El baúl de los textos desaparecidos de la Feria del Libro porteña
Tercera y última parte
Desde el canal español, TVE, los dibujitos del mediodía del Sábado de Gloria muestran dónde está el estudio de filmación del yuppie. Un chalet de dos pisos y varias plantas al lado del Destacamento Policial, frente a los caniles donde extraña la libertad el perro anti narco y está el vagón de tren donde el pibe pelo corto de cana policial explicaba el entrenamiento de los pobres animales. Que no era que los drogaban, les enseñaban jugando… ¿Qué decirle? ¿Que la inocencia les valga, escéptica… ¿Los derechos de los animales?
Realmente da pena imaginar ese contraste, de unos mucho y otros nada, simplemente pasando la calle. Un chalet soft que tendría esa antena altísima, única guía para llegar por el viejo camino al Mercado Artesanal de adobe abandonado. Fue cuando ese extraño sueño, el de la mosca tse-tsé, de la tristeza infinita, me invadió.
De la estanciera estrolada, seguí la ruta vieja, por los palos de luz. Así fue como llegué, caminando, el sábado antes del Domingo de Ramos.
¿Por qué esa sensación de intranquilidad?, me preguntaba. ¿Sería que el trasbordador del Discovery habían dicho que haría los viajes únicamente hasta el lunes? ¿Querrían decir, que cortarían internet satelital o algo así? ¿Totalmente incomunicados? ¿Únicamente oyendo las mismas voces, los mismos programas de “Fútbol para todos”?
Ya lo cantaron los Olimareños:
Qué pena si este camino
fuese de muchísimas leguas
y siempre se repitiera…
Los mismos hombres…
Los mismos poemas…
Y los mismos poetas
Falleció Ernesto Sábato. No puedo oír el excelente programa de la Radio Pública que pagamos todos porque akí alguien decida qué programa oír y cuál no… Falta esa bocanada de oxígeno de excelente música.
O Eladia Blázquez con su encendida y revolucionaria poesía tanguera en “Rincón Porteño”. Únicamente entre los ruidos de las AM. Como en la segunda guerra, contaban los abuelos cuando oían las noticias, en medio de ruido en la venerable RCA Víctor. Era un cajón, pero tenía onda corta y larga. Poder oír, por la censurada Radio Pública, mencionar la excelente revista SUDESTADA, que está en la Feria del Libro, también, por internet. En ella encontré las que parecían extintas tesis de “Arte y Revolución”, tan onda Trotsky. Vilmente asesinado como nuestro perro, tal vez porque llevaba su nombre. Igual destino padeció Garufa, su perrazo amigo ecologista. Me despertaron, seguro, sus ladridos, para oír buena música. Ya lo decían Les Luthiers, en su parodia de “La kermés de los sábados, todos los domingos en su horario familiar de la tres de la madrugada”. Así era el horario del programa cultural… Sábado a la noche. Para esa selecta minoría, la élite. Para el pueblo hay que darle únicamente “Fútbol para todos”. El partido de fútbol siempre enajena: nos hace ajenos a la realidad, pone la cancha de juego sobre el centro de torturas.
Raúl Carnota únicamente para quién sepa escucharlo… Porque la mayoría de los jóvenes estará en los boliches en pedo glorioso, quedando sordos por el volumen que los hará hipoacúsicos. Al pueblo solo bailanta porque es lo que le gusta. Como el Fútbol para Todos. Para la minoría escogida, el censurado programa de sábado a la noche, el domingo 3 de la madrugada.
Murió Sábato. No supieron darle la oportunidad en vida. En la Feria del Libro. Y en los medios. Murió de pena, tal vez, esperando inaugurar la feria. Su discurso preparado, corregido ochenta veces…
Recuerdo cuando leí, sobrecogida por el espanto, “Sobre héroes y tumbas”. Yo tendría unos 17 años. Luego, rápidamente, “El Túnel”. Otra vez lo siniestro, cuando elegí analizar su “Prólogo al NUNCA MAS”, para el trabajo final de aprobación de la materia “Lingüística” en la Maestría de Historia de la Universidad del Comahue, en el 2000, maso. Estaba, me parecía, clarísima, la ideología de los dos demonios. Analicé la estructura, las comparaciones. En oposición al mensaje unívoco de toneladas de datos y contundencia de argumentos de la “Carta a la Junta Militar” de Rodolfo Walsh. Desaparecieron ambos. Uno, en su plenitud, por la salvaje dictadura que como Atila, destruyó todo a su paso… Otro a los 99 años, en el polvo del olvido.
