Pasado el mediodía del sábado recibí este video y, como seguramente hicieron todos a quienes les llegó, comencé a compartirlo en grupos y con amigos y amigas. Con profunda angustia suelen temblar en nuestras manos este tipo de imágenes que, una vez más, muestran la violencia institucional en Mendoza.
El Gobernador Suárez, que antes de ser electo Intendente de Capital ya residía en Chacras de Coria -algo que no está permitido por la Ley de Municipalidades, que pone entre sus requisitos para quienes quieran ser candidatos que habiten en suelo capitalino- lo más probable es que retozara en familia en su suntuosa vivienda. Mientras, los pasajeros de ese colectivo, azorados y -muchos de ellos- petrificados por el miedo del accionar policial, veían y grababan. Eran testigos involuntarios de otro hecho de violencia policial.
Los próximos minutos fueron clave para ir descubriendo entre todos y virtualmente, a punta de mensajes de guasap, la identidad del muchacho (Diego Valente, documentalista). Este les pedía a gritos a los uniformados que dejaran de torturar al otro muchacho que, reducido, tenían sobre la calle Chile casi Godoy Cruz de Ciudad.
Como ves, lo sacan de un colectivo de la línea 331 entre cinco policías y lo llevaron a la Comisaría 4º. Unas horas después, y luego de confirmar que el domicilio que habían proporcionado era el correcto, los dejaron en libertad.
A todo esto, en los próximos minutos comenzamos a relacionar los hechos y descubrimos que Diego es un testigo clave en una causa judicial por apremios ilegales por parte de la misma Policía de Mendoza, iniciada en setiembre pasado.
Por aquellos día reproduje aquí en mi sitio una nota de Página 12 y uno de nuestros columnistas publicó -también aquí- una nota refiriendo a ese otro episodio de violencia institucional que sufrió un ciudadano. Se llama Cristian Rodríguez y denunció que él y su familia fueron víctimas de “brutalidad ilimitada” de numerosos uniformados, quienes pretendieron ingresar a su propiedad -privada, obviamente- sin orden judicial, con la excusa de la pandemia, mientras celebraban un cumpleaños sin invitados.
Diego Valente estuvo allí, ha tenido el coraje de declarar, cosa que hizo el jueves pasado y contra los policías que golpearon a la familia Rodríguez. Un par de días después, oh casualidad, ocurre el episodio en el colectivo de la línea 331 como te estoy contando.
Una primera conclusión del análisis de los hechos nos devuelve una de las peores caras del malcrismo en Mendoza. Porque no te olvides que el gobierno de 2015/2019 fue el que más reprimió a lo largo de la democracia que supimos recuperar en 1983. A tal punto, que las cifras de muertos y represaliados es tan alta como no deseada. En ese sentido sería bueno que la ex ministra Patricia Bullrich y el propio Mauricio Malcri, al menos tuvieran que responder sobre esos vejámenes y esas muertes, en estrado judicial.
Pero parece que falta mucho para que el sistema judicial argentino esté a la altura de ofrecer el servicio que nos merecemos por habitar una nación que, según tenemos entendido, vive en democracia.
Entrevista a Diego Valente en Radio Nacional
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