Transcurría el 2013 y se cumplían treinta años ininterrumpidos de Democracia en nuestra Argentina. Por ello decidí viajar a Buenos Aires y, por espacio de una semana, transmití Latinocracia (lunes a viernes de 11,00 a 13,00 por FM UNCuyo) desde Casa de Mendoza en CABA.
Lo ví cuando caminaba por la vereda de SADAIC, en el microcentro porteño. Le dije que era un admirador y me invitó a pasar a tomar un café.
Subimos varios pisos por ascensor mientras me confirmaba que me daría la entrevista. Ya en su despacho me enteré que no sólo estaba charlando con uno de los músicos más importantes de la Argentina, sino que también lo hacía con el Presidente de SADAIC.
La charla fue cordial, llena de anécdotas. La mañana, que había comenzado como todas, ya no fue igual a las otras. Las sonrisas de Atilio Stampone y su cálido apretón de manos, se hallan atesorados en un rincón de mi corazón.