Buenos Aires 8
Una referencia en grupos vocales
Este excelente grupo vocal argentino pronto se inscribió en lo más alto de la tradición de coros y grupos vocales de nuestro país. Sus arreglos no convencionales, el excelente manejo de las bellsísimas voces y la selección musical, lo prefiguraron para ocupar un lugar enorme en lo mejor de la música popular.
Crecía Astor Piazzolla en la consideración de cientos de miles de argentinos que, sin quizás ser conscientes de ello, formaban parte de una profunda y no igualada renovación del tango y la música ciudadana. En ese contexto -la visagra histórica de la década de los ’60- ocho jóvenes se animaron a mucho.
A capella -sin música alguna, las más de las veces- y con arreglos envolventes, la sonoridad que lograban es iridiscente, penetrante. Cada tema parece hacerte un guiño e invitarte a transitar la megalópolis, en un contexto musical más que logrado, emocionante e inolvidable. Acompañame a compartir Buenos Aires 8.
“Años ’60.
“Comenzamos la aventura.
“La historia de Buenos Aires 8 se inscribe en la historia, más amplia, del país. Nace al calor de los transformadores y optimistas años 60, que en lo musical buscaron, entre otras cosas, la integración de lo popular con lo clásico. Fueron también los tiempos de la multiplicación de los grupos vocales, que ensayaban diferentes búsquedas. En Argentina el Chango Farías Gómez con los Huanca Hua y desde Francia los Dobles Seis de París, influyeron en aquellos primeros integrantes del octeto que, muy jóvenes y casi todos de extracción popular, tenían, junto a una gran capacidad musical, pocos estudios formales de música. El primer LP de los Swingle Singers, a quienes se los suele tomar como sus inspiradores, llegó a manos de este octeto cuando ya tenían ensayadas un par de obras.
“Su primer punto de encuentro fue un coro parroquial: el Lorenzo Perosi de Ituzaingó, que dirigía Jorge Fernández Ceballos. Y el primer lugar de ensayos y búsquedas, también en Ituzaingó, fue la casa de los hermanos César (el Negro) y Lidia Tolaba. Allí, en una alquimia que integraba el encuentro familiar, la guitarreada folclórica y la música coral, llega en 1961 Horacio Corral, quien con apenas 15 años de edad ya traía su primera experiencia musical de Lanús, con el grupo de twist The Blue Angels, en el cual, y sólo de oído, tocaba el piano. Ese mismo año el Negro y Horacio hacen su primer grupo musical juntos: Los Tahuan, cuarteto folclórico con algunos primeros arreglos basados en armonías no convencionales.
“Pero la búsqueda era más ambiciosa. Continuando el período experimental (y ya superada la etapa “Tahuan”), se suman las voces de Lidia Tolaba, Miguel Ángel Odiard y Chichita Fanelli, también del Lorenzo Perosi. Al poco tiempo, desde el coro de Haedo que dirigía Eduardo Balzanelli, se agregan Fernando Llosa y Analía Lovato”.
(Texto encomillado tomado de la Biografía Oficial del grupo)


