“Las Cenizas del Volcán” es un relato para ayudar a encontrar la identidad a los hijos y nietos robados en la dictadura, contado desde la historia novelada de mi familia, buceando en los ancestros y la propia identidad, sabiendo que somos como somos por las constelaciones familiares que nos precedieron.
Las Grutas, 2012
Las cenizas del volcán
Sexta entrega
La construcción de viviendas en adobe no está permitida. Veamos: en apenas una semana se construye un iglú como el mío. Es evidente que la prohibición de estas construcciones, tiene que ver con “no despabilar a la gilada”. A esos que siguen esperando el chalet con rosas y resulta que… -Para el año verde, a lo mejor, puede ser-. Entonces Marcela, por derecho, podría construir su taller para enseñar y vender artesanías durante el verano, en el barrio de los pulperos.
Allí se criaron sus hijos mayores y a ellos les corresponde su terrenito por las viejas leyes de la herencia, de las cuales, sólo algunos conocen que los derechos a la herencia son intransferibles. Y si por algún motivo no entraran allí, corresponde que les den otro terreno similar. Tal vez podría estar ubicado dentro de las 35 mil hectáreas que tiene Lewis, el dueño de lago Escondido y de la costa rionegrina con aeropuerto incluido cerca de Sierra Grande. Así lo aseguró el Pocho Lehner, un contador con quien participamos de Proyecto Sur, en la última reunión que se hizo en San Antonio en el marco de dicho proyecto.
Porque en invierno nadie tiene interés en las artesanías. Lo supimos, luego de estar ofreciéndolas en San Antonio Oeste para la fiesta del pueblo, en pleno julio. Ese frío patagónico nos recordó el tema de los reclamos de los compañeros del gasoducto “Cerro Dragón”.
En la globa de los artesanos, compré una bellísima escultura de metal reciclado que tiene un aire de los pueblos originarios del sur. Está hecha con cadenas de moto, tiene un escudo de cuero con una lanza de metal en color cobre venusino y una ropa tejida en telar; en su cabeza, luce unas trenzas.
La compré porque a mí me falta el metal del feng shui, que es la capacidad de concretar las ideas. El metal es yang, la energía de acción. Dudaba entre un bellísimo tapiz de telar que me ofreció una artesana, donde se veía clarísimo cuando la artesanía es arte. Pero mejor que siga allí, enseñando la diferencia entre un aguayo de telar industrial y otro, auténticamente artesanal. Ese tapiz es una de esas obras únicas, donde se nota el amor y la belleza de ir imaginando qué color y qué imagen irá en esas lanitas trabajosamente hiladas con energía yin, que es de la milenaria energía femenina de las madres cuidando a cada uno, porque quiénes sino, nos salvarán de tanto Sr. Matanza.
Para poder filmar la historia novelada, me gustaría hacerlo en un lugar como el caserón de la calle Warnes. En esta casona vivían las viejas tías abuelas, tan absolutamente solidarias. Allí todos compartíamos sus fideos y mates dulces. Todo alrededor estaba lleno de plantas, gatos y perros tan viejos como ellas, seguramente.
La casa era de la Curia, decían. Tal vez pudieran vivir allí gracias al tío Tito Giménez, que iba a la iglesia del Palomar de la aviación, vaya a saber a qué, cuando salía, impecable como papá, saludando a todos.
Tenía algo del aire formal y distante del cura de 25 de Mayo, el Padre Damián, con esa mirada desde el púlpito, donde el sermón iba dirigido, como sabía cada uno de los feligreses.
Me perdí la explicación de la antropóloga de la Universidad Maimónides. La pasaron por la televisión pública en el programa de Paenza, tan parecido a Hugo no sé cuánto, el genio que les hacía sus instrumentos a Les Luthiers, según leí en el libro de la historia de estos excelentes comediantes. Por ese parecido entre ambos genios, Paenza y Hugo, el Luthier, es que amo a ese grupo musical.
