Se dirá a través de las palabras, se describirá da cabo a rabo. El sujeto que es mensajero… el poeta, está buscando. Lo hace con palabras, es decir con aquellos códigos que la cultura cinceló en nosotros.
Busca en un adentro el afuera espejado de la propia existencia, es decir de la de todos. Porque tenemos derecho a la trascendencia. Porque es pertinente a una mirada estimulante acerca de nuestro paso por la vida.
Creyentes y “no creyentes” siempre tienen la posibilidad estimulante de la vida en todas y cada una de las poesías. Es que se trata de letras, palabras y versos surgidos de una profunda interioridad, desde ese universo de múltiples universos.
(sin título)
Ya no hay dedicatorias.
No es que falten motivos,
no hay oportunidad.
Hundidos en la inmediatez sin fantasía,
separados del lenguaje de la continuidad,
de espaldas a la comprensión
hemos entendido mal la advertencia
de que no existe permanencia.
Hemos hecho un ídolo con restos mal cosidos,
hemos mutilado el contacto que
unía ojos y palabras,
hemos deshecho la comunión del silencio.
Estamos buscando a quien dedicarle
palabras que no sabemos si existen.
Sergio Gabriel Morán
Nació en Maipú en 1979. Es profesor en escuelas secundarias. Integró el taller Más allá de las palabras. Publicó el libro Calle desconocida (Editorial Peces de Ciudad) en 2018. Sus poemas han aparecido en revistas y diarios, en soporte papel y digital (La Vena, Trifulca, El Otro Diario, Mdz).