La difícil y compleja situación de los jubilados y pensionados y los tiempos que se avecinan. Solo clamamos por justicia.
El ministro de Economía, Sergio Massa, está tratando de salir del entramado consolidado y lleno de vericuetos, de estos largos y dolorosos años pero, en tanto, libera del impuesto a los mayores ingresos, a quienes ganan hasta un millón setecientos mil pesos, condena, al mas condenado y empobrecido sector, a continuar con su consabido vía crucis.
En momento alguno podemos criticar todo cuanto signifique una conquista, para los trabajadores de mayores recursos. Mas, esa conducta debe tener una idéntica actitud, para quienes se desenvuelven en un estado calamitoso, agravado -reiteramos-, en los últimos ocho años -para ser mas precisos-.
Habíamos coincidido, en el sentido de que debía terminarse con los bonos y que los aumentos debían ser -en todos los casos-, remunerativos; jamás deben convertirse en “pan para hoy…”. Es una forma de mendicidad, que nos rebela. El mínimo, vital y móvil -desde el vamos-, debe ser idéntico, trátese del salario, o del haber jubilatorio. Mas -aun-, al ser de un monto ínfimo, ante el aumento del costo de la vida.
Su asimilación debe ser inmediata. Debemos llegar a diciembre con los temas que hacen a la dignidad, resueltos. Una cantidad relevante de jubilados, está muy por debajo del poder adquisitivo de hace 8 años. Y eso es grave, pues tiene que ver con el desmedido aumento de la pobreza y el futuro incierto, habida cuenta que, l@s restantes dos candidat@s, amenazan con terminar con el sistema jubilatorio; con el FGS y con el PAMI (aunque se trate de una entidad privada y tripartita).
Hay un sector de jubilados, los que están en medio de los mínimos y los de mayor nivel -que son los que aportaron mas años y mayores aportes-, que son quienes mas han perdido, ante la inflación galopante; la especulación financiera; las corridas bancarias y la falta de firmeza, ante los desmedidos aumentos de los alimentos y de todo cuanto tiene que ver con las necesidades básicas.
Sus remuneraciones son del 25 %, comparadas con las de hace ocho años. Aunque el delincuente de González Fraga (que robó el Banco Nación y regaló una suma muy importante a Vicentín y a grupos mafiosos), haya dicho que el pueblo no merecía lo que le asignaron, antes de su gobierno; que se los había engañado y era un sueño.
Es justo -de justicia absoluta-, que se actualicen las remuneraciones y se pague lo adeudado, en ocho años, con los intereses pertinentes. ¡Y que se haga ya!. Los recursos existen. Venimos diciendo, desde hace mucho, de dónde sacarlos.
Mientras tanto y entre otras cosas, la ausencia del Estado favorece el contrabando (puertos, Paraná; Canal Magdalena, etc.), que nos daña, en cuarenta y cinco mil millones de dólares anuales, que se evaden. Y las llamadas retenciones, que son, para la Constitución (desde la de 1853), derechos de exportación, que no es lo mismo.
Resolver positivamente todo esto sería justicia. Estamos -todos- aguardándolo ¡ya!
14 de setiembre de 2023
Columnista invitado
Carlos Valle
Docente, economista, historiador, periodista y escritor. Enlace de la Resistencia (1956). Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos (1965-1976). Decano de los periodistas de Radio Nacional. Sindicalista y asesor gremial y político (CGT hasta 1991). Exiliado en 1962.


