Sui Generis, hubo un tiempo que fue hermoso
Cuarta parte
(viene de la edición anterior)
“Pequeñas anécdotas sobre las instituciones (1974)
“El 1 de julio de 1974 murió el presidente Juan D. Perón y el país entró en una espiral de violencia política. La Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), financiada por la CIA y la logia italiana Propaganda Due y conducida por el ministro José López Rega, conocido como «el brujo» (Charly aludirá a él en «Canción de Alicia en el país») lanzó una campaña de persecución y exterminio de militantes, artistas e intelectuales señalados como «zurdos». Pero Charly, influenciado por Yorio, Álvarez y sobre todo por el escritor David Viñas, se había comprometido políticamente con las ideas del Partido Comunista Revolucionario, un desprendimiento del Partido Comunista que había adoptado una posición maoísta, que se notaría en sus temas.14
“Justo antes de finalizar el año, el 16 de diciembre de 1974, Sui Generis lanzó su tercer álbum, Pequeñas anécdotas sobre las instituciones. La banda había dejado de ser un dúo y volvía a ser un cuarteto, integrado ahora también por Rinaldo Rafanelli en bajo y guitarras y Juan Rodríguez en batería.
“El disco sorprendió a la crítica y a los fans, con un estilo de rock sinfónico, incluyendo instrumentos electrónicos novedosos para la época y una marcada temática de crítica política, sobre las «instituciones» básicas de la sociedad: la familia, los militares, la represión policial, la censura, los asesinatos políticos. García ha precisado que las instituciones «eran el Poder, los militares, bah, que se habían apropiado de las instituciones».14 Se destacan canciones como «Instituciones», «El tuerto y los ciegos», «Para quien canto yo entonces» y «Las increíbles aventuras del Sr. Tijeras».
“”Oye hijo las cosas están de este modo,
“una radio en mi cuarto me lo dice todo”.
“¡No preguntes más!
“”Tenés sábados, hembras y televisores,
“tenés días para amar aún sin los pantalones.”
“¡No preguntes más!
“«Instituciones»
“El proyecto original del álbum tenía una frontalidad política que fue moderada a instancias de Jorge Álvarez (director del sello Talent), por seguridad, para evitar que Sui Generis entrara en la lista de amenazas de muerte de la Triple A.14 Dos temas fueron excluidos, «Botas locas» y «Juan Represión» y reemplazados por «Tango en segunda» y «El tuerto y los ciegos». Veinte años después, cuando el álbum fue reeditado por Microfón en formato digital, se incluyeron, como bonus tracks los dos temas eliminados en 1974.
“Musicalmente, el álbum mostraba un cambio estilístico de fondo, más complejo, conceptual y orientado al rock sinfónico. De algún modo «Instituciones» significaba volver al estilo original de Sui Generis, antes del dúo, cuando seguía el modelo de Vanilla Fudge.14 Contaba además con los coros de María Rosa Yorio, y aportes de músicos invitados como Alejandro Correa (bajo), Carlos Cutaia (órgano Hammond), León Gieco (armónica), David Lebón, Oscar Moro (batería), Jorge Pinchevsky (violín) y Billy Bond (coros). Por su lado, Charly empezó a interpretar teclados complejos, recién adquiridos Yamaha Strings, piano Rhodes, mini Moog, clavinet Hohner, mellotron, ARP strings y ensamble de cuerdas.
“El disco fue muy elogiado aunque no vendió como se esperaba. Al público y a los productores, le costaba entender la evolución musical de Charly y les exigía volver al estilo acústico y sencillo de los dos primeros álbumes. Por otra parte tanto García como Mestre y el resto de la banda, habían comenzado a consumir ácido lisérgico.
“La cuestión de la llamada “censura”
“En la historiografía del rock argentino es un lugar común hablar de la “censura” que sufrió el álbum “Pequeñas anécdotas sobre las instituciones”, a veces refiriéndola a alguna repartición estatal. Dicha censura no sucedió como tal. Lo que sucedió es que Argentina había entrado, luego de la muerte del presidente Juan D. Perón el 1 de julio de 1974, en una espiral de violencia política. Ya bajo la presidencia de María Estela Martínez de Perón, el poder real quedó en manos de José López Rega, quién a su vez dio vía libre para que actuara la organización terrorista parapolicial que él dirigía, la , conocida como “Triple A”, financiada por la CIA y la logia italiana Propaganda Due, que lanzó una campaña de persecución y exterminio de militantes, artistas e intelectuales señalados como «zurdos». Desde ese momento los asesinatos fueron incesantes y crecientes. Según una lista realizada por Desparecidos.org,56 sobre 644 asesinatos que la Triple A se atribuyó, en agosto de 1974 fueron asesinadas nueve personas y en septiembre quince, entre ellas al general chileno Carlos Prats opositor a Pinochet y su esposa, indicando así que ya para ese momento había comenzado a funcionar la Operación Cóndor, que coordinaba las operaciones terroristas con Estados Unidos y los demás países sudamericanos. En noviembre los asesinatos treparon a diecinueve personas. La escalada siguió: 43 asesinatos en marzo de 1975, 50 asesinatos en octubre y 109 asesinatos en diciembre de 1975. Si en los doce meses anteriores a la muerte de Perón, la Triple A había matado a 30 personas, en los dieciocho meses de la presidencia de Isabel Perón, el terrorismo de Estado asesinó a un mínimo de 614 personas y un máximo de 1500.56 A ellas deben sumarse miles de personas torturadas u obligadas al exilio (entre ellas gran cantidad de artistas e intelectuales, como Luis Brandoni, Nacha Guevara, Norman Briski, Héctor Alterio, Horacio Guarany, entre muchas). En su momento, ninguno de los crímenes de la Triple A fue investigado, ni sus autores identificados y castigados.
