(viene de la edición anterior)
¿Quién vuela más alto? En 1973, un buitre griffon de Rupell (Gyps rueppellii) chocó con un avión que volaba a 11.277 metros sobre Costa de Marfil (a esa altura hay por lo menos 40 grados bajo cero). Los cisnes negros también alcanzan grandes alturas, como atestiguó un piloto que observó una bandada a 8.230 metros de altura sobre las islas Hébridas. También un grupo de escaladores del Everest vió un ánsar calvo (Anser indicus) sobrevolando el Himalaya a más de 8.500 metros, y observaron chovas piquirrojas en las cumbres. Estas aves deben de poseer un eficiente sistema circulatorio para soportar un aire escaso en oxígeno.
El récord en vuelo de fondo es del chorlito dorado, que es capaz de volar ininterrumpidamente una distancia de 3.000 Km.
El animal más veloz en tierra firme es el guepardo: alcanza la velocidad de 120 Km./hora, aunque sólo por unos segundos. Le sigue la gacela de Mongolia con 100 Km./h. que es una mejor corredora de fondo.
El más veloz en natación es el pez vela Istiophorus platypterus, capaz de superar los 80 Km./h. Le sigue en velocidad el atún, con unos 70 Km./h, aunque en recorridos cortos puede alcanzar los 110 Km./h, en cuyo caso sería el nadador más veloz. Pero muy superior es la velocidad que alcanzan los peces voladores del género Exocoetus en el momento del despegue: 600 km/h. Pero en este caso su cuerpo se encuentra fuera del agua. Es el animal más veloz de todas las especies. El ave que nada más rápido es el pingüino de pico rojo de Papúa, Pygoscelis papua: alcanza la velocidad de 27 km/hora.
El ave que bucea a mayor profundidad es el pingüino emperador Aptenodytes forsteri, que es capaz de bucear a 255 mts. de profundidad (hay citas de 483 mts.) aguantando la respiración durante 5 a 18 minutos y alcanzando velocidades del orden de los 40 Km/h.
El récord en salto de altura lo tiene el puma, Felis concolor, que alcanza los 4 metros de altura. Pero en relación a su peso, el récord lo tiene la pulga, capaz de saltar 30 cm. Grillos y saltamontes pueden saltar, en cambio, a 2 metros de altura. El mayor salto sin impulso previo es el de la gacela saltarina, Antidorcas marsupialis, que estando parada puede dar saltos de 3 metros de altura. El récord en salto de longitud lo tiene el antílope: puede dar saltos que superan los 9 metros de longitud. También el canguro puede dar saltos de 9 metros de longitud y 3,30 metros de altura. En relación a su peso los ganadores son los grillos y los saltamontes, que son capaces de dar saltos de 6 metros de longitud.
El depredador más rápido no es el halcón ni el guepardo, sino una langosta mantis de Australia, Erugosquilla grahami, que empala a sus víctimas en 5 milisegundos. El mamífero más lento es el perezoso de tres dedos, Bradypus tridactilus, que se mueve en el suelo a una velocidad de 2,2 metros por hora.
El depredador más pequeño es un protozoo flagelado marino del Pacífico ecuatorial, Picophagus flagellatus, que mide menos de 3 micras y posee un flagelo de unas 18 micras con numerosos filamentos reticulares en los que atrapa a las bacterias que le sirven de alimento. El más temible es el tiburón blanco. Sin embargo este enorme tiburón de 8 mts. prefiere la carne rica en grasa, como la de las focas. Cuando ataca al hombre es porque lo confunde a causa de su mala calidad visual. Tras el primer ataque, que aprovecha para matar y saborear a sus presas, si se trata de un hombre, suele abandonar. Por eso muchos humanos vivieron para contarlo. Sin embargo, el tiburón que más ataca al hombre es el jaquetón toro (Carcharhinus leucas), seguido del tiburón tigre Galeocerdo cuvieri.
Y el más feroz es la piraña, Serrasalmus spp.
Después de estos récords, antes de hacer un picnic, piénselo un poco más, ¿no es cierto?
Columnista invitado
Jorge Andrés Barale Álvarez
(Montevideo, 7 de octubre de 1956) es un humorista, periodista, guionista y escritor uruguayo. Es hijo del dramaturgo uruguayo Washington Barale, quien por razones políticas debió emigrar con su familia desde su país natal a la Argentina en el año 1975. Comenzó su carrera de lingüista en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1976, egresando en 1983. Desde el año 1980 comenzó a publicar en diversos medios gráficos, entre los cuales se destaca El Porteño, con dirección de Gabriel Levinas (donde tuvo como compañeros a los periodistas Eduardo Aliverti y a Jorge Lanata, entre otros) y en 1981 publicó su primera nota en la prestigiosa revista Humor, de Ediciones de la Urraca y dirigida por Andrés Cascioli. En esta revista escribió diversos guiones ilustrados por las plumas de Alfredo Grondona White, Tabaré, Maicas, Ceo y otros artistas. En el año 1989, junto a Aquiles Fabregat (Fabre) y Julio Parissi dirigió un suplemento de humor llamado BERP! para el matutino uruguayo La República, dirigido por Federico Fassano. En 1997 se hizo cargo de la revista SexHumor, bajo su dirección editorial. También se desempeñó como libretista del programa televisivo HiperHumor junto con Andrés Redondo, Julio Parissi y Eduardo D´Angelo. Fue fundador de varios emprendimientos y publicaciones de humor como Pingüinos (2004), HumorSA (2003) y otras. También creó y dio forma a la Agencia del Humor, única agencia de noticias de contenidos humorísticos conocida. Actualmente dirige publicaciones en De pe a Pa Editora y también es docente en Lengua y Literatura, Historia y Filosofía. Barale es partidario de un nuevo concepto educativo donde propone agregar dos elementos: el uso pedagógico del humor y la utilización del celular en clase como herramienta de aprendizaje. En la actividad docente ha desarrollado varios programas informáticos con la lengua castellana que aún no han sido probados en la actividad de la enseñanza, como Lector Doctor (un lector inteligente que interpreta textos automáticamente) y Corrector Juvenil (un programa para redactar textos desde cero).


