Muchos años demandó su terminación, con cambios de gestiones y agregados arquitectónicos, que se fueron sucediendo. Hoy es clave en la imagen que tenemos de la querida Plaza de Mayo, ágora de la Nación por antonomasia. Allí suele expresarse el pueblo acerca de todos los temas y en forma permanente. Vos lo sabés.
En uno de los aniversarios de la Democracia pude participar allí, en su enorme espacio central de ingreso, de un homenaje al dibujante y artista plástico uruguayo Hermenegildo Sábat, referenciado con las páginas de diario Clarín por décadas. Para mi asombro, terminé sentado junto parte de los grandes artistas de la escena nacional.
Desde Jorge Rivera López hasta Graciela Dufau; pasando por Jairo, Antonio Grimau, Hugo Urquijo, Pepe Novoa, fueron algunos de los figurones con quienes compartí una actividad artística. Todo en el marco de los singulares retratos del maestro Sábat, que nos recibía con un apretón de manos. Las cosas que te pasan en Buenos Aires.
“El Palacio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, o Palacio de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fue, hasta inicios de 2015, la sede de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (antes de 1996, Municipalidad). Es el primer edificio de la vereda norte de la Avenida de Mayo y se encuentra a uno de los lados de la Plaza de Mayo, frente al Cabildo. Se encuentra en el barrio de Monserrat, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
“A partir de marzo de 2015, la sede gubernamental de la Ciudad de Buenos Aires, se trasladó al primer edificio de delegación pública sustentable con el medio ambiente, ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios frente al parque homónimo. A 200 metros de las nueva delegación se encuentra la Estación Parque Patricios y a 500 metros Estación Hospitales. Ambas estaciones pertenecientes a la Línea H, la más nueva de la red de subterráneos.
“En la actualidad, en el edificio funcionan simplemente oficinas que derivan sus funciones a Parque Patricios. Desde la Casa de Cultura se realizan visitas guiadas frecuentemente pero no está permitido el ingreso al público.
“En 1580 con la segunda fundación de Buenos Aires, fue el momento donde se loteo el solar donde se ubica el Palacio. Allí se establecieron el Seminario Conciliar (contiguo al Cabildo) en 1774 y La Casa del Obispo en 1780. No obstante, con la Reforma eclesiástica de Rivadavia de 1820, el Estado retuvo el edificio para transformarlo en el Departamento de Policía. Con este cambio, la primera cuadra de la calle Bolívar se encontraría conformada por el Cabildo colonial, el Departamento de Policía y, en la esquina de Rivadavia, la casa que había sido construida hacia 1810 para el traficante de esclavos negros francés Pedro Duval, luego cedida al general José de San Martín, y finalmente propiedad de Miguel de Riglos, conocida como los Altos de Riglos. En 1856 en el Departamento empezaron a funcionar dependencias de la Municipalidad. Las funciones del cuartel policial vieron su fin en mayo de 1888 con las demoliciones para la apertura de la Avenida de Mayo y subsiguientemente la edificación del Palacio Municipal. El edificio fue realizado por encargo del intendente Francisco Bollini, proyectado por el arquitecto municipal Juan Antonio Buschiazzo y concretado por el Vicedirector de Obras Públicas de la Municipalidad, Juan Cagnoni. Las obras, a cargo de la empresa constructora Castello y Scala, comenzaron el 30 de noviembre de 1890, siendo colocada la piedra fundamental del edificio el 31 de diciembre de dicho año.
“En el diario La Prensa del 1 de enero de 1893, se hace un resumen: “Casa Municipal. El 30 de septiembre de 1891 se dio principio a las excavaciones para levantar la casa municipal en la esquina de Avenida de Mayo y Bolívar. La construcción está al terminar y consta de seis pisos con una altura de 31 metros hasta la creta del techo y de 48,20 metros hasta la flecha del domo central. Su distribución interior consta de grandes salones divididos por tabiques de madera de dos metros de altura y posee una superficie cubierta de 778 metros cuadrados. En ella se instalarán las oficinas de la Intendencia dentro de un mes probablemente, dejando así de abonar el arrendamiento anual de 72.000 $ que paga por la casa actual”.
“El edificio comenzó a construirse durante de crisis económica que había comenzado en 1887 durante la presidencia de Miguel Juárez Celman. Para 1890 el Estado había entrado en cesación de pagos y por lo tanto, el proyecto de la Municipalidad debió ser austero y se ahorró todo lo posible en las obras. Por ejemplo, se utilizaron diversos materiales y elementos decorativos de la casona de la familia Zuberbühler que había sido demolida para abrir la Avenida de Mayo.