Recuerdo la época en que estaba roto mi televisor. Antes de volver a tenerlo, escuchaba el programa de los científicos de Radio Nacional, los sábados a las 6 de la mañana. Ya sabemos cuáles son los horarios de la Cultura y la Ciencia, como explicaban Les Luthiers, que son unos expertos en el tema. En uno de sus shows humorísticos, parodiaban un programa de radio. Antes o después de “Rik, el terrible”, estaba “Radio tertulia”, esa excelente crítica a los medios en su tema de la radio. En la escena, aparecían los personajes sentados a una mesa. Uno de ellos, decía: -Akí, desde exteriores… Y le pasaba el micrófono al otro compañero, sentado su lado, quien cambiaba el tono de voz.
El sábado a la noche, mejor dicho el domingo a la madrugada, a las 2, luego del programa de Mariló, tan new age, tenía que poner el despertador para oír a José Pablo Feimann por Radio Continental, en su apasionante programa de Historia de la Argentina a través de su literatura: ”La creación de lo posible”.
-¿Y si lo busco por internet?- me pregunto, porque otra vez me quedé dormida. ¡Lo encontré! Justo con el tema de Rodolfo Walsh, el 22 de abril. “Los escritores siguen vivos mientras apasionen”. “Si no, se transforman en bronce de las estatuas que sólo están para que las caguen las palomas” y su vitalidad de la explicación del planteo ético de Jean Paul Sartre, matizando con frases de Perón: “El que duerme la siesta, amanece dos veces”.
Aunque, como es obvio, la gran definición de qué pasa en el mundo se resuelve en los partidos. Real Madrid vs. Barcelona y la onda de las elecciones europeas. ¿Regresará la izquierda? Algo tibiona, por supu. ¿O se profundizará el ajuste? Porque mirar Visión 7 Internacional, un sábado a la mañana, luego de tanto tiempo, es como para imaginar esos misteriosos trueques de la política argentina.
-Nosotros los apoyaremos con YPF si Uds. nos dan a cambio…-.
“Ustedes y nosotros”, como en el poema de Mario Benedetti del libro “Poemas de otros”. Lo llevaba en mi cartera artesanal en bandolera, el día que me detuvieron, al mes de la amenaza de tío Horacio. Mientras tanto, abuela agonizaba rodeada de toda la familia. Estaría allí sentado, el abuelo… sordo como una tapia y papá lo haría reír diciéndole:
-Viejo, no hay peor sordo que el que no quiere oír…-.
Ustedes cuando aman exigen bienestar.
Nosotros, cuando amamos…
con sábanas, qué lindo,
sin sábanas, da igual.
Entonces, hasta María Elena Walsh parecía una antigualla peque-bu por eso de “que nunca falten sábana y mantel”.
Es fantástico recuperar YPF en Argentina el Todos juntos somos más. Pero este sentimiento de unidad se comprende únicamente cuando se ha vivido en un pueblo con petróleo como 25 de Mayo, La Pampa, en la época de nuestra gran pueblada, totalmente pacífica, tan gandhiana.
-¿Pero están con éste?- aire chusmete de pueblo. -Si antes estuvo con… y luego… -¿Y aquél? Si logró su cargo porque andaba en esos negociados negro petróleo con…-.
Con el tema YPF han estado hablando de búsqueda de petróleo en el mar… Que en Madryn en vez de ballenas, por qué no hacer una gran represa para dar energía con el agua de mar y… ¿Y el viento patagónico? Las avifaunas marinas, desesperadas por la casi extinción de los loros barranqueros locales, que vaya a saber si los comieron o exportaron, alertaron a los que pudieron hacer oír su voz.
Entonces, los gremialistas de la UOCRA tomaron el gasoducto “Cerro del Dragón” en Chubut. Estaban amotinados hasta los policías de Caleta Olivia, en Santa Cruz. Hacía 20 días que apenas alguna noticia llegaba acerca de los por qué. Parecía que exigían igualdad de salario con los petroleros, porque en el sur, la canasta básica era altísima a salario petrolero, sin tener en cuenta el salario de los demás laburantes.
Por eso estuvieron los docentes santacruceños más de medio año reclamando, al dope, obviamente, solos en su lucha contra el gobierno provincial y nacional de ese año.
Pero al parecer los dragones habrían demostrado que se exporta el petróleo que luego importamos en un “Operativo retorno”. Ellos habían amenazado a todo el mundo cuando hubo huelga diciendo que si no aflojaban, toda la patagonia se quedaría sin gas.
