La perspectiva de mujeres y disidencias en nuestras sociedades patriarcales, ha debido esperar mucho tiempo para darse a conocer. En este caso estamos en presencia de una suerte de avanzada para su época, partiendo que «todas las épocas» -en sentido figurado pero también real- han sido cerradamente masculinas.
En el mundo del cine María Luisa Bemberg hizo su aportación, sumando temas, abriendo causes discursivos, poniendo en duda verdades sacralizadas. Lo hizo con calidad y ternura, con la contundencia que da una situación personal como la suya, que desde siempre tuvo las necesidades básicas satisfechas por ser afortunada.
Tanto sus temáticas como sus abordajes siguen siendo un faro del que vamos en pos, en la pretensión de constituirnos como una sociedad con la cabeza abierta. Quienes trazan nuevos caminos, sin lugar a dudas se alumbran en la admiración de una tan profusa como vivaz carrera cinematográfica como la de La Bemberg.
«Escribió la pieza teatral La margarita es una flor, sobre la que luego basaría Crónica de una señora (1970) guion que fue tomado para la película homónima de Raúl de la Torre, filme con Graciela Borges sobre la clase alta argentina premiado en el Festival de San Sebastián. Luego escribió el guion de Triángulo de cuatro (1975) de Fernando Ayala. Más adelante fundó su propia empresa de producción cinematográfica con la productora Lita Stantic y a los 58 años, en 1981, dirigió su primer largometraje, Momentos. La película y su directora fueron muy combatidas por la censura imperante durante la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983).
«Especializada en la problemática femenina (y su situación y enfrentamiento a la sociedad patriarcal) evidente en sus películas Señora de Nadie (1981), Miss Mary (con Julie Christie, 1986) y De eso no se habla (1993, con Marcello Mastroianni). Asimismo obtuvo una notable repercusión internacional con dos películas enfocadas en la vida de dos de las más famosas mujeres de la historia argentina: Camila, sobre Camila O’Gorman, con Susú Pecoraro e Imanol Arias -que fue nominada al Premio Óscar como Mejor Film Extranjero en 1985- y Yo, la peor de todas (1990), sobre Sor Juana Inés de la Cruz, con Assumpta Serna y Dominique Sanda.
«Bemberg murió en Buenos Aires enferma de cáncer a los 73 años, mientras trabajaba en el guion para su película El impostor basada en un cuento de su parienta por vía materna Silvina Ocampo (hermana de Victoria Ocampo y esposa de Adolfo Bioy Casares). La película fue luego realizada por su colaborador Alejandro Maci y estrenada en 1997».
«Señora de nadie», de María Luisa Bemberg
Película argentina de 1982, dirigida por María Luisa Bemberg y protagonizada por Luisina Brando, Rodolfo Ranni, Julio Chávez, China Zorrilla, Susú Pecoraro y Gabriela Acher. Se estrenó el 1 de abril de 1982. Es la historia de Leonor, una buena ama de casa que vive con su marido, Fernando, y sus dos hijos. Ama profundamente a su marido y no pone en duda la reciprocidad de su amor y su fidelidad. Un día, circunstancialmente, descubre que su marido la engaña. Leonor se siente traicionada emocionalmente y comprende que su mundo, basado en una mentira, se ha desmoronado como un castillo de naipes. Con más miedo que convicción, abandona la casa, dejando cartelitos con instrucciones precisas para su marcha y confía a sus hijos al cuidado de su marido. Se refugia en lo de su tía Lola que tiene una casa transformada en un hogar para ancianos. Allí Fernando no podrá encontrarla. Espía a sus hijos saliendo de su casa para el colegio pero no puede acercarse ya que no quiere que la vean destrozada. Con una recomendación del marido de su madre, empieza a trabajar en una inmobiliaria como promotora y por primera vez en su vida gana su propio dinero. Conoce casualmente y se hace amiga de un joven homosexual, Pablo (Julio Chávez), que es tierno, sensible y tan desolado como ella. Poco a poco se reencontrará con sus hijos, a quienes verá diariamente, y comenzará un proceso de búsqueda de su propia identidad.
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