Como se destruirá la educación pública si se sigue así, censurando sus mejores programas. Es de imaginar la pena… Como cantaban los Olimareños.
O los excelentes pibes que a la madrugada por radio piden algo rico. Evidentemente el arte nunca alcanza para comer bien. Ni el presupuesto de la Radio Pública. que gracias a la Feria del Libro, puedo oír akí… Guantánamo.
¿Podrá algún solidario llevarles a los compañeros las pizzas, algún bebestible, gaseosas, obvio?
Que perdiera Estudiantes por esa lamentable goleada… Su técnico, ¿será auténticamente de Estudiantes? ¿No será un lobo? Por el tema de Los Redondos, “Lobo suelto, cordero atado” sembrando vaya a saber qué píldora de la desmemoria. Como esos pibes de la Cámpora que, en la librería, ignoraban el trabajo conjunto de JP-Montoneros con las FF AA en ese operativo por la inundación que ni me acuerdo dónde fue ¿Junín? Era la corta primavera de la presidencia de Cámpora 1973. Y entonces todos fueron cayendo como moscas de los árboles en la masacre de Ezeiza, 20 de junio del ’73. Fui, vacilante pequeño burguesa, era ya periferia PRT- ERP que tenía compañeros cuyo gorilismo discutía entonces. Por que dudaba si no ser del alegre PJ de entonces. Es que venía de la familia con mayoría peronista, abuelo paterno republicano y radical y el abuelo materno socialista y agnóstico, quizás, porque no la bautizó hasta que ella lo decidiera libremente.
A los pibes parece les faltara la fuerza patotera del “guarda que vengo” para exigir, como los compañeros uruguayos del Frente Amplio: Legalización de la Marihuana, producción de plantitas y tenencia de unos gramos para consumo.
Les falta la legalización de las kímicas. Aspirar lo que llevaron en la concha o culo, no sé… ¿Alguna escherichia en el coco estupidizó a los mejores sobrevivientes? Tantos locos sin posibilidad, siquiera, de Hospital de Día, por si alguien quisiera ser tratado dignamente. Porque les cortaron hasta el gas y la posibilidad de mate caliente a pacientes y profesionales de Salud Mental del Hospital Neuropsiquiátrico Borda. Como mi sobrina que tiene ese derecho a la posibilidad de terapia de grupo, arteterapia, musicoterapia, taller de cine analizando pelis… Así pudo comenzar a salir adelante de la extrema violencia de padre y padrastro totalmente olvidados de la responsabilidad de aportar su óbolo. Como durante añares su abuela, Silvia Stella Leiva, empleada Jerárquica del Ministerio de Economía desde Cavallo hasta hoy.
Nada debe ser más siniestro que esas fundaciones para rehabilitación de adictos. Si para bulimia y anorexia les ponen candados a las heladeras, imaginemos una joven atada a la cama entre los 60 pacientes de la Sala de Guardia del Hospital Moyano, catatónica cuando la desnudaron. ¿Para qué? ¿Para atarla?
Y en Nochebuena. Para que no se lastime, je, je. Medicación inyectable y atada por si se exalta. Que no joda. Dopping y atada. Poco personal, mal pago y todos exhaustos. Al menos unas fiestas en paz… Porque guita para Salud Mental Pública, respetando DDHH, never… El paupérrimo 5% del presupuesto nacional para salud se irá casi todo en medicación, supongo… Y la desaparición de anestesias, calmantes y drogas psi para el mercado del negocio de la cárcel-escuela, negocio redondo.