Ya escribí pidiendo un taller para construir una estufa rusa en barro, esa misma que ahora los ecologistas llaman “chilena” o “de alto rendimiento” vaya a saber si por alergia a los rusos o a los judíos. Al ser hermética y doble pulmón, conserva el calor de tres tronquitos durante toda la noche. Sería como el quematutti del campo. Allí lo hacen con viejos termotanques y de paso, no hay basura, porque la queman ahí mismo. Pero yo quiero ver el fuego con ese vidrio templado y filtro para que los gases no contaminen el aire y que dicen que ya se fabrica en Chile.
Meditaba sobre estos temas porque el gasista que se llevó mi calefactor de altas calorías para arreglarlo, me lo devolvió sin la carcasa. Así se quemó mi campera de origen petrolero a la que le hice un bordado sobre el logo de la empresa, porque no le voy a hacer propaganda gratarola. Aún conservo este bordado recordando nuestra heroica pueblada contra esos amarretes que ni siquiera le daban trabajo a los pampeanos. Cuando le hice el reclamo al gasista por la carcasa del calefactor, me trajo otra que casi no conserva el calor -La mitad de calorías- confirmé. Iba a comprar otra nueva, hasta que oí sobre la toma del gasoducto “Cerro del dragón”.
Evidentemente la única solución es tener una estufa rusa. Y ubicarla según el feng shui, bajo el tanque de agua. Poner pantallas solares para tener unas estufitas eléctricas y arriba del iglú, un molino eólico que podría dar electricidad cuando quieren subir las tarifas, porque ya se sabe ese es el tema. En invierno hay corte de gas y en verano de electricidad, hasta que suben las tarifas. Y se cierra el ciclo del mito del eterno retorno de la guita a manos de los mismos de siempre.
En el programa de Fernando Bravo, con ese tono de mi hermano Ricardo Alfredo, de Bahía Blanca, comentaron que en el diario “La Nación” habría salido un artículo sobre la minería urbana. La posibilidad de reciclar todo el aparataje electrónico tan contaminante, porque los celus, las viejas compus y todo esa basura de chatarra están fabricadas con esos minerales tan extraños como el cadmio y otros raros de muchísimo valor, cuyos nombres y usos ignoro porque de minería, no tengo ni idea y de la tía Helena, la doctora en mineralogía, no me llegó ni un gen, me parece. Aun así, pienso que sería muchísimo más piola y rentable reciclar basura electrónica, que dejar un desierto contaminando en las aguas con la mega-minería.
Sería posible hacer baterías de litio para los autos. Obviamente reciclando la chatarra tecnológica en ecología urbana. Garpando bien ropas adecuadas y horarios decentes. Mucho mejor que destrozar montañas contaminando el agua de los glaciares, porque ya sabemos el valor del agua potable que les vendieron a los bonaerenses del huracán.
¿Tener petróleo para hacer autos de alta gama? ¿O tener transporte público decente, bondis, trenes, como hubo, antes, en Córdoba en los talleres de MATERFER? ¿O hacer como los de San Antonio Oeste que daban además de excelente transporte para el pueblo, trabajo con toda la cobertura social?
Se siente el raye de las provincias sin petróleo… Como debe ser la rama de la familia correntina de mi prima Ana María Dupleich Briones de Goicochea. Se casó con un gordito de aire medio siniestro, diría hoy, con la persecuta de tantos años encima. Era administrador de campos en Mercedes, Corrientes. Y vaya a saber por qué sentí, en la época del tema del agro vs. K, que andaría como Chofitol en algunos de los negociados para inundar media provincia para el arroz o la soja, dejando en banda a los Esteros del Iberá, con el aire de decir:
-No me hablen de los ecologistas… Je, pobrecitos los cocodrilos… ¿Y nosotros, qué? Así son “los verdes”… Solamente atrás de los verdes dólares, mientras nosotros ni podemos verlos siquiera.
