Advertimos una acelerada evolución del capitalismo actual, camino a una hegemonía del rentismo y el endeudamiento masivo; esto en detrimento de actividades productivas tradicionales.
Podemos decir que la realidad nos muestra a grandes fortunas, mientras su propietario se duerme una siesta.
La palabra clave aquí es “renta”, que es el beneficio que obtenemos simplemente por ser propietarios de algo, sin aportar trabajo o valor de ninguna clase y, asimismo, enriquecerse. ¿Qué derecho tienen a ese aumento de sus riquezas?. Se trata de un sistema desestabilizador.
Las instituciones financieras no se limitan sólo a prestar, lo que otros han depositado en ellas. Construyen endeudamientos y de esta manera especulan. Mientras, siguen generando riquezas que provienen de aquellos que están obligados a seguir pagando, teniendo que volver a depositar.
Las finanzas (dinero ficticio que por supuesto nunca está destinado a la producción), no son un parásito en un cuerpo sano, sino el apéndice que apuntala esa rentabilidad del capital.
En estos términos me obligo a decir que la razón última, para todas la crisis, reside en la pobreza y el consumo, como si el poder de compra de la sociedad no tuviera límite.
En mi opinión, si los salarios bajan y las inversiones se estancan ¿quién va a comprar la producción?. ¿No les parece que esta producción va a ir camino a los especuladores financistas, para realizar la financiarización?. Se cierra el círculo… ¿Qué les parece?.
El consumo derivado de ingresos no salariales (rentísticos), y el recurso al crédito, deben compensar el estancamiento del consumo salarial. Con esto estamos en presencia de un brutal aumento de la desigualdad.
Para hablar de los orígenes de la financiarización, tengo que mencionar nuevamente la “teoría del shock” (expuesta magistralmente en el famoso texto de Naomi Klein), que desarrolla el evangelio neoliberal. Por ejemplo, golpe de Estado en Chile, 1973, aplicación de la línea dura: desatar una guerra económica para extirpar “el mal ejemplo” del gobierno socializante de Salvador Allende. Fue la terapia de choque neoliberal pinochetista, “capitalismo y genocidio económico”.
La Argentina de la década perdida en los años ’90, por la crisis de la deuda, culminó con el corralito. Pero también hizo shock en Sudáfrica en 1977.
Lo que este sistema de tortura económica ha pensado y supuesto para sus víctimas, lo dice un ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), Davison Budhoo, en la carta de renuncia que eleva a su jefe: “Para mí esta dimisión es una liberación inestimable, porque con ella he dado el primer paso a ese lugar, en el que algún día espero poder lavarme las manos, de lo que en mi opinión es la sangre de millones de personas pobres y hambrientas… Tengo la sensación que no hay jabón en el mundo que me pueda limpiar de las cosas que hice en su nombre”.
Quiero decirles que los bancos en el mundo real, proveen financiación mediante la creación de dinero.
Fíjense, los bancos ofrecen préstamos, pero no necesitan tener en sus bóvedas los fondos necesarios para otorgar créditos. La causalidad se invierte… ¿se entiende? Lo que debería tener de reservas el banco, no lo tiene y entonces recurre a que los préstamos hagan a los depósitos, y no a la inversa como debería ser.
Se estima que el 97% del dinero de los los bancos privados, es creado a través de la generación de préstamos.
El mayor problema para la sociedad es que las finanzas hallan sus mayores ganancias, no en el incremento de los niveles de vida de la gente. Más bien extraen crecientes rentas destinadas al acceso a la vivienda, la educación y la salud, de la desvalida ciudadanía.
Este sistema neoliberal, o capitalismo financiarizado, atenta contra los escasos ingresos salariales y agudiza la desigualdad, entre los que disfrutan las rentas financieras y los que están condenados a padecerlas.
Para finalizar les comparto esta frase del filósofo greco-francés Cornelius Castoriadis: “La sociedad capitalista corre hacia el abismo, desde todos los puntos de vista, porque no sabe autolimitarse. Y una sociedad verdaderamente libre, una sociedad autónoma, debe saber autolimitarse”.
Columnista invitado
Hugo Bayón Cervero
Técnico Químico y en petróleos; recibido en la E.T.I.E.C. (Escuela Técnico Industrial Emilio Civit) de Maipú, promoción 1971. Trabajó en la actividad privada desde 1972 a 1980: Destilerías de Alcoholes Orandí y Massera S.A.; laboratorista en Bogedas Arizu de Godoy Cruz; control de calidad en Embotelladora Pepsi Cola; en el laboratorio de Bodegas Sáenz, Briones y Cía. Desde 1980 a 1992 se desempeñó en la Municipalidad de Maipú en Control Industrial y Comercial; y como para técnico de veterinaria estuvo en el Frigorífico Vildoza y en el frigorífico de ganado menor Naser Hnos. En 1993 comenzó a trabajar en el Departamento General de Irrigación en el Control de Efluentes industriales y Cloacales, hasta llegar a ser Jefe de División, hasta 2018 cuando se jubiló en esa repartición del Estado. Participa en radio desde 1993 en F.M. Familia con temas de comunidad y sociales. En 1997 comenzó el programa “Argentina…Tierra Nuestra” por Radio Nacional, abordando temas ecológicos y ambientales. Con esta misma temática y desde la conducción estuvo en LV10 Radio de Cuyo. Por esa tarea fue nominado tres veces al Premio Martín Fierro del interior del país (2001, 2006 y 2008). Trabajó dos temporadas en LV8 Radio Libertador y en FM Carrodilla, obteniendo el premio Gaviota Federal de A.A.D.A. (Asociación Argentina de Artistas) como el mejor programa de rubro ecológico. También fue futbolista desde 1.971 a 1.984, en la primera división del fútbol mendocino, jugando en varios clubes.


