Noticias que nos llegan desde Toronto, Canadá
A fines de la década del cincuenta se registró una crecida del Rio Uruguay a la altura de las localidades argentinas de Monte Caseros, Concordia y Concepción del Uruguay. Concordia, conocida como la capital nacional del citrus por sus extensas fincas repletas de estos frutales, fue la más damnificada, con una inundación que anegó las calles cercanas al centro de la ciudad.
Si mi abuelo en vez de ser contador en las oficinas del ferrocarril hubiera sido periodista podría haberme dicho algo así como lo que acabo de escribir.
Bajo el amparo de la galería, con las sillas arrimadas contra la pared nuestra vista estaba fija en la lluvia que caía, incesante, desde hacia más de un día. Seguramente yo ya habría escuchado de la inundación de 1959 en los relatos familiares, pero en ese momento el estar allí reviviendo el acontecimiento aceleraba mi pulso infantil. Miraba el agua acumularse en el patio sin posibilidad de escurrir por la atiborrada rejilla ubicada en algún lugar en el centro de las baldosas, que ahora parecía el costado de la catedral de Venecia.
Mi abuelo dijo que esa cantidad de lluvia cayendo era nada, comparada con la que le tocaba ver en los días en que un huracán llegaba a la isla. Hizo un minucioso relato de cómo se ponía todo a reparo y con esmero se cubrían las ventanas con tablas afirmadas con inmensos clavos. Entonces cuando la lluvia arreciaba, que esa sí que era lluvia, todas las personas de la familia se encerraban en la casa, apiñadas en el centro, iluminadas por una llamita débil de una vela. La lluvia, el viento y lo que este traía azotaban las tablas recién clavadas y las miradas que intercambian las personas mayores sumaba angustia al momento. De pronto se hace silencio, hay miradas de sorpresa entre los desprevenidos del grupo, la mayoría de corta edad…
Interrumpí el relato de mi abuelo para mostrar mi inteligencia: es que el huracán había pasado ya, ¿no? Esa es la parte de mi ignorancia. Podríamos haber entrado en el ojo del huracán, dijo mi abuelo y me explicó de qué se trataba. Si era el centro del huracán, que se llama ojo porque todo gira alrededor de esa montaña de baja presión, había que esperar otra andanada de agua y vientos todos sentados en el suelo, en el centro de la casa mirando la tenue luz de la vela.
Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas
Cuando el huracán Ian se alejaba de Cuba, había ráfagas de viento casi permanentes de hasta 185 km/h y rachas que llegaron a superar los 200 km/h en algunos puntos. El martes a la noche no había una sola luz encendida en toda la isla.
Como mi abuelo, que vivió hasta principios del siglo pasado en Puerto Rico, es probable que la gente de Cuba tenga las herramientas para soportar la furia de la naturaleza y recomponer la vida el día siguiente. Quizás esto explique el aguante de 60 años de bloqueo.
La naturaleza sigue su curso, y pese a todos los intentos que hacemos por domarla, se manifiesta con su enorme fortaleza cada vez. Como raza humana hemos aprendido a repetir lo que nos ayuda, como la lógica de mi abuelo frente a una lluvia fuerte. Para saber más de los fenómenos naturales extremos que nos dejó la semana, te recomiendo la nota de Sandra Farias quese puede leer aquí.
Por lo que ha sucedido en Italia, parece que también volvemos a caminar los mismos caminos de espinas. Allí la ultraderecha ha ganado las elecciones por primera vez desde la II Guerra Mundial y se dispone a gobernar la tercera economía de la Unión Europea.
“Con el 99,95% de los votos escrutados, el partido Hermanos de Italia de Giorgia Meloni ha obtenido el 26% de los sufragios y se ha convertido en la fuerza más votada, en unas elecciones marcadas por una elevada abstención (36%).
“Gracias al respaldo del centroderechista Forza Italia y de la ultraderechista Liga, la controvertida dirigenta política, que en sus inicios declaró su admiración por el dirigente fascista Benito Mussolini, se convierte en la primera mujer en desempeñarse como primera ministra del país y ocupar el Palacio Chigi.” (1)
El caso italiano muestra el regreso de una política que creímos dejar atrás luego del horror que dejó como saldo la experiencia de la intolerancia y que nos prometimos sepultar con los juicios de Núremberg.
La ciudad de Núremberg es famosa por sus monumentos históricos bien conservados, como el castillo imperial y el casco antiguo amurallado. La ubicación de la ciudad la convirtió en un importante centro comercial desde la Edad Media en adelante, y este rico patrimonio todavía se puede ver y sentir hoy. En ese entorno, se desarrolló el juicio de Núremberg que duró desde noviembre de 1945 hasta octubre de 1946. El 18 de octubre de 1945, los fiscales principales del Tribunal Militar Internacional leyeron las acusaciones contra 24 oficiales nazis de alto rango. Los cuatro cargos presentados contra estos oficiales fueron: conspiración y crímenes contra la paz, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
El tribunal declaró culpables a diecinueve acusados individuales y los condenó a penas que iban desde quince años de prisión hasta la muerte en la horca. Uno de los condenados, Göring, pidió ser fusilado, no quería morir como un criminal común y corriente, pero como se lo negaron, mordió una ampolleta de cianuro que había escondido en una pomada para el pelo. En 2016 un argentino gastó miles de dólares en una subasta para quedarse con el cilindro de cobre y zinc que había recubierto la ampolleta de vidrio que Göring trituró entre sus dientes el 15 de octubre de 1946. (2)
El culto al nazismo está presente en nuestras sociedades, no podemos esperar ahora que sea solo furor de coleccionistas de objetos de dudoso valor, ya que vemos cómo se van encaramando en puestos de poder en diversas partes del mundo a través de discursos denominados populistas.
