o con el cauce del arroyo colector principal”, advierte el informe. En consecuencia, afirma: “No es cierto, como indica el mapa, que la red de drenaje que pasa por la planta minera no tenga la posibilidad de llegar a la ciénaga de Yalguaraz o integrarse a la red de drenaje del arroyo Uspallata”.
“División subterránea sin respaldo
“La segunda objeción crítica se refiere a una divisoria de aguas subterráneas que, según el Estudio de Impacto Ambiental, impediría que cualquier contaminación alcance la mitad sur del valle. Esta hipótesis se apoya en perfiles TEM (Sondeos Electromagnéticos Transitorios) elaborados por la consultora SRK en 2018.
“Sin embargo, Cortés afirma tras una revisión exhaustiva que “no se encontró evidencia que sugiera la existencia de esta nueva divisoria, ni se observa afectación del nivel freático, el cual mantiene su inclinación al sur”. Y agrega: “Tampoco las irregularidades del basamento hidrogeológico representan un obstáculo insalvable para las aguas que mantienen un persistente gradiente hidráulico hacia el sur”.
“Con esa base, el informe concluye que “el impacto ambiental directo de parte de la planta minera podría alcanzar el río Mendoza”, contradiciendo la delimitación oficial del área de afectación.
“Cuestionamientos a la propuesta de la UNSL
“En paralelo, Cortés cuestiona duramente el modelo presentado por la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) en 2024, que postula la existencia de varias subcuencas subterráneas interpuestas entre la planta y el río. Según la UNSL, el acuífero estaría dividido en Barreal de la Lomada y Tambillos, con aguas estancadas de mínima conectividad.
“El investigador refuta este planteo por falta de sustento metodológico. Denuncia que se han usado imágenes TEM de dos generaciones distintas (2010 y 2018), tomadas con distintos equipos y con diferentes modelados, no empleándose en el perfil principal el modelado más reciente”, lo que considera “metodológicamente incorrecto.
“También objeta el trazado de lineamientos estructurales que “poseen dirección, longitud y densidad no compatibles con las estructuras reales mapeadas en la región”, y señala que “el mapa de profundidades del basamento hidrogeológico es poco confiable debido a la ausencia de datos provenientes de distintas secciones de perfiles TEM”.
“Como contrapartida, cita estudios recientes (Ibáñez et al., 2021) que indican una superficie freática continua hacia el sur del valle, atravesando Uspallata rumbo al río Mendoza.
“Cuencas subterráneas conectadas
“El último punto pone en jaque una afirmación reiterada en los estudios oficiales: que las cuencas subterráneas de Yalguaraz y Uspallata están desconectadas.
“En la mayor parte de los trabajos que sustentan el informe de impacto ambiental del PSJ se afirma, sin datos ni argumentaciones, que las cuencas subterráneas […] se hallan desconectadas, señala Cortés.
“El único intento serio de argumentación, indica, es el informe de Quantec (2018), que afirma la desconexión en base a la supuesta “inexistencia de fallas con circulación de fluidos”. Pero para Cortés, esa hipótesis queda descartada.
“Su informe sostiene que existe una probable conexión entre ambas cuencas, en base a:
“La existencia de fallas conectantes entre los acuíferos.
“Evidencias de circulación de fluidos en esas fallas.
“Presencia de permeabilidad secundaria en el basamento.
“Inferencia de fracturación interconectada en datos TEM.
“Barreras hidrogeológicas “inventadas”
“Según Cortés, todas las barreras propuestas —divisiones de cuencas, subcuencas interpuestas o nuevas lineaciones— fueron concebidas para limitar artificialmente el área de afectación de la planta minera. “Dichos obstáculos, hasta el presente, no han sido demostrados”, concluye el informe.
“En qué se basó Cortés para su informe
“El documento elaborado por el especialista del Conicet incorpora bibliografía técnica clave, entre ellas:
“Informe de Impacto Ambiental (IIA, 2024).
“Estudios hidrogeológicos de Lucero (2018), Quantec (2010 y 2018), SRK Consulting (2018).
“Estudios académicos de Ibáñez et al. (2021) sobre el origen del agua en Uspallata.
“Informe de la UNSL (2024) sobre interpretación subcuencas.
“Mientras se conocen más estudios de cómo se modificarán Uspallata y la cuenca del Río Mendoza si se construye la mina de oro y cobre, el Proyecto San Jorge sigue avanzando para completar el trámite de la Declaración de Impacto Ambiental, pero este informe plantea que las bases técnicas que sustentan su viabilidad hídrica están fuertemente cuestionadas.
“Al cerrar su informe, Cortés llamó a una revisión “independiente, multidisciplinaria y rigurosa” del sistema hidrogeológico antes de continuar cualquier etapa del emprendimiento minero.
“Eleditormendoza.com.ar
“3 de julio de 2025”.