“En ese momento, Charly García, influenciado por su pareja María Rosa Yorio, el productor Jorge Álvarez y sobre todo por el escritor David Viñas, se había comprometido políticamente con las ideas del Partido Comunista Revolucionario, un desprendimiento del Partido Comunista que había adoptado una posición maoísta, que se notaría en sus temas, y en particular en los temas del nuevo álbum que la banda estaba preparando en 1974: Pequeñas anécdotas sobre las instituciones.14 Pocos años después, ya en plena dictadura, Charly García aludirá al terrorismo de Estado y en particular a López Rega, conocido como “el brujo”, al componer «Canción de Alicia en el país» (“Enciende los candiles que los brujos piensan en volver a nublarnos el camino”).
“Lo que se ha denominado la “censura” del álbum Pequeñas anécdotas sobre las instituciones, fue en realidad una serie de indicaciones que Jorge Álvarez le hizo a Charly García para que, por razones de seguridad de los artistas y la editorial, “bajara el tono de protesta política” de algunas letras y reemplazara en el disco dos temas especialmente irritantes para las fuerzas represivas: “Botas Locas”, contra el servicio militar obligatorio y el Ejército (“Yo formé parte de un ejército loco.. [pero] para ellos el loco era yo”), y “Juan Represión”. Las letras modificadas fueron las de “Instituciones”, “Las increíbles aventuras del señor Tijeras”, “Música de fondo para cualquier fiesta animada” y “Para quién canto yo entonces”. Los dos temas excluidos fueron reemplazados por “Tango en segunda” y “El tuerto y los ciegos”. Charly García ha dejado en claro que en ningún momento le dijeron que tenía que cambiar las letras o quitar los temas.
“En un reportaje, García fue preguntado sobre la supuesta censura a manos de Álvarez, que habría sufrido en ese momento:
“–¿Cómo te cayó la censura de Álvarez?
“– (Charly García) Yo no soy tonto. Sabía que poner el Manifiesto Comunista en el medio de la represión era una locura, pero me gustaba la idea del shock. Me imaginaba cerrar el disco con un coro tipo (canta “Another Brick in the Wall”, de Pink Floyd): “Hey, teacher, leave the kids alone”, pero cantando “Proletarios del mundo, uníos…”. Y, no sé, vos fijate que Álvarez era un editor de libros de izquierda. Era un tipo que sabía cómo venía la mano, sabía sobre el manejo de la palabra, y me preguntó si se podía decir eso mismo siendo más sutil.
“–Entonces no fue censura…
“– (Charly García) Nunca vino nadie a decirme nada. Ojo al piojo. Jorge Álvarez no era el poder. A mí me divertía ver hasta dónde daba el quía, hasta dónde se bancaba la realidad, hasta dónde cometíamos juntos un delito. Eramos cómplices del crimen. “Botas locas”, “Juan Represión”: si hubieran estado esos temas, no sé… Salió un disco mejor. “Tango en segunda” es mejor que los temas que quedaron afuera… Siempre que tuve problemas fue por tenencia o no tenencia, cosas que tenían que ver con las drogas, más que con la censura. A mí nunca me dijo nadie nada. Yo, a su vez, usaba ese alvarecismo de ver hasta dónde daba el asunto. Había visto los mecanismos que usaban para la censura con Miguel Cantilo o con León (Gieco); ellos tenían problemas en serio, como Miguel con “La marcha de la bronca”. Yo era más un pendejo hippie al que le gustaban las pendejas. Pero molestar, nos molestaban. En los recitales se llevaban mucha gente presa, siempre había quilombos… Realmente nunca fui de la mano “A desalambrar”; hacer eso para ganarse el público siempre me pareció de última. Yo quería hacer discos y quería decir cosas. Quería rockear y tocar para la gente, y si te censuraban, fuiste.14
“En sus recitales, Sui Generis incluía también los temas excluidos del álbum, y en algunos casos cantaba las canciones con sus letras originales. En 1975, realizaron un recital en Uruguay donde gobernaba una dictadura cívico-militar, incluyendo el tema “Botas locas”. Todos los músicos de la banda fueron detenidos por los servicios secretos e interrogados, siendo luego liberados.32
“Un reportaje de la revista Pelo se refirió a los temas reemplazados mencionando el impacto que ello tuvo sobre el significado global del álbum: “Quizás haya algunas canciones ausentes (a nivel letras), pero las que están le dan aún más validez a las que no pudieron revistar”. En años posteriores García y Mestre se ocuparon muchas veces de aclarar que Pequeñas anécdotas sobre las instituciones perdió una parte del sentido conceptual con que fue concebido, pero a la vez ganó en calidad musical y poética.
“”El show de los muertos”, puesto después de “Tango en segunda”, perdió buena parte de su sentido, porque en realidad antes tenía que estar “Juan Represión”, el que tuvimos que dejar afuera. El relator en “El show de los muertos” es Juan, el de “Juan Represión”. Es el tipo que dice: ‘Tengo todos los muertos aquí, quién quiere que se los muestre?'”.
(continuará)
Nota: Con información de Wikipedia
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