Mientras tanto en Canadá
Este 30 de septiembre se conmemoró el Día Nacional de la Verdad y la Reconciliación. En este día honramos a las víctimas perdidas y sobrevivientes de las escuelas residenciales, sus familias y comunidades. Este día nos brinda la oportunidad de generar conciencia sobre el doloroso legado, el impacto continuo y el trauma intergeneracional de las escuelas residenciales de Canadá. No se trata de remedar el pasado, se trata de asumir sus consecuencias y el impacto que sigue teniendo en nuestra vida de todos los días. Es el momento de avanzar en nuestros esfuerzos de reconciliación, poniendo las palabras en acción para construir un futuro distinto.
Cada vez que regreso a este país me recibe una persona con uniforme y me dice Welcome to Canada. Esto ha sido una constante desde mi primera salida del país. Junto con la bienvenida y la sonrisa, empiezo a constatar que hay cambios, pequeños a veces y decisivos las otras.
El pasado 10 de septiembre, mientras estaba fuera del país el partido conservador de Canadá eligió a su nuevo líder. Era la crónica de una muerte anunciada, para usar la metáfora de García Márquez. Ya se sabía que más que una reunión de elección era una de consagración. Me da temor colocar este cambio en la realidad en alguno de los extremos: cambio leve o decisivo. Luego de escuchar a Anaida Galindo en la presentación del reciente electo líder Pierre Poilievre tengo más dudas que respuestas.
La caraqueña tomó la palabra antes que su marido. Utilizó la presentación del ganador como un perfecto discurso de campaña para todo el país. Ella, que habla tres idiomas, se presentó como una inmigrante – es decir como la inmensa mayoría de los habitantes de Canadá, que proviene de una familia que se adaptó al cambio y fue criada en uno más de los tantos hogares de este país que depende para vivir de su salario cheque a cheque, que fue lo que dijo en la tribuna. No fortuna, no extras, no ahorro. Lo que gana alcanza hasta que llegue el próximo.
Su marido ha sido una voz muy crítica del gobierno de Trudeau en cada iniciativa y ante cualquier acción que pueda ser puesta en duda. Con su discurso en defensa de la libertad individual, arremete contra “vaccine mandate and other controls”, abogando por una libertad sin límites y defendiendo a aquellas personas que se autodenominan propietarias de negocios pequeños – ya poniéndose en un lugar de vulnerabilidad. También a transportistas del Freedom Convoy según puede verse en un video de su página en una red social. La protesta de lo que se llama genericamente transportistas agrupó cerca de veinte mil personas, mil autos y cerca de 300 camiones rodeando Parliament Hill, el edificio sede del gobierno federal e inmovilizando la actividad de la ciudad capital Ottawa.
Por alguna razón, mi computadora terminó de reproducir la grabación que difundió el líder del partido conservador y empezó a reproducir el aviso promocional de una película vieja de 2012, que no vi – y que no recomiendo: Al Borde del Abismo.
Y a propósito de situaciones conflictivas, esta semana el Boletín Línea Uno te ofrece un repaso de las recomendaciones del consejero Luis Carrillos. Esta dirigido a las familias que enfrentan situaciones de adicciones y abuso de alcohol.
Carmen Delia Cruz nos habla de un tema muy difícil de tratar en público: el suicidio y cómo las familias y las amistades pueden ayudar en su prevención.
Para terminar con esta crónica semanal, algo que debiera estar en la primera línea: la pandemia. Desde la Organización Mundial de la Salud y en cada instancia de gobierno, se empieza a trazar el camino para volver a la normalidad, cualquier cosa que signifique esto. Fernando Rouaux nos ofrece un mapa de cómo volver a la normalidad tras la pandemia y teniendo a mano los refuerzos de vacunas.
Columnista invitado
Rodrigo Briones
Nació en Córdoba, Argentina en 1955 y empezó a rondar el periodismo a los quince años. Estudió Psicopedagogía y Psicología Social en los ’80. Hace 35 años dejó esa carrera para dedicarse de lleno a la producción de radio. Como locutor, productor y guionista recorrió diversas radios de la Argentina y Canadá. Sus producciones ganaron docenas de premios nacionales. Fue panelista en congresos y simposios de radio. A mediados de los ’90 realizó un postgrado de la Radio y Televisión de España. Ya en el 2000 enseñó radio y producción en escuelas de periodismo de América Central. Se radicó en Canadá hace veinte años. Allí fue uno de los fundadores de CHHA 1610 AM Radio Voces Latinas en el 2003, siendo su director por más de seis años. Desde hace diez años trabaja acompañando a las personas mayores a mejorar su calidad de vida. Como facilitador de talleres, locutor y animador sociocultural desarrolló un programa comunitario junto a Family Service de Toronto, para proteger del abuso y el aislamiento a personas mayores de diferentes comunidades culturales y lingüísticas. En la actualidad y en su escaso tiempo libre se dedica a escribir, oficio por el cual ha sido reconocido con la publicación de varios cuentos y decenas de columnas. Es padre de dos hijos, tiene ya varios nietos y vive con su pareja por los últimos 28 años, en compañía de tres gatos hermanos.
Notas
- https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-63029974
- https://www.reuters.com/article/alemania-nazis-subasta-idLTAKCN0Z621R