Y si se vendiera, recetada por profesionales no truchos, como en la época de Sherlock Holmes. En las farmacias, cocaína, seguro. Heroína, no sé, supongo que sí. PERO EN LA ESCUELA, A MENORES, NEVER DROGAS. Porque ese fue el tema tabú de mi libro-karma “Antón Pirulero” (1992), drogas en la escuela. En la contratapa la fotocopia del articulo de Página 12 del llamado “Manifiesto de García Márquez: drogas legales y chau negocio”.
Yo siempre: no, gracias. Pero si alguien quiere volarse las neuronas, que sea de calidad al menos…
¿Por qué al pueblo la mierda legal del tetra y al rico la botella del Etchard Privado que regará, alegremente, manjares? Y al pueblo choripán tal vez con triquinosis. Evidentemente, la carencia de bromatólogos puede ser gravísima. Ya lo vivimos en 25 de Mayo, La Pampa y Rincón de los Sauces, Neuquén, por chorizos con triquinosis elaborados por el mismo responsable municipal de controlarlos. Cientos de enfermos contaminados dos veces por el mismo negocio del empresario agrario Néstor Chambón que llevaron a la pueblada hace varios años ya como fue publicado en “La Arena” y “Río Negro”. Elaborados por el absuelto empresario respetable, asesorado legalmente por su agrario amigo. Impune, obvio. Y vaya a saber quién asesoró a las víctimas para el saqueo del supermercado. Rayados, indignados, las víctimas quedaron “pegadas” en causa por vandalismo. Filmados y por tele. Porque todos estamos rigurosamente vigilados, algo que los paranoicos repetimos al dope. En tiempos del google-earth y minúsculas camaritas filma todo, como en Gran Hermano.
Bancos y negocios importantes cuidados por SS, Su Sekurity privada… Para el morbo y sadismo exacerbado por exigencias de guita para represión. Cárcel a menores pero no cupo juvenil. A menores que parecen boinas verdes en Vietnam, represores con quien se les cantara. Jefe, oficial, suboficial contra soldaditos de Malvinas. Ignorados, olvidados, hasta hoy. Sin su prometido derecho a casa, pensión, beca para él y sus hijos, cobertura social… Nada más que alcohol, la mierda legal de tetra, porque al pueblo le gusta la mierda esa. La botella de whisky es para ricos nenes de mamá, rubia tarada del maricón culo fruncido de SUMO. Con precoz cáncer de colon, infantil ya, por abusos sexuales en la familia, escuela, barrio, club, por compañeros, menores grandotes, de escuela o iglesia. Que quiere ser patoteado… Porque elije eso. Niñas acosadas por pibes que tienen aire “rarito” de ser abusado y que no aprendieron liderazgo sino matoneo de algún “guarda que vengo”. Adulto que explica en difícil la diferencia del patoteo público y el permiso en lo privado… Onda Astiz. La patota contra Madres de Plaza de Mayo en misa. Y la violación de monjas francesas. Caballero, whisky escocés en mano, “preso” en el casino de oficiales de la Marina, amablemente departiendo en la piscina saberes y sabores…Mientras los presos hacinados y mugrientos en sucias pocilgas, los pibes del porrito junto al vale todo. Tanto presos como cana o carceleros.
Whisky de primera, para los avisos, sopla la barra brava única manera de garpar la peli, serie, novela, teatro. De algo como “Pigmalión” de Bernard Shaw hoy… ¿Será posible educar a…? En T.V.E. a la hora de la beatificación papal, por televisión italiana y española. Excelente televisión educativa, cuyos contenidos la mayoría ignora. Obviamente elegirán la Final de Gran Hermano. Pero si tal vez fuese competencia educativa de alumnos de cualquier nivel… Producción de algún contenido curricular… Que salga por Televisión Pública… Voten espectadores… Elegir por grupo la producción… Tecnología estatal, docentes por concursos de antecedentes y oposición de cada provincia. Beca a alumnos participantes. Como en la tele española 1° de mayo. ¿Por qué Dostoievski era un torturado jugador?, su vida, ideas, citas… La microhistoria de edificios restaurados. La absoluta belleza de la perfección del Circo del Sol… Unos dibujitos educativos.
