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sensibilidad con respecto al ambiente y al cuidado de la naturaleza, y crece una sincera y
dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con nuestro planeta. Hagamos un recorrido,
que será ciertamente incompleto, por aquellas cuestiones que hoy nos provocan inquietud y que
ya no podemos esconder debajo de la alfombra. El objetivo no es recoger información o saciar
nuestra curiosidad, sino tomar dolorosa conciencia, atrevernos a convertir en sufrimiento personal
lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar.
I. Contaminación y cambio climático
Contaminación, basura y cultura del descarte
20. Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La exposición a
los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de efectos sobre la salud,
especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras. Se enferman, por
ejemplo, a causa de la inhalación de elevados niveles de humo que procede de los combustibles
que utilizan para cocinar o para calentarse. A ello se suma la contaminación que afecta a todos,
debida al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la
acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de
malezas y agrotóxicos en general. La tecnología que, ligada a las finanzas, pretende ser la única
solución de los problemas, de hecho suele ser incapaz de ver el misterio de las múltiples
relaciones que existen entre las cosas, y por eso a veces resuelve un problema creando otros.
21. Hay que considerar también la contaminación producida por los residuos, incluyendo los
desechos peligrosos presentes en distintos ambientes. Se producen cientos de millones de
toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y
comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos
altamente tóxicos y radioactivos. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un
inmenso depósito de porquería. En muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los paisajes
de otros tiempos, que ahora se ven inundados de basura. Tanto los residuos industriales como
los productos químicos utilizados en las ciudades y en el agro pueden producir un efecto de
bioacumulación en los organismos de los pobladores de zonas cercanas, que ocurre aun cuando
el nivel de presencia de un elemento tóxico en un lugar sea bajo. Muchas veces se toman
medidas sólo cuando se han producido efectos irreversibles para la salud de las personas.
22. Estos problemas están íntimamente ligados a la cultura del descarte, que afecta tanto a los
seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura.
Advirtamos, por ejemplo, que la mayor parte del papel que se produce se desperdicia y no se
recicla. Nos cuesta reconocer que el funcionamiento de los ecosistemas naturales es ejemplar:
las plantas sintetizan nutrientes que alimentan a los herbívoros; estos a su vez alimentan a los
seres carnívoros, que proporcionan importantes cantidades de residuos orgánicos, los cuales dan
lugar a una nueva generación de vegetales. En cambio, el sistema industrial, al final del ciclo de