Momentos. De eso está hecha la poesía. Para existir se focaliza en un segundo porque un minuto ya es demasiado. Ella sabe muy bien por dónde ir y hacia qué lugares desea llevarnos. Lo hace pensando en sí misma, y en todas las miradas que nos ofrece de continuo, como una inesperada brisa fresca que no parece terminar.
Por cada día hay miles de poesías que no alcanzan a cosechar ni siquiera quienes escriben. Pero están allí, listas para ser escritas. Sus palabras se alzan de a poco o repentinamente -¿acaso importa el modo?- porque es ahora cuando acontece el gesto de ese niño, el paisaje con las flores o la imagen que nos devuelve el teléfono celular.
Podemos disfrutar de la copiosa generación de poemas que un día puede darnos. Combinaremos lo incierto con las pocas proyecciones reales de nuestros estandartes. Lo demás será acomodar las ilusiones para que, cuando alguna se destaque demasiado, la cosechemos a ras de verso para amarrarla a la hoja en blanco.
Siempre amanece en Luxemburgo
Voy por las rutas
El espejo
aleja barrios antiguos
Una mujer
marca la noche donde suceden las cosas
Se acerca
Un bucle cae en su mejilla
-querés un cigarrillo- dice
Caminamos
a su casa del nuevo Castillo
Lee la historia de Juan el Ciego
y Le Monde Interactif
Sólo ama lo nuevo
Le dije:
con cuatro colores los antiguos realizaron la inmensidad
Y ella:
corren caballos en la desierta pradera
Mi mundo es todo Wi Fi
aunque tengo un Fausto de Pompeya
y diseños de los miniaturistas góticos de Nothing Hill
y vivo en mi PC la pantalla soñada de Second Life
En mi escritorio los papeles se derraman -le respondo-
mientras aplastamos las colillas en la ceniza
Hay libros abiertos sobre el diván
Ella dice:
siempre amanece en Luxemburgo
Cuando desperté
apenas se notaban las espigas de la Catedral
Ya no era la misma
Columnista invitada
Adelina Lo Bue S.
Egresada de la FCM – UNCuyo. Obra publicada: Línea de Fuego (Editorial Marymar, Buenos Aires, 1985), Mapas (Ediciones Culturales de Mendoza, 1995), Poema del Universo (Ediciones Cuadernos del Cuyum, Mendoza, 1999), Elegías (Ediciones Cuadernos del Cuyum, Mendoza, 1999), Señales Rupestres (Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 2009). Participa en la Antología Oral -poetas mendocinos- que publicó la St Thomas University, Frédéricton de Canadá; y de la Antología Oral de la Poesía Argentina, Centro Cultural General San Martín de Buenos Aires. Co-Fundadora del Grupo Poético “Octacordio”; de la Revista Literaria de Crítica y Creación “Aleph” y del Grupo Literario “Aconcagua”. Ha recibido los premios, en poesía, de la Subsecretaría de Cultura de Mendoza en 1985 y Mención Honorífica, en 1998 por su libro Poema del universo -poesía inédita-. Concurso de Literatura Ciudad Autónoma de Buenos Aires Bienio 1992/1993 del Premio Municipal en Poesía de la CABA. Ha participado en varias antologías poéticas, entre ellas: Poesía Argentina de Fin de Siglo, Buenos Aires, Editorial Vinciguerra, estudio preliminar de Cristina Piña,1994; y en 20 Voces Destacadas de la Poesía Argentina: Nueva Generación, 1996, selección y estudio por Ruth Fernández. Participó en la Revista Proa de marzo/abril de 1996. Recibió un comentario del gran León Benarós, por su libro Mapas. Ha sido traducida al francés por Chantal Enright y Elina Cohen y publicada en Voix d’Argentine, Cahier Bleus, París (eté 2006). Actualmente pertenece al grupo literario Más allá de la Palabras, dirigido por la Mg. Diana Starkman. Recibió premios de la Subsecretaría de Cultura de Mendoza y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
.