Al gran pueblo argentino le negaron salud
La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), incentiva a los gobiernos y a la sociedad en general a invertir en salud para un futuro más sano. Se trata de construir un mundo más justo, equitativo y saludable.
Teniendo en cuenta como viven algunas personas, en forma saludable y con mejor acceso que otras a los servicios de salud, nuestro mundo es desigual.
En todo el planeta y en nuestra latinoamérica en especial, millones de personas tienen acceso limitado a servicios de salud de calidad, no tienen buen servicio de agua potable, aire limpio y sufren inseguridad alimentaria. Estas condiciones provocan enfermedades que podrían evitarse y muertes a temprana edad; de esta manera se dañan nuestras sociedades y economías, esto es injusto y de hecho se puede prevenir.
Los ricos que concentran la riqueza en el mundo son los responsables de que no haya equidad en la salud; porque disponer recursos o presupuestos para esos servicios del Estado, para ellos es un costo y no una inversión, como debe ser. Así lo dice la O.M.S. y específicamente la Constitución Nacional.
La globalización neoliberal provocó reformas significativas, que acrecentaron la inequidad en América Latina. Qué bueno sería que estas reformas se hicieran en un marco social más amplio, con mayor gasto público en salud, con justicia social y utilización eficiente de los recursos. Pero claro, así no funciona el neoliberalismo.
Hoy en día queda a las claras que el libre mercado no es la clave del desarrollo económico, por el contrario se han incrementado las desigualdades. Llevaron la mentalidad de las empresas privadas al sector social y trasladado también las formas de ganancia y rentabilidad, convirtiendo en mercancías las necesidades básicas y la seguridad social.
La falta de salud -hoy en día- tiene que ver con la contaminación que provocan los que tienen más riqueza.
El 1% de la población más acomodada del mundo, contamina el doble que la mitad más pobre. Mientras aquellos que acumulan mayores índices de riquezas son los que más altos grados de contaminación generan, los pobres no solo no contaminan -no tienen recursos- por el contrario son agredidos por la contaminación de los poderosos.
Tengamos memoria; el gobierno de Macri, eliminó el Ministerio de Salud y el Ministerio de Trabajo, convirtiendo a ambos en Secretarías y, por tanto, bajándoles el rango, la importancia y, lo que es peor aún, recortándoles el presupuesto. Vaya casualidad, lo mismo hicieron dos de los dictadores de nuestra historia: Pedro Eugenio Aramburu y Juan Carlos Onganía.
La Argentina, al igual que la mayoría de los países de América, han pagado costos sociales por las políticas neoliberales. Los pobres viviendo en conglomerados y asentamientos precarios, a veces con barreras físicas, que impiden la integración social. Los ricos viviendo en barrios privados, rodeados de muros vigilados, para el goce de una seguridad plena. A estos muros se le suman otros, que tienen que ver con el rechazo que sienten hacia quienes viven en esos asentamientos. También son muros la discriminación y la homofobia. Esto tiene que ver con la salud y la calidad de vida; en la medida que estos índices y niveles se sigan presentando y perpetuando.
A nivel nacional estamos observando actitudes y comportamientos que nos tienen que provocar asombro. Los funcionarios de la oposición, llámense Larreta, Santilli, Carrió, Bullrich; en el comienzo de la pandemia y en su recorrido esperando las vacunas, no daban ningún crédito a su efectividad y más aún señalaban que se trataba de un veneno. Hoy están preocupados por adquirirlas y hasta enojados de no poder hacerlo, con un gobierno, que -según ellos-, hizo todo mal y se dedicó a hacer polítiquería.
El gobierno demostró una excelente gestión, sosteniendo y mejorando el servicio de salud pública. El mismo sistema de salid que la oposición quiere privatizar, desde siempre, a favor de unos pocos. Se trata de otra reforma planteada con la doctrina del shock, un efecto neoliberal.
Sería más “saludable” reconocer el contexto colectivo de equidad y desarrollo social, que efectiva y oportunamente dispuso con acierto el gobierno, en vez de demonizar y agredir. Por supuesto que no lo van a hacer porque los que siguen haciendo polítiquería son ellos, mintiendo compulsivamente. De este modo la gente termina creyendo que esas mentiras son la verdad.
Sepamos ver por favor, que lo de la oposición es un acto canalla, impiadoso, malvado y vergonzante. Del mismo modo se manifestó nuestro Gobernador Rodolfo Suarez, siempre fiel a los designios de este neoliberalismo salvaje.
Decididamente la salud pública debe ser incluida en la agenda política de todos los sectores ya sean económicos o sociales; que sea un instrumento primordial del desarrollo de una nación, con la participación y conducción del Estado.
La salud es un derecho social, es público y constitucional, pertenece a la política del Estado.
Columnista invitado
Hugo Bayón Cervero
Técnico Químico y en petróleos; recibido en la E.T.I.E.C. (Escuela Técnico Industrial Emilio Civit) de Maipú, promoción 1971. Trabajó en la actividad privada desde 1972 a 1980: Destilerías de Alcoholes Orandí y Massera S.A.; laboratorista en Bogedas Arizu de Godoy Cruz; control de calidad en Embotelladora Pepsi Cola; en el laboratorio de Bodegas Sáenz, Briones y Cía. Desde 1980 a 1992 se desempeñó en la Municipalidad de Maipú en Control Industrial y Comercial; y como para técnico de veterinaria estuvo en el Frigorífico Vildoza y en el frigorífico de ganado menor Naser Hnos. En 1993 comenzó a trabajar en el Departamento General de Irrigación en el Control de Efluentes industriales y Cloacales, hasta llegar a ser Jefe de División, hasta 2018 cuando se jubiló en esa repartición del Estado. Participa en radio desde 1993 en F.M. Familia con temas de comunidad y sociales. En 1997 comenzó el programa “Argentina…Tierra Nuestra” por Radio Nacional, abordando temas ecológicos y ambientales. Con esta misma temática y desde la conducción estuvo en LV10 Radio de Cuyo. Por esa tarea fue nominado tres veces al Premio Martín Fierro del interior del país (2001, 2006 y 2008). Trabajó dos temporadas en LV8 Radio Libertador y en FM Carrodilla, obteniendo el premio Gaviota Federal de A.A.D.A. (Asociación Argentina de Artistas) como el mejor programa de rubro ecológico. También fue futbolista desde 1.971 a 1.984, en la primera división del fútbol mendocino, jugando en varios clubes.
(7 de Abril “Día mundial de la salud”, “Semana internacional de la salud”)