“Héctor Quesada en 1893 escribió: “El intendente Bollini proyectó la utilización de los materiales de una propiedad que debía demolerse… y con ellos se ha construido… un edificio con aspecto de casa de huéspedes, que si bien puede ser aceptado provisionalmente no puede tolerarse como definitivo… El ensanche de la casa actual resultaría siempre feo, costoso, pequeño, y de pésima colocación”.
“Hacia 1892 el Palacio Municipal ya estaba casi terminado, y se inauguró en marzo de 1893 cuando se instalaron las oficinas de la sección de ingenieros. Esta primera etapa del edificio se ubicaba sobre Avenida de Mayo e irrumpía solo 15 metros de la calle Bolívar. La entrada principal se ubicaba en el encuentro de la calle Bolívar y la nueva Avenida de Mayo. En cuanto a su altura, la Intendencia tenía 5 pisos y 48,20 m «hasta la flecha del domo sobre el que se encuentra el reloj de 4 esferas».
“El edificio recibió en sus comienzos múltiples críticas negativas de la prensa y la opinión pública considerado como provisorio, poco apto e indigno para la Ciudad. Su diseño era considerado feo para las voces de la época en que fue emplazado el edificio.
“El diario El tiempo lo describía en un artículo de 1899 como «un protaviandas de fiambreras superpuestas, mientras denostaba que el mal llamado palacio, revocado en cal, disuena completamente con las líneas características del dórico romano». La Nación se refería a la Municipalidad como fea; mientras Héctor Quesada decía en 1893: “Parecía una casa de huéspedes, que sólo podía aceptarse en forma provisional con una altura de 31 m hasta las crestas del techo y 48,20 m hasta la flecha de la torre central, donde se exhibe un reloj de tan pequeña esfera, que se requiere buena vista para distinguir las horas (…) La distribución interna la constituyen grandes salones de una pobreza franciscana, que han sido divididos a su vez por tabiques de madera de dos metros de altura, con lo que, según dice el ex Intendente Bollini, se consigue mayor orden de los empleados y mayor vigilancia por parte de los jefes”.
“Cúpula sobre Avenida de Mayo
“Finalmente, el 2 de diciembre de 1899 el Congreso de la Nación autorizó la expropiación de las propiedades de Riglos y adyacentes, y luego de su demolición se proyectó el ensanche del Palacio Municipal hasta la calle Rivadavia. Las obras, a cargo de los ingenieros Bonneu Ibero, Parodi y Figini, comenzaron en la segunda mitad de 1911 y concluyeron hacia 1914.1 La nueva sección poseía una cúpula mucho más alta que la del edificio original, en la ochava de la calle Rivadavia, que se veía a la distancia y que alcanzaba los 65 metros hasta su culminación. Con el paso de los años, los problemas estructurales derivados de la falta de mantenimiento forzaron su destrucción y reemplazo por un coronamiento idéntico al de la ochava de la Avenida de Mayo.
“En 2008, tomó impulso el proyecto del Jefe de Gobierno Mauricio Macri para trasladar la Jefatura y varios ministerios de la Ciudad a un nuevo Distrito Gubernamental en Barracas. Esto significaría el abandono del Palacio Municipal, para el cual se barajaron diversos destinos, desde nueva sede de la Jefatura de Gabinete de Ministros a museo público.
“A principios de 2015, luego de la construcción del nuevo edificio gubernamental en el Parque de Los Patricios, se decide mudar la jefatura de gobierno a la nueva sede.
“Patrimonio
“En junio del año 2005 durante el recambio del piso de madera en mal estado se encontró la antigua entrada al palacio. El lugar del descubrimiento era una oficina ubicada sobre la esquina de Avenida de Mayo y Bolivar. El estado actual de esta esquina en planta baja esta conformada por dos ventanas en cada lateral y un paño central ciego, sin embargo, originalmente estaba formada por tres arcos componiendo la entrada.
“Durante el proceso se consiguió identificar restos del palacio Zuberbüller, la escalinata de acceso semicircular, el mármol color rojizo de las paredes, los mosaicos artesanales europeos de los pisos, entre otros elementos.
“Uno de los hallazgos más importantes fue un bollo de un fragmento del diario Clarín perteneciente al 18 de diciembre de 1955. No se pudo probar que los bombardeos en la Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955 hayan tenido relación alguna con la posterior clausura.
“Sin documentación oficial que proporcionase una explicación, el cierre de esta entrada aparentemente fue improvisado.
“Actualmente, según el Código de Planeamiento Urbano, posee protección estructural por su valor arquitectónico, histórico, urbanístico o simbólico”.