En Madryn, mirando las ballenas y ballenatos, los extranjeros de la guita grosa, dólares y euros, preguntan, mezclando inglés con algunas palabras en castellano:
–¿Cómou es esou de la usina a carbóun en los Hielos Continentales?…- porque aquí estos estudios científicos dicen que construirían una usina a carbón en Río Turbio…
Ratatouille parece un turista extranjero en el mejor hotel. Tiene un inglés perfecto de haberlo estudiado toda la infancia en el pueblo galés, allí donde Lady Dy fue a tomar el té con torta negra. Ratatouille es seguido por sus sobrinos, cándidas palomas vegetarianas y absolutamente ecologistas. Ellos, desde su niñez aportan dinero y trabajo para Greenpeace y la Fundación Vida Silvestre, y son los voluntarios de ese trabajo que se muestra al mundo para los que quieran aportar para salvar a las ballenas… Y su labor no termina allí, sino que les hacen un seguimiento a estos bichos marinos desde algún lugar, con Google Earth y por internet satelital. Así, aportan detalles científicos en un extraño lenguaje de cifras y datos.
El asesor le pasa a Figuretti el video de Krist…
-Cómo va haber problema alguno… se inundaría mi vivienda si se derritieran los hielos con el calor de la usina…-.
El yuppie asesora al pibe, asesor publicitario de la campaña, hoy Secretario de Medio Ambiente:
–Che, pibe, borrá con foto-shop esos puntitos negros del carbón en los hielos. Pasále más blanco azulado para las fotos. Con un primer plano de modelos en bikini en medio de la nieve. Y dales grapa, que esto es Argentina.
Chofitol, indignado, muestra en un canal local el vasito de agua.
–¿Y los estudios de potabilidad de esta mierda que debería ser incolora, inodora e insípida?-.
Es que de su provincia lo enviaron para el apriete.
–Te venís de allá con el 33% de las regalías para todos o chau guita de la soja. ¿Somos la hija de la pavota? Un 33% para el municipio, 33% para la provincia y 33% a Nación para la repartija entre todos. O chau.
Columnista invitada
Lucía Isabel Briones Costa
“Mi pecado fue terrible: quise llenar de estrellas el corazón de los hombres” decía el poeta… Desde los lejanos años de estudiante del profesorado en Historia en la Universidad Nacional del Sur, dediqué mi vida a la educación. En los tiempos previos a la dictadura de 1976 enseñaba en una vieja aula de la Facultad de Agronomía el bachillerato de adultos, tarea compartida con los compañeros, casi todos presos políticos después en Bahía Blanca. Cuando era rector Remus Tetu se hizo una razzia contra docentes, no docentes y estudiantes, especialmente contra los alumnos de Humanidades, Sociología y Economía. Estaba terminando mi carrera, cursando las últimas materias cuando fui detenida y puesta a disposición del PEN, el Poder Ejecutivo de la Nación, durante tres años y tres meses, hasta diciembre de 1978. Estuve en las cárceles de Villa Floresta, Olmos, Devoto y los tres últimos meses en la U20, la cárcel dentro del Hospital Borda, donde un prolijo tratamiento con drogas psiquiátricas hizo borrar totalmente mi memoria. Así me dejaron en libertad, diciéndole a mi padre: “Su hija es irrecuperable, será un vegetal hasta el día de su muerte. Que Dios les de la Santa Resignación”. Gracias a haber encontrado la ayuda adecuada pude recuperar, poco a poco, la razón perdida. Y me fui a La Pampa, donde fui docente de escuelas primarias y secundarias en la pequeña localidad de 25 de Mayo y en el Terciario de Formación Docente de Catriel, Río Negro. Recién en 1997, pude terminar mi profesorado en la Universidad del Comahue, para cuando mis compañeras de promoción de la Universidad del Sur ya estaban por jubilarse. Luego comencé la maestría en Historia Latinoamericana de los siglos XIX y XX, la cual se interrumpió cuando la Universidad no podía pagar a los docentes, varios doctores en Historia. En ese tiempo de docente rural comencé a escribir narrativa, tarea que continué al jubilarme en el bello mar de Las Grutas, en Río Negro. Seguí escribiendo con la alegría de dar un legado en su educación a mis hijas: la mayor psicóloga y la menor, maestra y profesora de Historia, ambas egresadas también de la Universidad del Comahue.
(Correctora de estilo: Andrea Esther Argañaraz; corrector de edición: Rodrigo Manuel Briones Costa)