La noche del 16 de septiembre de 1976 y días sucesivos, un grupo de jóvenes militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y de la Juventud Guevarista fueron secuestrados en la ciudad de La Plata, a 60 kilómetros de la capital argentina. Los fueron a buscar miembros de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Eran los primeros meses de la dictadura cívico-militar que acabaría en diciembre de 1983. La fecha quedó grabada en la memoria colectiva como “La noche de los lápices”.
Según la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), “los adolescentes secuestrados habrían sido eliminados después de padecer tormentos en distintos centros clandestinos de detención. Algunos de esos centros: Arana, Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires y las Comisarías 5ª, 8ª y 9ª de La Plata; 3ª de Valentín Alsina, en Lanús; y el Polígono de Tiro de la Jefatura de la Provincia de Buenos Aires”.
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Los estudiantes eran: Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz, Patricia Miranda, Gustavo Calotti y Emilce Moler. Cuatro de ellos sobrevivieron. Se presume que los restantes fueron fusilados en los primeros días del año 1977.
La mayoría de los jóvenes tenía militancia política en la Unión de Estudiantes Secundarios, agrupación estudiantil encuadrada en el peronismo de izquierda, y en la Juventud Guevarista, rama juvenil del Partido Revolucionario de los Trabajadores de tendencia marxista-leninista. Muchos de ellos habían participado, durante la primavera de 1975, en las movilizaciones que reclamaron y obtuvieron el Boleto Estudiantil Secundario.
«Lo predominante era atribuir aquel operativo a la lucha por el Boleto Estudiantil Secundario. Esa movilización fue muy importante, pero había ocurrido con anterioridad, en 1975, y a nosotros nos detuvieron por ser militantes de la UES, nunca me preguntaron por el boleto escolar,” considera Emilce Moler, una de las sobrevivientes, quien subraya: «La Noche de los Lápices quedó como un ícono muy fuerte en la impronta de los jóvenes; es una fecha para conmemorar a los cientos de chicos que fueron desaparecidos, torturados o que sufrieron cárcel o exilio; violaciones de los derechos por ilusiones propias de su edad».
En mayo de 1998, la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires estableció por ley “la fecha del 16 de septiembre, en conmemoración a ‘La Noche de los Lápices’ como ‘Día de los Derechos del Estudiante Secundario’.”
La noche de los lápices, la película
La Noche de los lápices es una película argentina dramático-histórica dirigida por Héctor Olivera y protagonizada por Alejo García Pintos, Vita Escardó, Pablo Novak, Pepe Monje y Leonardo Sbaraglia. Escrita por Olivera y Daniel Kon y basada en el libro homónimo de María Seoane y Héctor Ruiz Nuñez, se estrenó el 4 de septiembre de 1986.
La película recrea el suceso real conocido por el mismo nombre: en septiembre de 1976, durante los primeros meses de la última dictadura militar argentina, siete adolescentes de la ciudad de La Plata fueron secuestrados, torturados y asesinados por pedir un boleto estudiantil.
La película recrea la historia desde el comienzo de las protestas estudiantiles de 1975 hasta 1980, cuando el único sobreviviente del grupo secuestrado fue liberado. La primera parte de la película relata la actividad de los adolescentes y la ominosa razzia en la que fueron secuestrados y encarcelados; la segunda narra las circunstancias de la prisión y tortura de los jóvenes, siguiendo paralelamente la situación de las familias de los cautivos y la de sus captores.
La historia se centra más en la experiencia física y psicológica de los personajes que en el contexto político y social imperante en la dictadura, desarrollando la historia de una manera que ésta se vea como universal y capaz de suceder en cualquier régimen autoritario, concentrándose en la situación de los seres humanos bajo extrema presión.
Fue seleccionada en la competición oficial del Festival Internacional de Cine de Moscú de 1987, y nominada para su máximo galardón, el premio San Jorge de Oro.
Fuente: FLACSO


