Cuando te digo que «la chancha es verde, es porque tengo los pelos en la mano», afirmaba Tomás González «Gonzalito», a la sasón, mi culata (aunque nunca quise tenerlos, me obligaban, ya que, pese a no ser parte de aquellas organizaciones armadas, estuve en contacto como enlace de la Resistencia desde 1956) con el inolvidable compañero y amigo/hermano, Cooke, designado por Perón, también, interventor y delegado.
Los siniestros asesinos (con Macri, a la cabeza) y cuando digo asesinos, reconozco que, no todos lo eran, mas la ley y el buen sentido, dicen que la complicidad y la participación necesaria, los equipara con el delito. Son muy pocos los que hablan “a calzón quitado” -es cierto-, los riesgos son grandes y son muchos, más aun, con una giusticia que condena a los honestos y sobresee a los delincuente de alta gama, que cuentan con impunidad absoluta.
Muchos han ido presos; perseguidos, torturados y asesinados, por esa especie infame, que nos roba la vida. Lo comento reiteradamente, para que los sordos escuchen y entiendan (“no hay peor sordo que el que no quiere oír”, dicen de Alberto, entre mil). Los asesinos (Magnetto, el precitado, Irurzun, Stornelli, Bonadío, la embajada…), recurrieron cien veces, al convenio-acuerdo, con Irán -que tenía apoyo legislativo-, para atormentar y matar al Canciller Héctor Timerman -ciudadano ilustre-, además de perseguir a la mas grande estadista -tal vez del mundo, hoy-.
Sabíamos que, en realidad, uno de los objetivos, además, era el de encubrir el verdadero acuerdo, que suscribieron Macri, Michetti y Malcorra, con Qatar -Gastón Gaudio, que se me cayó, por medio-, condenando al hambre y la indigencia, a todos los jubilados. La justicia ausente, porque los jueces y fiscales delincuentes, ganan siempre.
Roban -con garantía de impunidad- y no aportan un solo peso, para mantenimiento del Estado (el mas indigente de los indigentes, lo hace – obligadamente-, cuando adquiere un trozo de pan, o una leche). Son muy ladrones -sin riesgo-, ya que se roban hasta los fondos de la Obra Social, estos miserables hijos de remil p… m… que… los parió (perdón por involucrarlas, pero han parido mafiosos, ruines; materia fecal con forma de cuerpo humano, como el jefe de esa mafia y ex presidente).
Nada trasciende. Nada se publica. Nada se dice. Y el lavado cerebral continúa -sin oposición- y el gobierno los sigue financiando (¿por qué?). Contra viento y marea, una sola voz. Amenazada -hasta de muerte-, por todo el sistema. La voz de los que no la tienen. La voz de la Patria. Con el coraje de mi madre y de Hebe.
Y cuando digo mi madre, sé que, ella es también mi madre, aunque -por su edad-, podría ser mi hija. Muchas veces, la vida te premia y llegas a tener la gloria de conocer a grandes madres y maestras -para decirlo en criollo-. La tuve, a través de una madre incomparable y de mi compañera de vida -que partió en 1996-; desaparecidas – ambas-, está ella.
Como la reencarnación de la que fuera “Jefa espiritual de la nación” y de las mencionadas. Mis digresiones -ya inveteradas-, tienen que ver con la necesidad de decirlo todo; sin miedos, sin tapujos y ante la inminencia de una partida, que espero que no llegue -aun sabiendo que es implacable y no avisa-.
Tengo tanto por decir. Mas allá de que la difusión nunca alcance y los 400 medios mafiosos todo lo oculten, manteniendo su marcha de mentiras, que hace que los jubilados y pensionados; muchos docentes y jóvenes -entre otros-, voten por el verdugo, condenándose, en lugar de hacerlo en defensa propia.
Porque mienten “los propios” y los ajenos, cuando especulan, falseando la verdad y aseverando que nuestros últimos años de gobierno fueron decadentes (tenemos muchos “tropilla de otro pelo” y “aves de plumaje adverso”); en algunos casos, por falta de cacumen y en otros deliberadamente; hacen un inmenso daño; particularmente, a los mas humildes y mas castigados.
Mientras algunos fiscales, jueces y ciudadanos “¡destapan ollas!, a diario, generalmente sin destino, los corruptos, mafiosos, ladrones de alta gama, con Macri y su troupe -al frente-, hacen gala de su impunidad, hasta la eternidad. Malandrinaje brutal -por medio-.
El destino está en nuestras manos (en el decir de Juan B. Justo y Evita). Para ser su arquitecto debemos tener, en conciencia que «sólo el pueblo salvará al pueblo» y confiar en los nuestros, sin cheques en blanco. Hagámoslo carne que tenemos una oportunidad más de salvarnos, que estamos en el camino.
Hay algunos resentidos, con justa razón, a veces, nos herimos, sin desearlo. Una frase, o un acto, que pueden ser desafortunados, no deben obnubilarnos, por más razón que podamos tener. Vivimos renunciando, a nosotros mismos, en salvaguarda de nuestra Patria; las vidas de todos (que son la Patria). Y el futuro que nos merecemos. Los iguales; los de la misma especie, debemos consolidar nuestra unión, para avanzar hacia la victoria y no hacia el patíbulo. ¡HLVS!
21 de noviembre de 2022
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