Pibes que ignoran el tantrismo, horas de sexo con amor… Porque es arriba o abajo. Drogas arriba, en el coco, impiden sexo ardiente, vital, abajo. Porque el negocio es vender VIAGRA para sexo frío abajo. El único conocido por quienes siempre tuvieron mucho arriba. Olvidando la historia… ¿Eso hizo que perdiera Estudiantes? Tal vez ignoraran los experimentos científicos de Mengele o los educativos de esa experiencia Pigmalión que leyera Filmus y relató la excelente profesora de Pedagogía en el Magisterio de Catriel.
¿Por qué la locura? Cualquiera sea el diagnóstico. Cada una de las evasivas respuestas diferentes de quienes tienen ese sambenito, harían imaginar parentesco de hermanos, tal vez, o tabú por ser gay en pueblo provinciano? Las entrevistas a quienes lo conocieran a Manuel Puig, el autor de “Boquitas Pintadas”, son opuestas totalmente a lo que dijera, explícitamente, en una entrevista y se pudiera deducir por sus apasionantes libros. Una tortura psi debe haber sido vivir en un pueblo provinciano. O imaginar un profe medio hippie… ¿Algún currículum trucho…?
Y ese parecido de esos buenos alumnos, solidarios músicos, con los terribles alumnitos de la Escuela Rural, tres pibes escalerita, con los nombres de los sobrinos del Pato Donald, Luisito, Dieguito, Huguito… Terribluses como mis hermanos en Tucumán. “La pandilla de los cordobeses”, les decían. Papá ausente por laburo y política, mamá con tres patoteros púberes en escalerita, dos bebés y yo, la mayor, siempre amarga y leyendo todo el tiempo.
¿Habrán leído esos chicos ese librito de la Universidad de Quilmes “Sexo, drogas y rock&roll” de la colección “La Ciencia que ladra – La Ciencia no muerde”. Explicación de genética para ignorantes como yo, porque en la Universidad, en las Humanidades, apenitas… ¿Sabrán la importancia del estudio de ADN, en cada célula 99% de paternidad y menos abuelidad?. Pero en el ombligo 100% únicamente de su madre biológica. Y el derecho a indemnización por daño a la niñez. Totalmente irreversible. Si me roban un auto, el derecho a la reparación es que me den otro igual o mejor. Deben garantizarme la atención médica, tratamiento psicológico interdisciplinario. Licencia por stress. Nadie quita el susto, miedo, stress, ataque de pánico, etc. Pero totalmente irreversible es el daño a la niñez. Nunca, jamás, nada le devolverá esa niñez quitada al ser lesionada. Por eso está protegido por los DDHH, la Convención Internacional de Derechos del Niño y el Pacto de San José de Costa Rica que nos rige desde la reforma constitucional que permitiera la reelección de Menem. ¿Los del sexo sado conocen Leyes Internacionales contra la tortura y tratos infamantes, los Derechos de la Mujer y contra Discriminación y Xenofobia? Punible y con derecho a indemnización.
Poniéndose estaba la gansa, reclaman los petroleros santacruceños en su lucha lejana. -Vos que sabes de números- le preguntan a Chofitol, siempre con el Sudoku. -¿Cuánto tienen que garpar a los contaminados por el agua?-. Dicen que tiene que ser inodora, insípida ¿y qué más?
-Incolora, che-. Y muestra el vasito de agua “potable” a las cámaras de ese video que jamás llegará a los medios. Lo pone en un frasco hermético, lo sella con lacre enfrente de todos, sabiendo que antes de ser analizado será cambiado por otro de agua mineral… Parece…
Guiña el ojo. -¿Qué marca ponemos para el chivazo?-.
Recuerdo cuando el Director de la Universidad de SAO me impidiera votar por el claustro de graduados en las elecciones por el Rectorado.
-Usted debe figurar en la lista de graduados de Humanidades. Debería votar, entonces, en su facultad, en Neuquén-.
Eso quise preguntarle al decano de Humanidades en Neuquén donde terminé la carrera del profesorado y licenciatura de Historia en el ’97 y comencé, luego, la Maestría en Historia Latinoamericana Comparada.
