“La piel es el órgano más grande del cuerpo humano, en un adulto promedio posee una superficie aproximada de dos metros cuadrados y pesa alrededor de cinco kilos”. Desde el punto de vista médico, desde la anatomía y desde tantos saberes, se la observa, se la analiza, se la estudia.
Sin embargo cuando se trata de cada uno de nosotros, es una parte constitutiva en la que casi no reparamos de tan integrada a nuestra existenca. Nos contiene, nos alberga. Nos valemos de sus temblores para detectar el miedo. Por ella sabemos que existe esa briza fresca, la calidez del trópico o la contingencia del orgasmo.
Es un semáforo que -sonrojado- supone el momento inmediato en que alguien que nos atrae decide mirarnos. Ella refleja cada intensidad tensionándose, al tiempo que se entrega relaja, laxa, al abrazo de quienes nos aman. Nos da a entender, siempre, que sabe lo que está ocurriéndonos, mientras esperamos la aurora.
La piel
La piel se consume
Y la piel es niño.
También amor, estrella pálida es la piel.
La piel es muerte.
Un eco y unos pasos,
un jardín que nunca enferma,
sueñan dulcemente
en el libro aún no abierto.
Un ángel dibuja
un torso desnudo
y la noche sustenta
un trágico universo.
Terrible y bienamada,
la piel es un estado de alma,
una espada en el crepúsculo.
Nada es inmoral.
Solamente se espera
que no haya
fuego de flores.
Como entre muros
la piel encierra
un loco
un genio
un suicida
un traidor de amanecer.
Si, allí está
un amante
un verdugo,
alguien que tortura,
piel de hombres, de secretos y olvidos.
Tened cuidado
la piel revela
Grito de piel
zarpa los mares,
las calles, los aires
Grito de piel
la historia revela
La luna siempre recuerda
las ciudades
que el corazón olvida.
La llanura es un tiempo
irremediablemente extraño
de sombra
Siglos de piel
piel de siglos
han formado al mundo,
palabras inventadas que la piel pronuncia.
Adentro
cuánto calor
cuánto sudor embellece.
Eres hombre porque eres piel.
Eres piel porque eres hombre.
Columnista invitada
Adelina Lo Bue S.
Egresada de la FCM – UNCuyo. Obra publicada: Línea de Fuego (Editorial Marymar, Buenos Aires, 1985), Mapas (Ediciones Culturales de Mendoza, 1995), Poema del Universo (Ediciones Cuadernos del Cuyum, Mendoza, 1999), Elegías (Ediciones Cuadernos del Cuyum, Mendoza, 1999), Señales Rupestres (Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, 2009). Participa en la Antología Oral -poetas mendocinos- que publicó la St Thomas University, Frédéricton de Canadá; y de la Antología Oral de la Poesía Argentina, Centro Cultural General San Martín de Buenos Aires. Co-Fundadora del Grupo Poético “Octacordio”; de la Revista Literaria de Crítica y Creación “Aleph” y del Grupo Literario “Aconcagua”. Ha recibido los premios, en poesía, de la Subsecretaría de Cultura de Mendoza en 1985 y Mención Honorífica, en 1998 por su libro Poema del universo -poesía inédita-. Concurso de Literatura Ciudad Autónoma de Buenos Aires Bienio 1992/1993 del Premio Municipal en Poesía de la CABA. Ha participado en varias antologías poéticas, entre ellas: Poesía Argentina de Fin de Siglo, Buenos Aires, Editorial Vinciguerra, estudio preliminar de Cristina Piña,1994; y en 20 Voces Destacadas de la Poesía Argentina: Nueva Generación, 1996, selección y estudio por Ruth Fernández. Participó en la Revista Proa de marzo/abril de 1996. Recibió un comentario del gran León Benarós, por su libro Mapas. Ha sido traducida al francés por Chantal Enright y Elina Cohen y publicada en Voix d’Argentine, Cahier Bleus, París (eté 2006). Actualmente pertenece al grupo literario Más allá de la Palabras, dirigido por la Mg. Diana Starkman. Recibió premios de la Subsecretaría de Cultura de Mendoza y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.