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que, bajo el pretexto de cuidarlos, pueden atentar contra las soberanías nacionales. De hecho,
existen «propuestas de internacionalización de la Amazonia, que sólo sirven a los intereses
económicos de las corporaciones transnacionales»[24]. Es loable la tarea de organismos
internacionales y de organizaciones de la sociedad civil que sensibilizan a las poblaciones y
cooperan críticamente, también utilizando legítimos mecanismos de presión, para que cada
gobierno cumpla con su propio e indelegable deber de preservar el ambiente y los recursos
naturales de su país, sin venderse a intereses espurios locales o internacionales.
39. El reemplazo de la flora silvestre por áreas forestadas con árboles, que generalmente son
monocultivos, tampoco suele ser objeto de un adecuado análisis. Porque puede afectar
gravemente a una biodiversidad que no es albergada por las nuevas especies que se implantan.
También los humedales, que son transformados en terreno de cultivo, pierden la enorme
biodiversidad que acogían. En algunas zonas costeras, es preocupante la desaparición de los
ecosistemas constituidos por manglares.
40. Los océanos no sólo contienen la mayor parte del agua del planeta, sino también la mayor
parte de la vasta variedad de seres vivientes, muchos de ellos todavía desconocidos para
nosotros y amenazados por diversas causas. Por otra parte, la vida en los ríos, lagos, mares y
océanos, que alimenta a gran parte de la población mundial, se ve afectada por el descontrol en
la extracción de los recursos pesqueros, que provoca disminuciones drásticas de algunas
especies. Todavía siguen desarrollándose formas selectivas de pesca que desperdician gran
parte de las especies recogidas. Están especialmente amenazados organismos marinos que no
tenemos en cuenta, como ciertas formas de plancton que constituyen un componente muy
importante en la cadena alimentaria marina, y de las cuales dependen, en definitiva, especies que
utilizamos para alimentarnos.
41. Adentrándonos en los mares tropicales y subtropicales, encontramos las barreras de coral,
que equivalen a las grandes selvas de la tierra, porque hospedan aproximadamente un millón de
especies, incluyendo peces, cangrejos, moluscos, esponjas, algas, etc. Muchas de las barreras
de coral del mundo hoy ya son estériles o están en un continuo estado de declinación: «¿Quién
ha convertido el maravilloso mundo marino en cementerios subacuáticos despojados de vida y de
color?»[25]. Este fenómeno se debe en gran parte a la contaminación que llega al mar como
resultado de la deforestación, de los monocultivos agrícolas, de los vertidos industriales y de
métodos destructivos de pesca, especialmente los que utilizan cianuro y dinamita. Se agrava por
el aumento de la temperatura de los océanos. Todo esto nos ayuda a darnos cuenta de que
cualquier acción sobre la naturaleza puede tener consecuencias que no advertimos a simple
vista, y que ciertas formas de explotación de recursos se hacen a costa de una degradación que
finalmente llega hasta el fondo de los océanos.
42. Es necesario invertir mucho más en investigación para entender mejor el comportamiento de
los ecosistemas y analizar adecuadamente las diversas variables de impacto de cualquier