Quise verlo en la conferencia de jueves Santo en Las Grutas. Seguro confundí el tiempo o el lugar. Si es pastor evangélico metodista o bautista no mentirá, me dije. Algo tan raro hoy donde la verdad brilla cual diamante entre rocas grises. Es la espantosa miopía, me digo. Horas de escribir delirios paranoides diría algún estudiante de Psicología.
¿Y qué pasa con los tratamientos dignos de salud mental? ¿Cómo únicamente tienen ese derecho apenas 40-60 pacientes en el Neuropsiquiátrico Borda o Alvear de Buenos Aires? ¿Para 8 millones de habitantes? ¿No habrá algún loco suelto? ¿Soldado, jefe o alguno que ni figura por cientos truchos? ¿Sobreviviente, familiar o testigo de la Embajada de Israel, AMIA, Río Tercero, Cromagnon? ¿Habitante expulsado de su tierra por el terrateniente ex-diputado ya senador con futuro de gobernador y banda presidencial?. El yuppie.
Figuretti y Ratatouille pueden actuar, como yo, el peor de todos o tener el aire ingenuo para seducir incautos. Ambos se tiran dardos en la Feria del Libro ante los medios. Cuando uno habla del “pluralismo y la otredad”, de Les Luthiers, en cita inoportuna y fuera de contexto, Ratatouille mira, sonriente, al público con gesto cómplice. Con aire de periodista célebre mira por arriba de sus lentes, paranoico: “Las paredes oyen…” Como dijera nuestra muy querida María Elena Walsh “Hay quienes dicen muchas estupideces con tanto aplomo”. Los aplausos cortan toda ríspida respuesta. Se saludan sonriendo a cámara, consultando al celular. Las encuestas on-line son menos falibles que las sonrisas y miradas del selecto público vilmente seleccionado por el invisible target totalmente monitoreado.
FIN.
Semana Santa del 2011.
Las grutas, Río Negro,
Columnista invitada
Lucía Isabel Briones Costa
“Mi pecado fue terrible: quise llenar de estrellas el corazón de los hombres” decía el poeta… Desde los lejanos años de estudiante del profesorado en Historia en la Universidad Nacional del Sur, dediqué mi vida a la educación. En los tiempos previos a la dictadura de 1976 enseñaba en una vieja aula de la Facultad de Agronomía el bachillerato de adultos, tarea compartida con los compañeros, casi todos presos políticos después en Bahía Blanca. Cuando era rector Remus Tetu se hizo una razzia contra docentes, no docentes y estudiantes, especialmente contra los alumnos de Humanidades, Sociología y Economía. Estaba terminando mi carrera, cursando las últimas materias cuando fui detenida y puesta a disposición del PEN, el Poder Ejecutivo de la Nación, durante tres años y tres meses, hasta diciembre de 1978. Estuve en las cárceles de Villa Floresta, Olmos, Devoto y los tres últimos meses en la U20, la cárcel dentro del Hospital Borda, donde un prolijo tratamiento con drogas psiquiátricas hizo borrar totalmente mi memoria. Así me dejaron en libertad, diciéndole a mi padre: “Su hija es irrecuperable, será un vegetal hasta el día de su muerte. Que Dios les de la Santa Resignación”. Gracias a haber encontrado la ayuda adecuada pude recuperar, poco a poco, la razón perdida. Y me fui a La Pampa, donde fui docente de escuelas primarias y secundarias en la pequeña localidad de 25 de Mayo y en el Terciario de Formación Docente de Catriel, Río Negro. Recién en 1997, pude terminar mi profesorado en la Universidad del Comahue, para cuando mis compañeras de promoción de la Universidad del Sur ya estaban por jubilarse. Luego comencé la maestría en Historia Latinoamericana de los siglos XIX y XX, la cual se interrumpió cuando la Universidad no podía pagar a los docentes, varios doctores en Historia. En ese tiempo de docente rural comencé a escribir narrativa, tarea que continué al jubilarme en el bello mar de Las Grutas, en Río Negro. Seguí escribiendo con la alegría de dar un legado en su educación a mis hijas: la mayor psicóloga y la menor, maestra y profesora de Historia, ambas egresadas también de la Universidad del Comahue.